sábado, 22 de mayo de 2010

SAURON ERA UN BENEFACTOR DE LA HUMANIDAD





Salgo de mi cueva. Luz, mucha luz y pólen, mucho pólen. Mi nariz decide darme la tarde expulsando ríos de mocos. Consecuentemente me meto al parque. "Been in town, my baby...". Una mamasita le saca la pilila a su conguito para que mee en la fuente donde después beberán algunos inconscientes. No hay mucho ambiente, los patos están a su bola, unos tomando el sol, otros nadando y algunos follando (imagino). Me cruzo con una perdiz, creo que es una perdiz, no tengo ni puta idea de pájaros pero parece una perdiz, ¿las perdices tienen el cuello de colores, no?, sí, tiene que ser una perdiz, cuando llegó a 2 metros de ella sale volando torpemente, estúpida perdiz. Más mocos. "...we just got to rock on...". Un viejo llega con su amoto (una mobylette del Pleistoceno Superior) y se lía a pitar. "¿Que coño está haciendo ese tío?", enseguida se comprende; a su llamada mecánica acuden decenas de patos ansiosos en busca de chuscos de pan, que esa y no otra es la mercancía que lleva el Freddie Spencer de Atapuerca. Los putos patos comerán algo y el viejo se sentirá útil por un rato. Quid pro quo. Más mocos. "...yeah, darling, we just got to go home...". Un poco más adentro están los grupos de especímenes que pronto bailarán sobre nuestras trumbas (salió primero la r aunque quería poner la t, lo modifico, creo que cada mejor así, como diciendo de rumbas en las tumbas -¡y las catacumbas!-), ellos andan de fumada marihuanesca, inconfundible, hay algunas golfillas dándole, pero la mayoría de ellas andan tirando cosas al aire, divertidas, enseñando el tierno muslámen, a su bola, estarían mejor comiéndome las mías, un notas con un gorro rasta anda aporreando unos tambores, si yo fuera el diablo que fuí me acercaría, se lo quitaría y le haría comérselo, sin sal. Paso de largo. Más mocos. "...I don´t want no tutti-frutti, no lollipop...". A lo lejos veo una especie de escenario, con un montón de sillas perfectamente alineadas, amamos el orden, no podemos vivir en el caos, se trata de un conciertillo de verano de ésos para jubilados y vegetales del estilo; aunque faltan unas tres horas para el inicio de tan magno espectáculo ya hay personal pillando sitio para extasiarse con Macarena, la nueva estrella de la canción española. Tengo que salir de aquí. Más mocos. "...come on, baby, just rock, rock, rock...". Campiri, periferia, más pólen, más mocos, creo que era Poe el que escribió sobre la atracción que ejerce la perversidad, comparándola con la que sentimos al borde de un acantilado; si estuviéramos el tiempo suficiente acabaríamos tirándonos. Fijo. ¿Que no me sienta bien el polén? pues por donde más haya. "...yeah, yeah, yeah, yeah, honey...". Hay una especie de parquecillo para los niños, con sus columpios, toboganes y artefactos excita-sentidos, sólo que en vez de críos riendo y jugando hay imbéciles que ya tendrán los huevos negros, descojonaos de la risa (fumados, por supuesto), y destrozando todo lo que pillan a su alrededor; paso a su lado y no se meten conmigo, no tengo cara de pringao, ¿eh capullos?, mejor para vosotros niñatos come-frankfurts. Muchísimos mocos. "...we´ve shakin´ all night...". Empiezo a sentirme realmente mal, el puto semen de las flores me está asfixiando, tengo que salir de aquí. Regresamos al reino del cemento. Sauron no era mal tío, los ecolojetas son unos jodidos nazis: abstemios, vegetarianos, animalistas...todavía hay ejércitos de ellos cachondeándose en internete por la dantesca cogida que sufrió ayer el pobre Aparicio...cobardes de mierda. "...oh, darling, we just go to roll right...". Recupero la respiración. Paso por el edificio de una pareja de buenos amigos míos. Muchos buenos ratos. Ahora están pasando uno jodido. Después de mucho intentarlo y de acudir a mil clínicas ella consiguió quedarse embarazada; el parto bien (a primeros de año), pero hace un mes me enteré que el chavalín anda chungo, que está jodido...hace tiempo que no les veo, espero que las cosas le vayan algo mejor al chaval, "¡ánimo oskitar!". "...oh, my head...rock on!...". Un viejo horrible asoma su careto entre los barrotes de la ventana. La muerte está en sus ojos. No hace falta que te echen tierra encima para que sepas que estás muerto, sólo que te miren ojos vivos. Cruzo los dedos y aprieto el paso...no me cogerás...no todavía.

Regreso a casa...


"Hey babe, hey babe!..." (repetir hasta el final).

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