jueves, 8 de noviembre de 2012

JESSYCA MULLENBERG



Era como si estuvieras viendo hablar a un personaje dostoyevskiano, pero no una adaptación de alguna de sus inmortales obras, no...era como si hubiera escapado del papel para ponerse delante de una cámara sobre fondo negro y contar su historia, su cruz, su calvario como humillada y ofendida. He recordado aquel capítulo suprimido de Demonios, su mejor novela, cuando Stavroguin viola a la niña después de estar mirando un buen rato la araña de la ventana...

La mujer del televisor estaría cerca de la treintena, de largo pelo rubio y lacio que descubría sus orejas de soplillo, grandes ojos claros, tez pálida, finos labios, la nariz un tanto hinchada, apenas tenía barbilla, cosa de la que dio cuenta al final, pero lo esencial eran sus ojos porque lo que estaba contando su boca se veía en ellos, en los que miraban a su interlocutor, invisible para nosotros, hasta que la emoción por la memoria de aquello la obligaba a bajar la vista o a enjuagarse alguna que otra lágrima, no muchas, le caían de una en una, supongo que tendrá el depósito vacío. Y por eso tienen que doler tanto.

Tenía ocho años cuando el profesor de apoyo de su clase la toqueteó por primera vez. Al principio no le dio demasiada importancia, estaban jugando con el resto de niños, solo era un simple contacto físico, un juego, nada más...pero cuando el manoseo se hizo más fuerte empezó a pensar que algo no iba bien, que eso no era normal. Una mañana la apartó del resto del grupo, se la llevó a una habitación y abusó de ella, "si le cuentas algo a alguien mato a tu familia y después a ti"

El Maestro era vecino de la casa donde vivía con su madre, su padrastro y sus hermanos. Era un treintañero separado que se había quedado con los hijos, cosa que enternecía a la madre de Jessyca y por ello no ponía objeción alguna a que los suyos fueran a jugar a su casa: sin darse cuenta estaba sirviéndole a su hija en bandeja de plata al lobo.

Mato a tu familia y después a ti...

Durante dos años raro fue el día en el que no cayó en sus garras, "dime que te gusta, zorra" y le pegaba si no decía que le gustaba, "sí...me gusta..."

Un día su madre le dijo que iban a marcharse a otra ciudad porque a su padrastro lo trasladaban.

Creyó morir de felicidad. Aunque no por mucho tiempo, pues también le dijo que el vecino, "tu maestro", se iba a otro lugar.

Pero no donde destinaron a su padrastro, no...ahora era vecino de su padre, al que iba a ver junto con sus hermanos los fines de semana alternos.

El padre biológico no se preocupaba demasiado por ellos, así que cuando su vecino, el Maestro, le comentó que estaba formando un grupo de niños para hacer deporte, talleres literarios, excursiones y tal, no tardó mucho en aceptar su ofrecimiento, por lo que, por segunda vez, fue puesta en la garras del lobo por sus propios padres.

Así estuvo hasta los trece años, hasta el día en el que el Maestro le dijo a su padre que un editor estaba interesado en publicar los relatos de Jessyca, pero que era necesario ir a verlo para formalizar el asunto y que si no tenía inconveniente en dejársela durante aquel fin de semana, "cojonudo" debió pensar él, "¿lo sabe mamá?" dijo ella...Mamá no sabía nada.

Pero se la dejó.

Poco después de subir en el coche del Maestro para iniciar el viaje se quedó dormida: cuando despertó estaba atada de pies y manos, "¿va a matarme?" pensó

- "¿Cuando voy a volver a casa?"
- "No vas a volver a casa"

En el aeropuerto la hizo pasar por su hija, un cuchillo en la espalda, y llegaron a su destino. Cogieron el primer taxi y fueron a un hotel.

Ahí fue la primera vez que le enseñó pornografía, "mira el televisor", y después tenía que hacerle lo mismo que había visto. Y si no lo hacía bien, le pegaba.

Dí que te gusta, zorra...

Cambiaron de hotel y volvió a hacerla pasar por su hija, "la educo en casa" decía a modo de excusa para no levantar sospechas entre el personal, arrancó los cables del teléfono y la ataba a la cama cuando tenía que salir a la calle, "se compró una gorra de béisbol y se dejó la barba...mis padres ya habían denunciado mi desaparición...me decía que no me querían...que nadie me quería...que no le importaba a nadie...terminé creyéndomelo..."

Una noche le dijo que se le estaba acabando el dinero y que iba a prostituirla y a mirar.

Tres meses y medio después de ser secuestrada fue liberada por unos agentes del FBI que recibieron el aviso de una limpiadora a la que no le cuadraba demasiado aquella historia del cole en casa...

"Cuando abrieron la puerta...era de noche...de madrugada...yo creía que era un sueño..."

Y se ha visto su llegada al aeropuerto, una gorra del FBI en la cabeza, una niña corriendo para abrazar a su madre...

El regreso a la vida normal, a la vida, fue complicado, no se acostumbraba a dormir en su cama, en su casa, con sus hermanos. En el colegio los compañeros le pegaban, se burlaban de ella, "¿por qué no te escapaste, zorra?" La cosa cambió cuando se fue a la Universidad.

Y allí se hizo abogada con honores.

Se casó, y ahora se dedica a la búsqueda de niños desaparecidos, "aparecen pocos...sí...pero es lo que tengo que hacer"

El Maestro fue detenido y condenado a 41 años...una foto, sonriente, medio calvo, boca grande, gafapasta...

"No es suficiente...en Wisconsin no hay pena de muerte..."

No, Jessyca no conocía Estocolmo.

Y yo tampoco.

Ni ganas.


8 comentarios:

  1. Telita marinera con el amigo profe, que era para hacerle algo parecido como a los de la peli esa de Hostel. Y los padres tambien para echarlos de comer aparte.

    Un abrazo.

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    1. No sé yo si los padres, sobretodo la madre...los lobos visten piel de cordero: nadie los quiere si llevan la suya.

      Otro para ti.

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  2. Joder, Kufisto. Los pelos de punta y una lagrimilla a punto de atreverse a aflorar. Esta semana he terminado un libro "Nadie te encontrara". No es de una niña, es de una adulta pero tambien es de un loco, tan loco como este.
    speremos que un abogado listo no lo saque en 4 años por problemas sicologicos, y no acabe vendiendo su exclusiva por las teles.Aqui habria bofetadas para pagarle en Tele 5 y acabaria, tras su perdon, protegido con el dinero de la victima.
    Bestial, Kufisto, absolutamente bestial.

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    1. Sueño con ser el Amo del Mundo (al menos durante media hora) para volar la sede de Telemierda con Vasile y sus estrellas dentro.

      No dudaría, que decía el yítan yonki. Ni cero coma...

      Gracias, amigo.

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  3. Y el ponerte el enlace a un nuevo articulo en mi blog(hoy me apetecia hablar de los arbitros) lo hago en un comentario aparte. No se puede mezclar ese horror con la naderia del futbol.
    Espero que te pases y que me eches una mano(tu sabes como).
    Abrazo

    http://unblogmuycule.blogspot.com.es/2012/11/no-me-chilles-que-no-te-veoel-4-arbitro.html

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  4. Y leo esto a dias de que mi hija cumpla 4 años y a 2 meses de que mi hijo cumpla 2. La leche.

    Habrá que pensar como prevenir en lo posible casos así. ¿como le explicas que deben hacer ante una situacion que no puedes ni quieres explicarles?. Supongo que habrá que sembrar confianza a expuertas.

    Y habrá que sacarse el permiso de armas por si acaso.

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    1. Si yo fuera padre tendrían que extraerme la mierda por cesárea.

      Un saludo, amigo.

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  5. Hola Kufisto. Ya estoy de vuelta de mi viajecito. Acabo de publicar un articulo. Te lo dejo como de costumbre.
    Abrazo

    http://unblogmuycule.blogspot.com.es/2012/11/los-miserables.html

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