miércoles, 24 de agosto de 2011

WALTER ESTÁ CON LA DUNCAN





Tengo un amigo que cuando bebe no hace más que repetir una y otra vez la misma expresión:

- "¡MALDITA SEA!"

Normalmente la suelta como un ráfaga, como Walter al enterarse del precio de la urna más barata de la funeraria, aunque cuando se cansa de oírse la dice en diferente tono, o más despacio, o más bronco...según le dé.

Tenía un garito y una chica; ahora no tiene ninguna de esas dos cosas: se las cambiaron por un cuartucho y una bomba de aire que cualquier día de éstos explotará o se autodestruirá.

Mi amigo odia el calor; normal en un tío de metro noventa que hasta hace cuatro días pesaba 120 kilos. No sale de su chamizo hasta el atardecer, entonces lo recogen sus colegas y vienen a beber, charlamos y tal, se van y eso es todo.

Él siempre se queda en la barra, sentado en su taburete, haciendo autodefinidos, en un rincón como toda mosca de bar que se precie, "¡BUENAS TARDES, KUFISTO...UNA CERVEZA BIEN FRÍA, POR FAVOR!". Y empieza a soplar.

En muy pocas ocasiones bebe cubalibres, no le sientan bien, se le va la pinza, cerveza y más cerveza, litros de espumosa, helada y bien tirada cerveza, zumo de cebada, natural, con su gas carbónico, en su medida, todo tiene su medida...

No le gusta la mayoría de la gente, los sitios demasiado concurridos, los listos que hablan demasiado; es uno de los tipos que más sabe de rock n´roll de todos los que he conocido en mi vida, a menudo me pasa material tan desconocido como bueno, le gusta hablar de la dieta Duncan o como coño se llame que está siguiendo, ha bajado quince kilos, tiene que hacerlo así porque no puede hacer deporte, un accidente de moto le destrozó la rodilla...hablamos de música, de cine, de motos, de su bomba de aire, de comida, no demasiado de las tías, nada de política, él sabe cual es mi mano y yo sé cual es la suya, ¿para qué?...nadie cambia.

Tiene una extraña habilidad: a veces alguien dice una palabra, o una frase hecha, y él la repite en diferente tono, o acentuándola de otra forma, o marcando espacios entre ciertas sílabas...resulta brillante, alguien que juega con las palabras suele ser alguien interesante.

El otro día estábamos fumándonos un pito en la puerta, con algunos de sus colegas, y salió el tema de la JMJ:

- "La semana que viene me voy a Madrid a ver al Papa"

Todos rieron, yo también, son unos ateazos del copón...

No ha ido, pero tuve la sensación de que no lo dijo de cachondeo, aunque los demás se lo tomarán a tal y después comentaran las barbaridades habituales.


A veces estamos tan metidos en el papel que nos toca representar en esta comedia que parece imposible que se pueda actuar de otra forma.


Tal vez de ahí venga su afición a jugar con las palabras: con ellas puede hacer lo que quiere sin tener que aguantar al plasta del apuntador que todos llevamos dentro.


Y es que, definitivamente, nadie ha nacido para compartir su vida con una bomba de aire...


hasta que te metan en una caja de galletas del Seven Eleven.

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