miércoles, 2 de octubre de 2013
NO ESTÁ TAN MAL
Alguien le preguntó a Dean Martin, insigne bebedor, por su método anti-resacas, cuestión tan manida como la de endurecer el nabo, que no parece sino que solucionando esos dos problemillas este mundo sería el paraíso, al menos para los hombres, y Dean (hay nombres mejores que sus apellidos) respondió:
"Permanezca borracho"
Hoy estreno vacaciones, no muy largas, o sí, según se mire. Cuando uno está acostumbrado a trabajar para sí y los suyos es como si estuviera haciendo algo mal, tanta es la obsesión, y esto lo dice uno que estuvo seis años sin descansar un sólo día; claro que entonces era más joven y me tomaba el asunto de una forma quijotesca, esa es la palabra y no otra. Imbuído por las historias de los viejos tiempos que oía a unos y a otros di en entregarme en cuerpo y alma a la causa, tan torcida en aquellos años, y sí, las cosas cambiaron poco a poco a base de mucha brega y tragamientos de orgullo, algo difícil en un chaval de veinte años, pero yo...yo quería ver aquellos tiempos tan escuchados. Y de esa manera, luchando contra molinos de viento a hombros de enanos disfrazados de gigantes, pasé aquellos años. Luego acabó como acabó, pero no me arrepiento. Es más, me siento orgulloso. No hay como comérselo cuando puedes soltarlo como un pollo sin cabeza, para que una vez hecha la digestión cagues una estupenda mierda.
Regresé a casa a eso de la una, técnicamente todavía no había comenzado mi período de descanso, al menos el de los últimos diez días, que la cosa ha sido escalonada, no puede ser de otra forma, somos autónomos, de esos que se caen si no dan pedales, y además sin pócimas milagrosas ni filetes de Irún, a pelo, así que de uno en uno y del menor al mayor, que uno siempre ha tenido muy en cuenta la primogenitura para ciertas cosas. Saqué del frigo la pipirrana que había preparado una hora antes y me la comí acompañada de un colón, un gran vaso de vino tinto y un solomillo que ayer le compré a una amiga. Y a dormir la siesta sin teléfono ni reloj.
Suele decirse que puedes engañar a cualquiera menos a tu cuerpo, y ahora que lo digo veo que no se lo he oído a nadie, al menos de esa manera, pero eso tampoco significa que sea nuevo, el desconocimiento de la Ley...En fin, que me he despertado a eso de las tres veinte, bien empalmao, y poco después he oído el cri-cri del teléfono en el salón, antes sonaba el "Sway" de los Stones, su primer minuto, pero no sé qué coño hice. "Ahora sí..." Semáforo en verde y pollazo al colchón: es como los toros bravos, se crece ante el castigo.
El espejo me devolvió una barba de tres días, hubiera tocado ayer pero era el de descanso, así que me ha chocado un tanto, más aún cuando no habían pasado veinticuatro horas (también soy mu mirao con las reiteraciones evitables) desde que me cortaron el pelo, fue muy curioso, sintomático:
Salí a andar a eso de las cinco, y viendo a un gitanillo me acordé que ya iba teniendo mucho pelo, es decir, del que me queda fuera de mis entradas, entradones, cortesía de la dermatitis seborreica que vino a mi en aquellos años quijotescos, cosas del stress, aunque como me dijo mi tía la semana pesada "y da gracias que se quedó ahí...", esta mañana he ido a verla y no estaba, le había comprado un Mortadelo y FILEMÓN, "¿cuatro euros?" le he dicho al sieso del colón, por ese precio casi tenías un Super-Humor hace treinta años, y ahora es una historia, Londres 2012, aunque puede que fuera London...Le he echado un vistazo mientras cagaba y me ha parecido la típica mierda que Ibáñez lleva execrando desde mediados de los ochenta. Lo he dejado sobre su cama después de llamar a mi padre y enterarme de que estarían haciéndole las últimas pruebas antes de mandarla a casa. Bendito sea Dios.
Pero a lo que iba, que empecé por ayer y me he vuelto a hoy en el mismo párrafo...
- "Peluquería Pepe, dígame"
- "Hola, Pepe, soy Kufisto..."
- "¡Ah, Kufis...dime!"
- "¿Cuando me paso?"
- "Vamos a veeeerr...¿dentro de una hora te viene bien?"
¡Coño!
- "Pues sí...claro"
Hace unos años te daba fecha para tres días, como mínimo, y eso siendo yo, pero ya la últimas veces me lo ha ido dando para el siguiente, aunque no habíamos llegado a esto, no...Pero sigue cobrando lo mismo: once euros. Volví a casa a por pasta e hice el cálculo del trayecto para llegar a tiempo, "sí, por ahí", el cielo estaba muy negro, "aguantará", no aguantó y llegué casi un cuarto de hora antes y a la carrera, de árbol en árbol, y no son tantos. Agarré un Muy Interesante y lo abrí como si fuera el código ético de Vasile.
No estaba del todo mal, mucha fotografía y poca letra, pero había un especial sobre los mejores guerreros y me lo leí entero, soy rápido, tanto que me dio tiempo a ver el consejo de comer granadas para la buena salud de la polla.
Un peluquero tiene que hablar, es normal, no por nada baila unas tijeras alrededor de tu cuello, y eso es un tanto amenazante, que Agamenón sólo ha habido uno, el de Estevill, precisamente ayer le di un vistazo y caí en la que se hace peluquero..."Porque esto, y esto, y tal..." sí, ah, eh...yo estaba con el Muy Interesante.
Granadas buenas, vale..."¿Oye, así que te has casao, no?", "¡Sí, estuvimos de despedida en tu bar, te lo estoy diciendo!", "¡Ah!" Me contó que se fueron a Thailandia, dejaron a sus dos hijas con los abuelos, no sé de quién, esto es un sindiós, a la previa la vi bailar sobre mi barra, un zorrón desorejao, más fin...Pero esta es una buena mujer. Supongo.
¿Thailandia?...pero si eso es...no sé...como hacerte una paja donde dan los Oscars.
Todavía llovía cuando acabó, demasiado, así que me esperé un poco mientras rapaba a otro pardillo por ¡once! euros, con un par, como si llovieran thailandias...Sino fuera porque la cabeza es una cosa de mucha confianza...
Salí de allí en cuanto vi que las nubes parecían sacudírsela, pero no fue tanto como para obligarme a parar un par de minutos después, a veces pasa, acordaos de Lee Strasberg en "El Padrino", serían nubes viejas, como esponjas: es cuestión del viento que te estruje.
Caía la de Dios cuando hice lo mismo en una frutería cercana a mi casa, "¿y si...?", abrí la puerta, me conocen, había un viejo comprando y otra esperando, "¿tienes granadas?", "no...ñana", "vale"
- "¿Te han venido ya?"
- "No..."
- "Adiós"
Y esta mañana he ido al moro de la esquina.
- "¿Tienes granadas?"
- "wsdrer"
- "¿Qué?" iba escuchando el entierro de Sigfrido
- "¿De mano?"
- "¡¿Quéeee?!"
- "Jajaja...¡claro que sí, señor! allí, al fondo"
Me fui al fondo, no las veía, de hecho no sabía ni como coño eran...
- "¿Las ves?"
- "¡No, joder!" me he sentido como cuando hace 25 años íbamos a pillar una peli porno.
- "¡AHÍ, AHÍ...DELANTE!"
- "Ah, sí...joder"
Exprimí dos, "¿un poco de miel?", le he echado un sorbo, no sabía muy mal, p´adentro. Y al hospital con el Mortadelo y FILEMÓN. En la bolsa de las granadas.
Regresando al espejo de la barba (que ya va siendo hora) decidí no afeitarme en todos los días que me quedan, además que tengo un poco de eccema y tal, nada raro después del palizón del fin de semana, que me cago en dios, que esto es como Rambo, que los autónomos sólo queremos que nuestro país nos quiera tanto como nosotros lo queremos a él, aunque sólo sea para que nos deje tranquilos, coño.
Fui a por un par de copias del Atom Heart Mother, dejé una en el bar y admiré el flequillo de mi hermano. Derrotado, regresé a casa y pillé un libro que encontré ayer mientras buscaba una caja con la que jugara mi gato, una de Villamassa, chiquitita, en la que dormían el sueño eterno dos pelis porno y dos cajas de condones, "¿y esto qué coño es?", creo que tendrán ocho años ambas dos, medio más que mi gato, "anda con dios..." He tirado las pelis a la basura y he dejado los condones encima del Cossío. Y es que vi un tanto triste a mi gato, y dicen que les gustan las cajas de cartón, hay vídeos muy graciosos en Youtube, pero este cabrón...Ná.
Me tumbé en el sofá y miré el chisme que soporta las cortinas, el sol estaba avisándome que se iba, so cabrón, que ya van dos días y te muestras cuando te vas...Y entonces recordé que aparte de porno y condones había un libro en aquella caja, una especie de homenaje a Lovecraft, una recopilación de historias de diferentes autores modernos que homenajeaban al maestro, que ya ves tú lo que alguien así puede gustar a alguien como yo, pero así es, será que me duerme, aunque aquella historia del brujo no estaba nada mal, de hecho me compré por Internet el primer volumen de sus obras completas y...efectivamente, estaba en el segundo. Esa fue mi primera y última compra a través de la Red.
El libro tiene una portada fantástica, quiero decir que es muy buena, creo que por ella he escrito todo esto, porque malditas las ganas que tenía, no sé, estoy como cansado de esta mierda que me cuesta puros, alcohol y resacas. Habíalo (jódete, corrector) leído casi entero cuando lo compré, salvo la última historia, la más larga, y viendo que no había nada mejor he dado en acabarlo unos cuantos años después.
Y era la buena: 24 vistas del Monte Fuji por Hokusai.
Terminé de leer lo de Zelezny casi cuando acababan las Variaciones Goldberg. Y me vine abajo: "Yo no puedo escribir algo así. No tengo imaginación alguna"
No. Ninguna.
Abrí una botella de vino. Y media de whisky. Y dos puros.
Y en fin...esto es lo que hay. Tampoco puedo ser Dean Martin, volveré a certificarlo mañana.
Y ahora me voy a dar una vuelta. O dos.
Que estoy de vacaciones.
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La foto que usa Le Trhuan está muy bien, pero que muy bien. Como me gusta el color negro en una mujer.
ResponderEliminarPillos.
A mi, Dean Martin siempre me ha parecido un poco maricón. Eso de entrada.Lo que tienes que hacer es disfrutar de las vacaciones y no andar elucubrando sobre los beneficios de la granada, sea de mano o no. Tienes que procurar hacer cosas inolvidables, para que no te pase lo que a mí que ahora ni me acuerdo de lo que hacia cuando tenia menos años. o sea, que no he hecho nada del otro mundo como para acordarme de ello. Una desgracia, por eso te lo aviso, cada segundo es un mundo que hay que saborear.
ResponderEliminarY me cago cien veces en mi puta.....
¡Venga, Paco, coño!
EliminarNo sé, todavía no sé que voy a hacer, pero vamos, lo iréis sabiendo, soy peor que una mala puta.
Un abrazo.
Sí hegemon, también me he fijado en esa foto. No sé quien es pero buena elección... aunque yo me quedo con el blanco en una mujer.
ResponderEliminarPedro: es que el submarinismo se hace en la piscina. A quien se le ocurre...
Saludos.
¿De qué foto habláis?
ResponderEliminarLa de un forero de la burbuja que se llama Le Truhan o algo así, que tiene una pelirroja con un buen par de avatar...
ResponderEliminarhttp://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/465210-cifras-del-paro-de-septiembre-10.html#post10020775
¡Ah, sí! Yo también me había "fijao"
EliminarMenuda jaca...
Va a resultar que la gente no va a saber qué hacer si no está currando. El otro día una tipa de un Banco se jubilaba con 53 años y una buena pasta. La pobre en vez de saltar de alegría parecía que la habían condenado a cadena perpetua. Si me jubilaran a mi, cuando llegue, voy a tener más cosas que hacer que no creo que el tiempo me dé para todo. Que no sea el trabajo, el que lo tenga, tu mayor afición.
ResponderEliminarPero las vacaciones, Kufis, son diferentes. No sabes si las has disfrutado hasta que pasan unos meses.
Yo creo que es más la idea de soportar a su media naranja durante las 24 horas.
EliminarLos trabajos de hoy no dejan de ser guarderías de mayores en muchos casos.
Buena idea tu última frase, sí, es verdad. O lo parece.
EliminarKufisto, no te preocupes por lo que no puedas ser: preocúpate por lo que puedes ser.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sólo es literatura, Doiraje. Y regularcilla.
EliminarUno de los comic que me hizo partirme de risa fue uno de Mortadelo y Filemón......lo leí en una pelu mientras esperaba.
ResponderEliminarUna gran verdad, Kufisto.
ResponderEliminarSergio, si no me dices que la jaca es pelirroja ni me entero.....ya te puedes imaginar en qué fijé la mirada. Algunos somos tan precipitados que no vemos el todo. Otras veces no. Hago un buen chequeo, despacio pero con educación. Benditas criaturas....
ResponderEliminarNuevo ovillo
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