viernes, 22 de julio de 2011
38
Nací a las ocho de la tarde de uno de los días más calurosos de 1973, yo esto lo sé de oídas, como vosotros sabéis el vuestro; es curioso, pero no recordamos nada de cuando iniciamos nuestro camino y si vivimos lo suficiente terminaremos por olvidarlo todo. Somos como un cd virgen listo para ser llenado de datos, pero a veces salen defectusos, o caen en manos inexpertas que lo dejan por la mitad o al principio, o tú mismo no terminas de completarlo porque no se te ocurre ninguna buena canción más que merezca ser incluída...algunos son regrabables, los más caros, los normalitos sólo tienen esa oportunidad, después ya nadie podrá volver a grabar sobre ellos, en las antiguas cintas sí se podía aunque le hubieras quitado la lengüeta, bastaba con ponerle un poco de celo encima y ya estaba lista para empezar otra vez, claro que antes las cosas eran diferentes, las cosas se hacían para que duraran, ahora se hacen para que se estropeen. Cosas del aumento de la esperanza de vida y de la conspiración judeo-masónica.
No salí demasiado bien, estaba a gusto en el claustro materno, cuando abrieron la puerta no les hice mucho caso, así que tuvieron que entrar a por mí y me sacaron poco más o menos que a la fuerza, tan es así que estuve a punto de morir durante el desalojo, me bajaron a la capilla y todo, las monjitas me bautizaron y rezaron por mí, me iba del vestuario al hotel sin pasar por el terreno de juego, pero al final salí adelante, el partido iba a tener una prórroga.
Fuí el primero de lo que después se convirtió en una familia numerosa de aquellos años, hoy poco más o menos sería una familia-estado, antes se decía que con ocho basta, ahora con uno o con ninguno. Cosas del control de la población y de los gurús del NWO.
Mi niñez fue todo lo feliz que podía haber sido, no me faltó de nada, ni cariño, ni juguetes, ni caprichos, ni nada que pudiera desear, era el primogénito y eso siempre conllevaba algunas ventajas pero también ciertas obligaciones, debías dar ejemplo a tus hermanos pequeños y tal, comportarte...yo era un niño bueno, obediente, irritable y aplicado, creía en la justicia de los mayores, por eso si alguno de mis hermanos hacían algo que no debían hacer yo me enfadaba mucho, no lo entendía, ¿por qué hacer algo que tus padres te habían dicho que no hicieras?, entonces llegaban las peleas, los gritos y las maternales zapatillas voladoras, mis hermanos y yo nos jurábamos muerte eterna y a los quince minutos ya estábamos juntos otra vez. Ahora no. Cosas del paso del tiempo y del imparable deterioro del pararrayos anti-tormentas.
Me gustaba el colegio, me gustaba estudiar, me gustaba leer y me gustaba sacar buenas notas, mis padres se ponían contentos y yo también al verlos, la vida era fácil, sólo tenías que hacer bien lo que te decían que tenías que hacer, para mí eso era un axioma, ¿por qué hacer otra cosa?, no entendía la rebeldía, me sacaba de mis casillas, por mí los hubiera apalizado a todos, ¿por qué no hacéis lo que tenéis que hacer?...
No era de los más populares ni de los más solitarios, un término medio, cuando uno es un niño hace amistad con quienes son como él, la búsqueda de uno mismo y todos esos rollos vienen después, cuando te sales del buen camino y en lugar de encotrarte a tí mismo te pierdes en los demás, te vuelves como otros a quienes les importa una mierda lo que ocurra con tu futuro, dejas de ser tú para que otros que no son como tú crean que ya eres uno de ellos. Y ahí empieza todo.
Ahí comienza la Gran Equivocación.
Recuerdo perfectamente la tarde en la que abandone la autopista buena para coger otra que decían era mejor pero no pasaba de comarcal .
Era verano, yo tenía 14 años y las hormonas en constante ebullición: barba en la cara y en las pelotas, todo el día empalmao y empiezas a mirar a esos extraños seres llamados chicas que antes tanto te aburrían con creciente (¡crecientísimo!) interés.
Escondido tras una esquina ví entrar en un bar a los "malos" del colegio, los demás sabíamos que ya fumaban y bebían vino y cerveza, incluso algún cubalibre, se decía que de vez en cuando le tocaban las tetas a alguna, que uno de ellos ya se había estrenado...yo estaba aburrido de mis amigos y subyugado por mi polla, así que me decidí a entrar en ese garito no sin antes habérmelo pensado cuatrocientas veces.
Entré por mi propio pie y salí por mi propio pie algunos años más tarde, los suficientes como para no recordar donde estaba la vía de entrada a la autopista, así que tuve que conformarme con una nacional cualquiera, pero al menos ya no estaba en aquella comarcal que más era ya un camino de cabras que otra cosa. O de cabrones.
¿Por qué no hacer lo que aquellos que te quieren dicen que tienes que hacer?
El equipo de música es cojonudo, el cd está en buen estado, la selección de canciones elegida es extraordinaria...¿qué es lo que falla? que de vez en cuando se va la luz por sobrecarga y si tú no estás al loro, pendiente de la grabación, cuando regreses para recogerlo y llevarlo como banda sonora de tu viaje verás que no está completo y que ya no te queda tiempo para completarlo, tienes que salir pitando y el tiempo no se para por nada ni por nadie, haber estado donde tenías que estar. Ahora te jodes y a escuchar los 40.
De todas formas lo hecho, hecho está, es tontería darle más vueltas a la peonza, además, tampoco me ha ido tan mal, al contrario, soy un tío con bastante suerte, no puedo quejarme, pero a veces me asalta la duda de cómo sería si aquella tarde de verano de 1987 no hubiera entrado a aquel bareto...
Eso ya es cuestión de imaginación, pero de lo que estoy seguro es que vosotr@s no me hubiérais conocido.
Bueno, quizás a mí sí.
Pero no a Kufisto.
Feliz cumpleaños, A.
Tu regalo: http://www.youtube.com/watch?v=eZar7uJJjoQ
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Felicidades si es tu cumpleaños.Percibo cierta sensación de que te sientes mayor.
ResponderEliminarNaerices Kufis, hasta llegar a los míos tienes lo mejor, porque:
-Ya has pasado la calentura.
-Ni te sientes tragado por el mundo ni sientes deseos de tragártelo. Estás en paz con él.
-Y has/hemos encontrado a Rachel.
Sé feliz.
Joanpi
Felicidades Kufis.
ResponderEliminarTal y como sospechaba somos de la misma quinta. Yo también nací un caluroso día de 1973, solo que un poco más tarde. Me llevas unas semanas. Ya me contarás qué se siente con 38. Yo seguiré disfrutando un poco más de mis ya agonizantes 37.
Por cierto, esto es una estafa, ¡si hace un rato estaba celebrando mi mayoría de edad... y en cuanto me doy cuenta ya voy para cuarentón! Qué sensación más desagradable de fugacidad. Y según dicen los viejos, irá a peor. No te creas, me como el tarro con eso últimamente más de lo recomendable.
En fin, un saludo y que pases un buen día. Felicidades.
Puskitas.
Kufisto,
ResponderEliminarFelicidades, tío.
Sabes, leyendo tu entrada me da la impresión de que estás, como el corredor de los 100 metros libres, desentumeciendo los musculos de las piernas para ponerte a correr y batir el record.
Seguro que lo haces, campeón.
Que pases un buen día.
P.D. Mis padres me enseñaron que tenía que ser respetuoso con los mayores (no lo eres mucho, vamos), pero creo que si te escribiera de Usted, me soltarías un collejón.
Emotivo post. Felicidades Kufisto.
ResponderEliminarFelicidades Kufisto
ResponderEliminarY que cumplas muchos mas.
Ya me stoy dejando el bigote para hacer un buen papel como Guillermo II.
Un fuerte abrazo , campeon !
Askari
Felicidades!!!!!! (algo tarde, pero de corazón).
ResponderEliminarUn besazo!!!!
R
Aun con retraso, muchas felicidades. Te llevo diez años. Y sí, a medida que los vayas acumulando, se te pasarán más rápido.
ResponderEliminarAquí te enlazo a modo de regalo o de alternativa a cantarte el manido "Cumpleaños feliz" esta canción de amor. No sé si te gustara; por lo menos el video es agradable de ver:
http://www.youtube.com/watch?v=usQOXD9f_N0&fea...
El enlace completo es éste:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=usQOXD9f_N0&feature=related
Chapeau.
ResponderEliminar"Me gustaba el colegio, me gustaba estudiar, me gustaba leer y me gustaba sacar buenas notas, mis padres se ponían contentos y yo también al verlos, la vida era fácil, sólo tenías que hacer bien lo que te decían que tenías que hacer, para mí eso era un axioma, ¿por qué hacer otra cosa?, no entendía la rebeldía, me sacaba de mis casillas, por mí los hubiera apalizado a todos, ¿por qué no hacéis lo que tenéis que hacer?..."
ResponderEliminarSe puede decir más alto pero no más claro. Me vuelvo a descubrir.
Felicidades. También por el cumpleaños.
ResponderEliminarM.