lunes, 29 de agosto de 2011
PAR DE CABRONES
Nunca me ha gustado que me fotografíen; mejor dicho: posar para ser fotografiado. Eso de que ALGUIEN te MANDE, "ven...ponte delante...mejor detrás...¡sonríe!...que serio estás...", y tú mirando como un imbécil a ese tío con esa cosa delante de los ojos, tú, que no le has hecho caso ni a tu madre, obedeciendo a un desconocido, o a un conocido, o a quien coño sea quien esté detrás de la escrutadora máquina...imposible, "no sales bien en las fotos". No salgo bien porque no sé mentir y tampoco me entusiasma decirle mi verdad a cualquiera, ni a mí, hay noches en las que la muy puta no me deja dormir, aunque intente engañarla con música o leyendo. Y es que no sé mentir. Un gran fallo.
Jamás entenderé esa afición del personal por la fotografía preparada de un instante, de un momento, ¿para qué?, ¿acaso crees que te sentirás igual de feliz cuando la mires unos años después?. Me recuerda a la hormiga que se afana en verano para sobrevivir al invierno; pero lo que en ellas es natural, lógico, cuestión de supervivencia, en nosotros se convierte en artificial, estúpido, infantil, en otro vano intento de atrapar algo tan efímero como todo para que actúe como bálsamo en los malos momentos que vendrán, o como noriesco narcótico que nos haga sobrellevar con media sonrisa otra de las muchas noches aburridas que nos reserva el futuro, o como memoria de un pasado tan feliz que necesitaba ser fotografiado para recordarlo y no olvidarlo con la llegada de la tristeza y el dolor, dos monstruos de mucho cuidado.
En algunas ocasiones me he encontrado a mi madre viendo viejas fotos, álbumes de cuando éramos críos, y he tenido que sentarme con ella para verlas; ella pasa las fotos, habla y me mira, yo la escucho y respondo con monosílabos, incómodo, veo demasiada gente que ya no me gusta, que ya no son importantes para mí, algun@s hasta me resultan odios@s, ella se da cuenta pero no me lo dice, la sonrisa en la boca, "no te gustaba que te hiciéramos fotos...¡mira que cara de enfadao!...¡ay, hijo mío, que tuyo eres!". Y es la verdad, no podía soportarlo, yo andaba en el agua, o jugando, o leyendo aquellas estupendas novelas infantiles, o riéndome con Mortadelo y Filemón, cuando siempre aparecía alguna mujer y nos pedía a toda la chiquillería que posáramos, a mí eso me sacaba de quicio, de verdad, no os lo podéis ni imaginar, ¡con lo a gusto que estaba!...normal que sacara esos caretos, parezco un jodido idiota, todos los demás riendo y yo con cara de amargado, si decían de hacer más los mandaba a la mierda y me iba a lo mío, poco después aparecía mi padre y me daba unos azotes, entonces lloraba y odiaba al mundo entero por ser tan estúpido, todavía no sabía que el estúpido era yo, en la vida no siempre puedes hacer lo que te gusta, aunque creas que la alternativa es una mierda será la mayoría quien tenga la razón, y si no quieres irte a vivir debajo de un puente has de seguir la corriente. Aunque de vez en cuando salgas a la orilla para ver el show desde fuera.
Uno de las tardes más surrealistas de mi vida fue cuando mi madre decidió que debíamos hacernos la foto de familia. El quinto hijo la había llevado a las puertas de la muerte y ya que hubo quedado claro que no iba a poder tener más pensó que sería buena idea hacerse una foto todos juntos, supongo que por lo que pudiera pasar, las madres siempre miran con un ojo a lo que hay y con el otro a lo que vendrá. Y no se les escapa nada, me río de las águilas.
Bueno, pues nada, la familia al completo en dirección al estudio del fotógrafo profesional (un cojo coñón amigo de mi padre), todos limpitos, bien vestidos, los mayores con corbatita, mi padre con su mejor traje, mi madre perfecta...pero había un problema: ninguno, excepto ella, queríamos estar allí, así que mientras llegábamos al sitio íbamos discutiendo, un auténtico pandemonium, mi madre regañando, mi padre mandando callar sin mucho éxito y nosotros malmetiendo todo lo que podíamos...sí, en éste caso la mayoría quería hacer otra cosa, pero en una familia numerosa no hay mayoría más absoluta que lo que diga madre, para algo nos parió a los cinco, así que a joderse, a vestirse como un capullo y caminito...
Llegamos, cerramos el coche dando portazos, hubo alguna que otra sota voladora, pasamos para dentro...
La cosa era que teníamos que colocarnos delante de un fondo blanco iluminado por un montón de focos que desprendían un calor de la leche; había una especie de banco donde ,por supuesto, no cabíamos todos, y el cojo decidió que lo mejor era que mis padres se sentaran uno en cada extremo del banco mientras padre sujetaba al cuarto (apenas tenía tres años) y madre al recién nacido, entre ambos el tercero y de pie tras ellos nosotros dos.
Bien, estupendo...y una polla.
Entre la mala leche que llevábamos, el infernal calor y los nervios por la situación pasó lo que tenía que pasar: que mi hermano y yo empezamos a descojonarnos vivos. "Por favor chicos...un poquito de seriedad...". No podíamos, no podíamos...justo cuando el cojo se decidía a inmortalizarnos para la posteridad volvía la risa, "JAAAAAAAAAA", y otra vez a empezar, el pequeño llorando, mi padre con cara de mala hostia, mi madre lanzándonos unas miradas que juraban una noche caliente...pero no podíamos evitarlo, era superior a nuestras fuerzas.
Tal fue la cosa que hasta el cojo tuvo un atisbo de perder la paciencia, llevaba media hora intentando hacer una maldita foto que dos mequetrefes le impedían realizar, él, todo un profesional del rollo, seguro que se consideraba un artista, sacado de sus casillas por dos mocosos con las hormonas en pie de guerra perpetua.
Al final la hizo, nos fuímos y, efectivamente, dormimos bien calenticos.
Cuando voy a la casa de mis padres y veo esa enorme fotografía presidiendo el salón no puedo evitar una sonrisa, aunque las cosas ya no sean como eran al menos hay constancia de que fueron de otra manera.
¿Y?
sábado, 27 de agosto de 2011
MALA MEMORIA
Estoy fumándome un pito en la cocina, no me apetece salir a la puerta, están borrachos y yo no, alfiles de distinto color, pillo el botecito de la pimienta y leo la etiqueta, recuerdo que el otro día mientras hacia la compra me dí cuenta de lo caras que son las especias, no tanto como la farlopa que ya va corriendo por las venas de los de afuera, pero sí más que cualquier jamón que puedas llevarte a la boca. Curioso.
Salgo y me encuentro a uno de ellos con los pantalones por los tobillos, haciendo el tonto, los demás se ríen, yo no, "subételos y deja de hacer el gilipollas, son las diez de la noche y ya estás desfasao", me pide perdón, los demás me dan la razón, ojalá se vayan pronto, nunca se sabe cuando el personal va así...
Se marchan un rato después, llega "el topo", vemos la tele, callados, están pasando un combate grabado de los pesos pesados, Lewis-Holyfield, algunas hostias son tan poderosas que me sacan del sopor en el que me encuentro, hostias voladoras, hostias que viajan en el tiempo, gana el inglés y paso otra vez a la cocina, enciendo otro, nada de calle, tampoco me gustan los que tengo ahora, hoy no me gusta nadie, me leo el del perejil. Curioso.
Al salir entra la mujer del perfume, con la carabina, me alegro de verla pero menos que ninguna otra vez, ella está preciosa y me sonríe, ¿por qué me sonríes hoy?, me parece que lleva otro perfume, quizá esté equivocado, últimamente mi olfato no anda demasiado recto, no le digo nada, de todas formas huele como siempre, huele a lo que nunca volveré a tener, quizá esté equivocado, últimamente mi cabeza está como la canción, "dazed and confused"...
El Tyson de los buenos tiempos está reventando a todo el que se le pone por delante, pegaba con toda su alma, no era un boxeador, era un guerrero, cuando sacaba los puños éstos llevaban en los nudillos toda la fuerza de su cuerpo, hasta del talón, es hermoso de ver, hay cosas que son hermosas a pesar de que una de las partes sufra lo indecible, bien pensado, para ver algo hermoso alguien tiene que sufrir, como en los toros. Curioso.
Llegan cuatro putillas aficionadas, una de ellas es una auténtica borracha, una golfa descompuesta, se cree muy lista, me la jugó una vez pero hoy no va a ser, hay otra que está bien, tiene un par de polvos pero ella se cree que tiene un adosado en el coño, quizá lo consiga, el mundo está lleno de imbéciles que no reconocerían la mirada de una zorra ni aunque le vieran el amarillo en los ojos, las otras dos son simples deshechos de tientos, a escarbar en el fondo del cubo nenas...
Adentro, otro, ahora el del ajo molido, los ajos no tienen ojos, sólo dientes, y éste ni eso, es en los ojos donde está el peligro, una Humanidad sin ojos sería el ideal de Dios, nadie le podría echar en cara nada nunca más, dejaríamos de causarle dolores de cabeza, podría abandonar su adicción a las aspirinas, pero la jodida serpiente nos quitó las legañas y lo estropeó todo, tuvo que elegir a un bicho listo, no a un topo ni a un ornitorrinco, y es que a todos nos gusta jugárnosla de vez en cuando, poder perder, ¿sino dónde está la sal de la cosa?, sólo los viejos deben vivir sin sal, se transforma en veneno con el paso de los años, por eso a la vejez ya no le gusta jugar. Pero siempre recordará que le gustó.
Llegan los pijos, se unen a la chica del perfume, empiezan a hablar de morcillas y chorizos, durante las próximas dos horas chorizearán y morcillearán sin pensar en ninguna otra cosa mientras Tyson continúa repartiendo chuletas como si no costaran, miro la botella, el tiempo pasa tan lento como a los rivales del Ogro de Brooklyn, quizá un trago fuera capaz de darle un empujón, un taburete donde sentarme y tomar aire, quizá la chica del perfume me recogiera con su chisme volador como hizo Moe con Homer, nos largaríamos por ahí, yo ya he recibido bastante, que se ponga otro...
Mejor no, el alcohol es una buena cagada sin papel con el que limpiarte, tienes que andar con la mierda en el culo para buscar otro rollo, no es muy agradable, y cada borrachera pasada más largo se hace el pasillo, mejor adentro leyendo lo del colorante, ese veneno, napalm en la paella, el azafrán es tan caro, y a fin de cuentas ya tenemos el gusto tan perdido que cada día que pasa menos sabemos apreciar lo bueno, Melendi canta "Angie" y no lo meten a la cárcel, nada es mejor, todo es igual, pós bueno, pós fale, pós malegro...
Una pareja de cuarentones, feos, acabados, él la mira como pensando en el por qué alguien que amó se ha convertido en esa cosa, y ella le mira como pidiéndole perdón mientras no para de hablar estupideces, ella tiene miedo, miedo de quedarse sola, él también tiene miedo, miedo de ser culpable de su estado, beben y beben, ella habla y fuma sin parar, él hace como que la escucha, tienen dos criaturas pequeñas, a veces es más fácil seguir sufriendo que intentar ser feliz otra vez. A veces no, casi siempre.
A última hora llega un amigo, le pongo una copa y miramos una peli, una ciega y un poli, al final acaban juntos, no decimos nada, es tan tarde y todos estamos tan cansados...
Cierro y me voy, llego a casa, el gato me da las "dame jamón york" de costumbre, se lo doy y voy al water, echo una buena cagada...
y por quinta vez en los últimos días tengo que ir a por papel de cocina con la mierda pegada al culo.
miércoles, 24 de agosto de 2011
WALTER ESTÁ CON LA DUNCAN
Tengo un amigo que cuando bebe no hace más que repetir una y otra vez la misma expresión:
- "¡MALDITA SEA!"
Normalmente la suelta como un ráfaga, como Walter al enterarse del precio de la urna más barata de la funeraria, aunque cuando se cansa de oírse la dice en diferente tono, o más despacio, o más bronco...según le dé.
Tenía un garito y una chica; ahora no tiene ninguna de esas dos cosas: se las cambiaron por un cuartucho y una bomba de aire que cualquier día de éstos explotará o se autodestruirá.
Mi amigo odia el calor; normal en un tío de metro noventa que hasta hace cuatro días pesaba 120 kilos. No sale de su chamizo hasta el atardecer, entonces lo recogen sus colegas y vienen a beber, charlamos y tal, se van y eso es todo.
Él siempre se queda en la barra, sentado en su taburete, haciendo autodefinidos, en un rincón como toda mosca de bar que se precie, "¡BUENAS TARDES, KUFISTO...UNA CERVEZA BIEN FRÍA, POR FAVOR!". Y empieza a soplar.
En muy pocas ocasiones bebe cubalibres, no le sientan bien, se le va la pinza, cerveza y más cerveza, litros de espumosa, helada y bien tirada cerveza, zumo de cebada, natural, con su gas carbónico, en su medida, todo tiene su medida...
No le gusta la mayoría de la gente, los sitios demasiado concurridos, los listos que hablan demasiado; es uno de los tipos que más sabe de rock n´roll de todos los que he conocido en mi vida, a menudo me pasa material tan desconocido como bueno, le gusta hablar de la dieta Duncan o como coño se llame que está siguiendo, ha bajado quince kilos, tiene que hacerlo así porque no puede hacer deporte, un accidente de moto le destrozó la rodilla...hablamos de música, de cine, de motos, de su bomba de aire, de comida, no demasiado de las tías, nada de política, él sabe cual es mi mano y yo sé cual es la suya, ¿para qué?...nadie cambia.
Tiene una extraña habilidad: a veces alguien dice una palabra, o una frase hecha, y él la repite en diferente tono, o acentuándola de otra forma, o marcando espacios entre ciertas sílabas...resulta brillante, alguien que juega con las palabras suele ser alguien interesante.
El otro día estábamos fumándonos un pito en la puerta, con algunos de sus colegas, y salió el tema de la JMJ:
- "La semana que viene me voy a Madrid a ver al Papa"
Todos rieron, yo también, son unos ateazos del copón...
No ha ido, pero tuve la sensación de que no lo dijo de cachondeo, aunque los demás se lo tomarán a tal y después comentaran las barbaridades habituales.
A veces estamos tan metidos en el papel que nos toca representar en esta comedia que parece imposible que se pueda actuar de otra forma.
Tal vez de ahí venga su afición a jugar con las palabras: con ellas puede hacer lo que quiere sin tener que aguantar al plasta del apuntador que todos llevamos dentro.
Y es que, definitivamente, nadie ha nacido para compartir su vida con una bomba de aire...
hasta que te metan en una caja de galletas del Seven Eleven.
lunes, 22 de agosto de 2011
sábado, 20 de agosto de 2011
LA MUJER Y EL LIMONERO
Llevo siguiéndola desde hace meses pero ha sido hoy cuando me ha dejado parado.
La descubrí una tarde mientras le estaba echando el habitual vistazo al problema de ajedrez; a la izquierda, en el margen y junto a una pequeña fotografía suya, unas breves líneas sobre la Naturaleza, los bichos y su entorno, todo ese rollo...me gustó. Desde entonces, y siempre que me acuerdo, es lo único que leo de los articulistas del ABC (aunque últimamente me ha dado por seguir a De Prada, ¡gulps!). Busqué en San Google, ví que tenía un blog y miré algunas fotos de ella: una madurita de muy buen ver con una mirada que parece un mar en calma. Mejor; era la cara de alguien capaz de escribir así.
Uno puede escribir muy bien, académicamente, cada palabra en su lugar y no decirte nada, los periódicos están llenos de gente así, gente que parece como si escribiera con el maestro de gramática en sus espaldas. Yo pienso que uno debe escribir para decir algo, para contar con palabras lo que le pasa por dentro, porque una cosa es sentirlo y otra expresarlo, sientes y no sabes por qué, pero una vez escrito lo ves de otra manera, te calmas, no obtienes respuestas pero al menos le has dado forma, el contenido sigue vacío, pero el continente le da cierto sentido, modela tu inquietud, y siempre es reconfortante conocer los límites, lo único incomprensible es el infinito, por algo llevamos milenios fostiándonos con la idea de Dios, porque no hay dios que entienda algo sin medidas, simplemente eso.
Cuando esta tarde he leído lo de Mónica (nombre de mujer "bien cuidada" como le dice Hurt a la Turner en esa maravilla llamada "Fuego en el cuerpo") he sentido cierta envidia, he pensado que ojalá pudiera escribir algún día algo parecido, algo tan bueno, breve y colorido; al leerlo me ha llevado a ese momento, a ese instante, he visto esos colores y he sentido lo que ella quería que sintiéramos, a fin de cuentas eso es lo que un buen escritor busca: que quienes lo lean sientan una vivencia ajena y no bostezen.
Bueno, ya es suficiente, a fin de cuentas he escrito esto para fusilar ese extraordinario...¿como lo llamaría? ¿poema?...lo que sea de Mónica Fernandez Aceytuno, la culpable de que durante toda la tarde-noche de hoy sólo haya tenido limones en mi cabeza mientras despachaba cañas y cubalibres hablando de las gilipolleces de rigor.
Ahí va. Con toda mi admiración:
DEPENDIENTES
"Estaban tan alto que pedí a Mari que bajara todos los limones. Sobre una mesa, junto al limonero, llenan tres fruteros. Como hacia la luz del sol, se te van allí los ojos.
Pero se estropean con los días. Nada les sale bien sin su árbol."
jueves, 18 de agosto de 2011
NO ES EL REAL MADRID
Uno que se acerca a un desconocido (según posterior confesión suya) en medio de un tumulto para meterle el dedo en un ojo, no puede ser otra cosa más que un cobarde.
Este tipo, el último clavo ardiendo del fascio blanco, NO ES EL REAL MADRID.
El Real Madrid que yo conocí, el que admiraban mis mayores, era un equipo ganador, luchador y señorial; y tenía una afición que, por encima de todo, valoraba la garra y la entrega, muy parecida a la del Athletic, el corazón y la hombría, ir de cara por la vida, no de chulo, de perdonavidas...aquel Real Madrid podía perder, pero si cualquiera de los entrenadores que tuvieron en aquellos días hubiera cometido algo siquiera parecido a lo que el nefasto portugués hizo anoche no hubiera durado ni 0´2 en su cargo, hubiera sido despedido ipso-facto.
Y esto es así porque el Real Madrid ha sido ejemplo durante décadas, fue el equipo más querido, el más admirado, porque representaba un comportamiento, unos valores ante la pelea, que toda la gente de bien consideraba que eran los que se tienen que llevar por la vida; claro está que algunos lo odiaban, la envidia y la mala sangre es el deporte nacional, pero lo odiaban de la forma que el débil odia al fuerte: porque quiere ser como él y sabe que no puede, el odio del rencor, el odio del resentimiento.
El Real Madrid estaba antes de que llegara este cobarde y lo seguirá estando cuando se vaya, y volverá a ganar y volverá a ser el mejor sin necesidad de comportarse como lo que nunca ha sido, como el estúpido que a los 40 años quiere hacer lo que no pudo, o supo, hacer cuando tenía 20.
El Real Madrid ha ganado más títulos que nadie sin saber de la existencia de este cáncer, de este tumor que se le ha instalado en el estómago con el beneplácito de su cabeza pensante, desesperado por conseguir una medalla más en su trepadora vida, no le basta con poseer una de las mayores empresas del país, nadie le conocía y ahora todos le conocemos, lo único que quiere del Real Madrid es convertirlo en su juguete, en su equipo florero, y se ha jugado la última carta que le quedaba con un tramposo, con un cobarde, con un malnacido, con un extranjero que está a punto de cargarse a la selección española en el mejor momento de su historia. Paradoja: el equipo que más y mejor ha representado a España por el mundo ha sido puesto en las zarpas de un mercenario que no se para ante nada ni ante nadie para lograr SUS objetivos.
No puede ser que el mejor equipo de la historia, el equipo de todos, de derechas y de izquierdas, de ricos y pobres, de Madrid y de España, arrastre su historia por el barro a causa de las urgencias de un tipo tan poco recomendable como Floper y de la soberbia de un cobarde como el dedojos.
"Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano
sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano."
Éste es el Real Madrid, "todo nervio y corazón", el que se parte el pecho en el terreno de juego y no sale corriendo como una rata cuando pierde, el que no va metiendo el dedo en los ojos de los desconocidos porque no le resulta necesario, porque sabe que los desconocidos seguirán temiéndole y respetándole, porque sabe que los demás saben que al Real Madrid nunca se le puede dar por muerto...
A pesar de que ahora padezca un cáncer que, a veces, parece terminal.
Pero el Real Madrid saldrá adelante, ni el peor de los cánceres podrá con él, porque el Real Madrid es el fútbol.
Y mientras se juegue al fútbol existirá el Real Madrid.
Y volverá a ganar.
Cuando estos dos malnacidos no sean más que una nota a pie de página par.
martes, 16 de agosto de 2011
BLACK DOG
- "¿Recuerdas el final de la película de anoche?"
- "Sí, hombre...a eso todavía llego."
- "El protagonista tocando lo único que había salvado de su concienzudo escrutinio..."
- "Creo que lo que buscaba estaba ahí"
- "Es posible...pero, ¿por qué no lo rompe cuando incluso había sido capaz de destrozar con sus propios manos lo que parecía más sagrado para él: la estatuilla de la Virgen?"
- "Puede que por seguir teniendo una esperanza...si lo llega a romper y no encuentra nada se hubiera vuelto loco de remate"
- "Bien, vale, de acuerdo...¿pero por qué deja en último lugar el saxo y no la Virgen?"
- "Supongo que por una muestra más de su soberbia: continúa minusvalorando a sus enemigos, piensa que, en verdad, ellos no lo saben todo sobre él, lo que de verdad le importa, lo único sin lo que vivir sería absolutamente imposible..."
- "Explícate..."
- "Cree que ellos creen que no será capaz de romper aquello en lo que más cree, aquello por lo que está dispuesto a dejar de lado su aparente indiferencia, su frialdad, piensa que ellos piensan que no será capaz de romper su único resquicio de humanidad, de pertenencia a algo, de confianza en alguien...pero se vuelve a equivocar, su soberbia le vuelve a perder, ellos lo conocen mejor que él mismo y saben qué es lo único realmente indispensable para él: su saxo. Con él se puede olvidar de sí mismo y dar rienda suelta a su alma, a su espíritu; su libertad, la auténtica, se la da el saxo, con él no hay secretos, ni mentiras, ni espejos, él le da la vida y su criatura responde a sus sentimientos con hermosas melodías, porque hasta la tristeza puede ser hermosa si se pulsan las teclas correctas; él con su saxo se siente como Dios con su barro: es capaz de crear algo vivo de la muerte. Y por eso mata a la Virgen antes que al saxo: porque su pacto con aquella era otro síntoma de su soberbia: te defenderé mientras siga gozando de tus favores, mientras siga siendo el mejor...cuando se da cuenta de que ya no lo es la destroza, considera que el pacto se ha roto, a fin de cuentas no es más que un pedazo de yeso, nada puede hacer con él, y termina con ella, regresa con su Criatura, la única cosa en el mundo que puede controlar, que nunca le fallará, que permanecerá con él hasta la muerte, sin preguntas, ni reproches, ni espantadas...lo único que tiene que hacer es no perderla, evitar que caiga en manos de otro que la haga sonar mejor que él, el final de la película muestra a un hombre solitario que ya no quiere dejar de serlo, ya no buscará nada porque ha comprobado que siempre hay alguien mejor que tú, por mucho que te empeñes, por muchas fuerzas que dediques a tu obsesión, siempre habrá alguien mejor que tú...y no puede soportarlo. Así que se encierra en su casa con su Criatura, lejos de todos, pero al menos allí él es Dios: el sueño del soberbio."
- "Sí...puede ser...pero entonces ¿por qué durante la película se nos muestra a un hombre arrepentido, deseoso de redención por aquel trabajo con tan malas consecuencias, por qué se la juega para salvar a alguien que no conoce?"
- "Porque todavía no se conocía a sí mismo, aún le quedaba un resquicio de empatía, la esperanza de ser como el resto y formar parte de él...cuando comprueba que todo ha sido un engaño, que le han utilizado, se va a su castillo, a su fortaleza, al útero materno...y al comprobar que ni allí está a salvo es cuando se quita todas las caretas, todas las capas, como en ese vídeo de Williams donde acaba bailando un esqueleto...no destroza su piso, se destroza él. Y no revienta su saxo porque ese sería su final. Quiere seguir bailando aunque ya sólo sea un saco de huesos sin corazón ni cerebro...ni audiencia"
- "¿El miedo, no?"
- "El miedo y la soberbia. Los dos verdaderos pecados capitales del hombre"
POSTDATA:
Un nuevo blog de cine y música hecho por un amigo:
http://cinemelodic.blogspot.com/2011/08/malditos-bastardos-2009.html
La crítica de "Malditos Bastardos" de Quentin Tarántula
lunes, 8 de agosto de 2011
ENCADENADOS AL MONO
Se aproximan días en los que el viejo loco será tenido por visionario, días en los que su memoria será reparada para calmar nuestra conciencia, cuando decimos hacer algo por el bien de alguien en realidad lo hacemos por el nuestro, para el viejo loco será demasiado tarde, ya lo era cuando lo dijo aunque aún conservara una mínima esperanza, quizá por ello fue amado por la Verdad, porque no tenía miedo, nada tiene quien no espera nada, quien grita en la estepa y calla en el mercado ve la verdad al cerrar los ojos y oler a los mismos de siempre, los mismos canallas con diferente ropaje, pero les delata la peste, el hedor a cordero sacrificado que se esconde tras una rácana capa de aceite libado.
Días vienen que volverán a ser santificados con el incendio del fin de la Historia, pues eso es lo que siempre han querido, borrarla y reescribirla hasta su final, ya no hay más Historia, se acabó la Memoria, los hijos creen en ellos antes que en sus padres, a cambio del sí al mono rechazan el No del Hombre, el triunfo del mono es el fin de la Civilización, el regreso a la jungla, una jungla llena de ojos vacíos de alma que vigilarán que nadie trepe hacia las copas de sus gigantescos árboles de hormigón armado, donde todos seremos actores secundarios y en la que el sol no llegará a figurante, en lugar de bananas comeremos mono en conserva, mono caduco, mono pasado, mono disfrazado, mono que lleva milenios en su despensa, adoran el Carnaval y el Ruido, el gran Estruendo, el Narcótico final, aquel que apagará la luz de nuestros ojos para que veamos con la suya, el reflejo de la luz que hará del corazón de nuestros Padres un apetitoso filete a devorar y olvidar.
Y cuando nos hayamos comido ese corazón ya sólo quedará carne de mono para alimentarnos.
Y entonces todo se resumirá con una frase: el Hombre no es más que un mono.
Que es lo que siempre han querido.
Hacer del Hombre su esclavo.
jueves, 4 de agosto de 2011
CAZADO OTRA VEZ
A veces sigo soñando contigo. Ahora, por ejemplo. Una mañana que no lo era, vuelvo a casa con el enano de ayer en la cabeza (¡cómo puede afectarme tanto eso, Dios mío!) y me meto en la cama para dormir un poco más, desde que no bebo no sé qué coño me pasa pero parece como si estuviera convirtiéndome en una marmota, viviendo un eterno día de la marmota, ¿habré de volver a beber?...bajo la persiana hasta el fondo de mi cuarto, hago la noche mientras afuera todo es dorado como el sol, imitación pero como él, una vuelta, dos revueltas y caigo...y sueño.
Sitios que conozco, situaciones estrambóticas, no pasa nada. Voy a una farmacia y me bebo una ginebra con limón mientras el caraflán busca y rebusca algo en las profundidades, no veo lo que es, no sé si lo he pedido yo, otro trago, son las doce de la mañana y estoy bebiéndome un cubalibre en una farmacia, me siento bien, sale la ajada ninfómana y me pregunta como siempre, le digo que me dé ese libraco de Tuthankamón, vuelve a reírse e intenta meterlo en una bolsa, es demasiado grande, no entra, llegan dos amigos, charlamos, "¿qué haces bebiendo?", reímos, "uno y me voy, tengo que trabajar...", salgo y entro en una especie de pensión, no hay calles en los sueños, veo la tele encendida, voy a apagarla y llega un chaval con la Play, "entonces la dejo encendida", "no hace falta", salgo subo unas escaleras, tengo que dormir pero aparezco en casa de mis padres, tú estás sentada con una amiga, voy a besarte y me rechazas, no dices nada, no me miras, me siento en un rincón y te miro, tu amiga habla, tú no dices nada, simplemente estás allí, mi viejo en pijama fumándose un ducados, "¿qué haces fumando?", "es el de todos los años" dice uno, me voy de allí, enfandado, maldiciendo, tirándolo todo...despierto.
Estoy despierto, no ha sido verdad, sólo otro sueño, intento volverlo a atrapar pero no puedo, tú eres la presa, el sueño quien caza.
Voy a la cocina y pongo agua a cocer, hoy me los comeré con queso del bueno, la marmota a veces se cansa de pisar el charco y poner buena cara, de vez en cuando conviene soltar una hostia, así aún tienes una posibilidad de no olvidar lo que fuístes y no abandonarte a lo que eres.
Puede que la marmota necesite unos buenos copazos de dolor.
Así no dormirá tanto.
Eso o no despertar y seguir viéndote.
Aunque hagas como si no existiera.
lunes, 1 de agosto de 2011
LA CAJA DE LOS ZAPATOS VIEJOS
No podía dormir, no se me iba de la cabeza lo de Carlos y su mujer, así que me he levantado y he salido a pasear por primera vez después de toda una semana. Ya sestearé mañana. O cuando sea.
Hacía una tarde extraña, enseguida me he dado cuenta que no iba a ir a ningún sitio, una luz pálida, como si el cielo estuviera envuelto en una tela, como si todo él fuera una ligera nube, como si estuviera nevando allí arriba, pero aquí abajo hacía calor, un bochorno indecible, y luego un viento abrasador, racheado, el maldito viento que todo lo jode y todo lo oye.
Iba caminando por donde siempre, sin encontrarme a nadie, oyendo canciones que hoy no me decían nada, cuando a lo lejos he visto el cementerio, ya tenía un sitio donde ir, de vez en cuando hay que regresar al pasado.
En la entrada estaba un gordo silencioso y cabizbajo junto a su bici, nos hemos ignorado y he pasado adentro, he mirado en el tablón de anuncios pero no he visto su nombre, ella no era de aquí, la enterrarán en su pueblo, había pensado en ir mañana al funeral, ya tengo una excusa para no hacerlo.
He ido a ver a los míos, recuerdo donde están, he estado muchas veces por aquí, no ha pasado el tiempo suficiente para olvidarlo, he rezado ante cada una de sus tumbas, maquinalmente, en blanco, me he descubierto y me he quitado las gafas de sol, convenciones, la muerte no quiere nada más. La muerte no quiere nada. Por eso es terrible. No puedes negociar con ella.
Uno de mis abuelos había perdido la C de su segundo apellido, la he encontrado y he intentado colocársela, al final he conseguido dejarla media puesta, no suelo pasear con un bote de pegamento fuerte en el bolsillo, quizá ya la habrá tirado el viento, seguro, al viento le encanta tirar las cosas, se vuelve loco tirando las cosas, y los muros...hijoputa. Tampoco creo que a mi abuelo le importe, lleva 30 años ahí y una C de menos no lo va a sacar, además que después de 30 años sin comer ni beber debe dar grima verlo, después de 30 años sólo provocas lágrimas en unos cuantos, cada vez menos, en el tiempo está el olvido y en el olvido el desierto.
Iba a marcharme cuando he reparado en los panteones; me gusta mirar las tumbas, ver los nombres, fechas de nacimiento y defunción, las fotografías, los Cristos y Madres Dolorosas, los ángeles custodios...la mayoría son del tipo standard, tarifa normal, pero algunos se dejan la pasta en la casa de sus muertos, auténticas obras de arte, siempre me maravilló ver esas figuras, crear expresión de algo muerto, llegas a emocionarte viendo esas esculturas que guardan el eterno sueño de sus moradores, día y noche, mes tras mes, año tras año, ellas están siempre allí, velándolos, cuando te mueres las piedras se convierten en tus mejores amigos, en tus únicos amigos, porque las ratas y los gusanos te acompañan por el interés. Y eso no es amistad. Tanto en la vida como en la muerte.
Algunos de los panteones datan de mediados del siglo XIX, albergan un montón de huesos, decenas de familiares, viejos y jóvenes, hombres y mujeres, muchos niños de cuando nacer era toda una aventura, cuando de diez sobrevivían tres a los primeros años, y presidiéndolo todo un Cristo del Sagrado Corazón, una extraordinaria escultura con el corazón en la mano derecha y una mirada...no es que las piedras hablen pero a veces nosotros las oímos, para oír hay que saber escuchar, y el lenguaje de las piedras tiene su frecuencia aunque nosotros casi siempre estemos fuera de onda, pero hoy yo estaba dentro.
Después he hecho un ligero intento por encontrar la tumba de mi amigo Pedro, uno más, y otra vez sin resultado, no sé donde coño lo enterraron, recuerdo la zona pero son tantas...una vez creo que las repasé todas y no dí con la suya, miraría mal o la habrán cambiado, o la habrán tirado o yo que sé, pero sigo sin verla, tampoco la del tío Victoriano, me pasa lo mismo, la de Ángel sí, ésa sí, aunque hoy no he parado a verle, lo olvidé, el tiempo y esta tarde tan extraña...
Sentado sobre la lápida de un desconocido, en la más absoluta soledad, oyendo el canto de los pájaros y bajo la sombra de un enorme ciprés que danzaba al son del viento, he visto una tumba medio abierta sólo cubierta por unos trozos de madera podrida, oscura aún cuando al sol le quedaba un buen trecho del camino, he ido a ella y he mirado dentro, con cuidado, éste tuvo que ser un mindundi, hasta en la muerte hay clases, por no tener no tenía ni nombre, ahí abajo se vislumbraba una capa de cemento que supongo ocultará lo que quede de su ataúd, me ha venido a la cabeza la visión de una caja de zapatos viejos, como cuando te compras unos nuevos y metes aquellos en la caja de éstos, como si así pudieran regenerarse, como si de esa forma, dejándolos descansar, pudieran volver a ser lustrosos y brillantes, otra vez preparados para iniciar el camino...pero no, pasará el tiempo, los nuevos se convertirán en viejos y tomarán idéntico camino, hasta que un día tengas tantas cajas de zapatos viejos en el armario que no te quedarán más cojones que tirarlos a la basura, ya ni tú mismo recordarás si alguna vez te los pusistes, si anduvieron contigo parte de tu senda...el tiempo y el olvido.
Y un armario demasiado pequeño.
Para algun@s más que para otr@s.
EL VOLATINERO HA PERDIDO SU BALANCÍN
- "¿A que no sabes quien se ha matao, Kufistín?"
- "No..."
- "El hermano de la panadera donde te compro la torta de chocolate, hoy no te la traigo por eso, estaba cerrada..."
- "(mecagoenlaputa)"
- "...fue a hacerle una visita a su madre y se ahorcó allí, en una habitación...¿tú te crees?...ir a ver a la madre para hacer eso...¡cómo están las cabezas!...dicen que estaba en trámites de separación, ¡será tonto!, ¡búscate a otra que las hay por millones!...¡cómo están las cabezas, hijo, cómo están las cabezas!..."
La he dejado con su tarea, hoy va a tener para largo, especialmente con la cocina, una pocilga debe oler mejor, días y días con los cacharros sucios, menudo regalito de bienvenida, si me hubiera endulzado el paladar con ese soberbio chocolate de seguro que la hubiera limpiado yo, pero no lo he hecho. Y es que en la vida siempre hay un gilipollas dispuesto a cortarte el rollo. Bueno, un gilipoollas menos, la Mari a limpiar la casa y yo a escribir en el parque; ella hablándole al gato y yo mirando a la ardilla, le he dejado una nuez sobre la mesa, todavía no ha bajado del árbol, supongo que estará estudiando el terreno, pros y contras, cara y cruz, pero lo que seguro no hará es colgarse de una soga. Eso fijo.
Esta es tierra de colgaos; no exagero si os digo que el 80 % de los que se suprimen son hombres de mediana edad, con problemas matrimoniales y que eligen el ahorcamiento para acabar con todo de una maldita vez. Mujeres pocas, ahora mismo no recuerdo ninguna, bueno sí, una vecina de un tío mío, los hijos se fueron de casa, se casaron y eso, ella se quedó sola con el zamuzo de su marido y la enganchó una depresión, a medicarse y tal, una mañana se automedicó con una botella de lejía, arrepentida y con las tripas ardiendo fue a pedir ayuda a la casa de mi tío (ia, ia, oooo), la llevaron al hospital, lavado de estómago y regreso al hogar, durante unos días los nenes vuelven a casa, hasta la próxima botella, hijos míos. Las ventajas de lavar en seco. Quizá le compren una máquina de esas como regalo de cumpleaños.
Los hombres se ahorcan para irse al otro barrio empalmados y las mujeres beben lejía para irse limpias.
Cosas del subsconciente. Supongo.
Luego hay casos en los que te preguntas si Dios no estará de cachondeo, de güasa, sino será una especie de Salomé aburrida, deseosa de cabezas en bandejas de plata o, como en el caso que voy a contaros, ansiosa por ver la nueva y definitiva caída de un resucitado. A mucha gente lo que de verdad le pone es ver al personal pasándolo fatal, quizá a Dios también, quedamos en que se aburre cuando no ve torear a JT, y el cabrón se prodiga tan poco que con algo debe rellenar la espera.
Carlos es un tío de treinta y pocos, con un pasado que le costó enterrar cerca de un año en un centro de desintoxicación. En sus tiempos de mayor cuelgue realizaba "performance" en las que se dedicaba a hacer el cabra, a berrear cosas absurdas, a drogarse ante los ojos de todos y a autolesionarse golpeándose o cortándose con una cuchilla. Todo muy cool, muy arriesgado, muy alternativo...a mí me daba lástima, lo conocía de antes y no era así, simplemente se trataba de otro chaval solitario que se sentía aceptado cuando se colocaba, formaba parte de algo, hasta que en lugar de usar las drogas como puerta de acceso hacia los demás éstas lo engañaron y lo encerraron en su habitación. Una habitación jodida. Sin ventanas ni ventilación.
Estuvo a punto de cagarla, a puntito...tuvo la suerte de tener a su lado una mujer que le quería, una mujer que le obligó a elegir entre pasar una temporada en una granja en compañía de otros deshechos humanos, cuidando de los pollitos, LIMPIÁNDOSE o abandonarle...Carlos aceptó y lo consiguió, lleva años sin tomar nada, le cambió hasta la cara, volvió a ser el buen chaval que siempre había sido (aún en lo más jodido de su adicción) sin necesidad de hacerse daño, a fin de cuentas ya tenía lo que todos buscamos: alguien que te quiera por cómo eres, sin disfraces. Y es que no se puede actuar las 24 horas del día los 7 días a la semana. A no ser que quieras volverte loco.
Se casó, regresó a su antiguo empleo, su mujer se quedó embarazada...
El jueves estuvo por el bar, me pidió un zumo, lo ví raro.
- "¿Qué tal?"
- "En el hospital..."
- "¿Y eso?"
- " Mi mujer...está embarazada de siete meses...le ha subido la tensión y no está bien..."
Ayer volvió con un amigo, supongo que familiar de su señora, grandes ojeras, gesto serio...
- "¿Cómo está?"
- "Mal, esta tarde creían que se les iba... la niña está bien pero ella muy mal...una hemorragia interna..."
Algunos se quitan de en medio porque quienes ellos quieren dejan de quererlos y creen que nunca más volverán a ser amados.
Otros siguen en el medio porque quienes les aman quieren que sigan ahí, en el medio, que no salgan del círculo, fuera no hay nada.
Carlos siempre estará a un chupito de Johnnie Walker para salirse fuera, pero con una pequeña diferencia: si ella sigue con vida estará lejos de su alcance.
Pero como ella muera...
Desde luego no seré yo el que se lo ponga.
Mientras pasaba esto a la máquina me he enterado de la muerte de su mujer la pasada madrugada.
Tenía 27 años.
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