jueves, 6 de mayo de 2010

LA INCOMPARABLE TRAYECTORIA VITAL DE NARCISO PLUTÓN





El narcisista patológico, el Narciso desatado, suele ser un señor de infancia delicada, criado entre algodones, blasones y homéricas leyendas de sus antepasadísimos que, llegado el trágico momento, llora desconsolodamente cuando su mamá le dice que ya es lo suficientemente grande como para limpiarse el culo solito, en el hipotético caso que no lo hiciera su ama de cría, pero es que con quince años hasta los truños de la mayor belleza que haya existido huelen mal.

Éste es el primer descenso a los infiernos del Narciso desatado.

Pasan los años, se suceden las hostias pero Narciso sigue mateniendo una gran autoconfianza; tarde o temprano llegará el universal reconocimiento a su eximia figura. Durante su luminoso paso como interno V.I.P por la Universidad privadísima Quo Vadis Tú? es celebrado su ingenio por maestros y compañeros; aquellos le demuestran su admiración con una interminable colección de ceros patateros, y éstos no piensan en otra cosa que en nuestro Narciso:

- "¿Qué le hacemos esta noche?"
- "¡Joder! No sé...yo creo que en el fondo le gusta ser humillado..."
- "He pensao que podríamos pegarle los labios con silicona, a ver si se calla de una puta vez"
- "No jodas! ¿Te lo imaginas hablando en gestos? ¡Acabaríamos todos locos!"
- "Pues algo habrá que hacer. Éste tío me tiene consumido; ¡ya odio hasta a mi madre!"

Finalmente consigue el título de come-cabezas con distintivo azabache a la inaúdita edad de 33 años. Su mentor y guía espiritual, el padre Bartolomé, pone en un brete a la dirección del centro:

-"O licenciáis a éste tío como sea o ahora mismo me corto el cuello delante de todos vosotros"

Con su incomparable presencia, su título comecabecero y su proverbial autoconfianza se lanza a las procelosas aguas de la vida, no sin antes despedirse del padre Bartolomé:

- "Espero que haya disfrutado de mi presencia durante estos años"

El padre Bartolomé, no sabe que decir, Narciso desatado piensa que es por la emoción que le embarga al despedirse de un hombre tan clave en la Historia del Universo; la explicación es más prosaica: don Bartolomé está sufriendo un infarto agudo de miocardio, un ataque apiléptico y un severo dolor de la muela del juicio. Jamás logrará recuperarse.

Su distinguida familia le monta una consulta en el barrio más "cool" de la ciudad. En poco tiempo su nombre recorre la ciudad:

- "¿Habéis oído hablar de Narciso Plutón?"
- "Claro. No se habla de otra cosa"
- "Dicen que cura a la gente sin pastillas, ni electro-shocks...sólo hablándoles...que con una sola visita arregla el tarro del más pirao..."
- "Pues claro que sólo necesitan una visita..."
- "¿Cómo que pues claro? ¡Eso es un milagro!"
- "Un milagro es resucitar a los muertos"
- "¡Y eso que coño tiene que ver!"
- "Mucho. Narciso ha sido nombrado Tremendix Benefacter de la casa de sogas "La Solución Final"
- "¿De qué cojones estás hablando?"
- "Sabéis donde tiene la consulta, ¿no?, pues en el bajo del edificio está la citada empresa, la cual, debido a su exponencial crecimiento de ventas, ha desbancado al McDonalds como valor número 1 del índice Nikkei."
- "¿Y qué?"
- "Pues que se da la curiosa circunstancia de que todos los clientes que han pasado por la consulta de Narciso Plutón hicieron lo mismo: compraron una hermosa maroma y la utilizaron como corbata en el parque más cercano."


Continuará...

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