jueves, 29 de noviembre de 2012

ÚLTIMOS GIROS DE LA VÁLVULA




- "¿Y eso...?" le dije mirando algo con aspecto de DVD que acababa de dejar sobre la barra.
- "Ah...un juego que me he comprado"

Y una vez que hubo recuperado el resuello perdido en su bicicleta de carreras me explicó de lo que trataba, cosa que saltaba a simple vista, no había más que ver la portada...era un juego de guerra para la Playstation 3.

Habló como siempre, es decir, como si los demás no tuviéramos boca, pero un síntoma como ese, quizá el primero de la mala educación, no lo es tal en él, o al menos no de forma deliberada; simplemente tiene un cerebro que se quedó clavado en la quinta marcha: un cerebro a tope calderas.

Es un hombre a un cerebro pegado. Y profusamente señalizado: si todos fuéramos como él, no serían necesarias las cárceles comunes. Bastaría con la que tenemos tras la frente.

Posee una amplia cultura adquirida, de todo sabe y todo lo relativo a ella le interesa, aunque no creo que su delicado trabajo, absorbente como pocos, le deje mucho tiempo, pero una vez me confesó que duerme poco y mal, nunca más de cuatro horas y a saltos, será cosa de ese jodido cerebro, siempre sobre-estimulado por la multitud de cachivaches electrónicos que compra el cuerpo que le transporta, tan insaciable como Ariana Jollee, y eso, como dejó escrito Aristóteles, más es una condena que una bendición: la virtud sigue estando en el medio. Por los siglos de los siglos. Y más allá de Júpiter, también.

He de reconocer que me sorprendió esa nueva, para mi, faceta suya, la de friki de los videojuegos, y no por la responsabilidad de su oficio (he conocido a otros de su misma profesión que no eran frikis, sino frikones, pero además imbéciles, que lo uno no quita lo otro) sino porque no me cuadraba en alguien como él. Pero los cuadrados solo existen en nuestra imaginación.

Todavía más me sorprendió la pasión con la que hablaba, y no por convencer, creo que le importa muy poco lo que piensen de él, de alguien que está absolutamente convencido de todo en lo que cree, y es que como bien dijo Poe "quien está convencido no necesita convencer".

Un hombre cercano a los cincuenta años, un soltero que cuida de su anciana madre, un más que probable superdotado intelectualmente, mata parte de su tiempo jugando a algo que jamás, por convicción, se le ocurriría hacer en la vida real, aún cuando fuera su pellejo el que estuviera en juego, estoy seguro de ello...Y es que si hasta las ollas a presión tienen una válvula de escape, ¡como no la va a tener la cabeza de un hombre! El juego no es real, pero tiene aspecto de serlo. Y así es como la bestia que todos llevamos dentro, la que nos trajo hasta la orilla después de atravesar océanos embravecidos, sacia su apetito, más anoréxico generación tras generación, al menos en esta parte del mundo que fue su faro y ahora no llega a cerilla: ya no es la música, sino la Máquina quien amansa a la fiera. Creadas para servirnos, vamos a terminar convertidos en sus esclavos.

Primer gran error: todo lo que te hace la vida más fácil, te enferma.

Segundo gran error: todo lo que te entretiene, acaba por dominarte.

Uno no viene al mundo para habitar una casa automatizada, o para que le entretengan. O al menos no debería de ser así.

Quizá Unabomber sea un profeta de nuestro tiempo.

No confíes en las máquinas, y menos en quienes las manejan. Todavía.

Se acerca el tiempo de regresar al mar en busca de la otra orilla.

Y volver a vivir. Aunque sea menos tiempo.

¿Pero quien dijo que nuestro destino final fuera transformarnos en tortugas de arena?

Hacia el agua...otra vez.





2 comentarios:

  1. A veces la tecnologia acaba por privar al cerebro de su mision mas importante, pensar. Yo, de niño jugaba con 11 vaqueros y 11 indios en el suelo, con una canica de colores y dos cestitas de fresas como porterias. Soñaba con un futbolin que nunca pude tener. Hoy, un futbolin ya es demasiado antiguo. Y hasta el Fifa Pro 12 o como se llame, ya es un juego pasado de moda.
    Lo malo es que se empiezan a enganchar hasta los que usaban el cerebro para lo importante.

    Por si te apetece, tengo una vision del derbi que a lo mejor te gusta.

    http://unblogmuycule.blogspot.com.es/2012/11/el-derbi-madrileno.html

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    1. La tecnología es nefasta porque no mejora al hombre, al contrario: lo debilita.

      Es el perfecto tam-tam de barco negrero, no necesita ni latigadores; seguiremos remando cuando en cubierta no quede ni Black and Decker

      Ahora voy, amigo

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