sábado, 27 de agosto de 2011

MALA MEMORIA





Estoy fumándome un pito en la cocina, no me apetece salir a la puerta, están borrachos y yo no, alfiles de distinto color, pillo el botecito de la pimienta y leo la etiqueta, recuerdo que el otro día mientras hacia la compra me dí cuenta de lo caras que son las especias, no tanto como la farlopa que ya va corriendo por las venas de los de afuera, pero sí más que cualquier jamón que puedas llevarte a la boca. Curioso.

Salgo y me encuentro a uno de ellos con los pantalones por los tobillos, haciendo el tonto, los demás se ríen, yo no, "subételos y deja de hacer el gilipollas, son las diez de la noche y ya estás desfasao", me pide perdón, los demás me dan la razón, ojalá se vayan pronto, nunca se sabe cuando el personal va así...

Se marchan un rato después, llega "el topo", vemos la tele, callados, están pasando un combate grabado de los pesos pesados, Lewis-Holyfield, algunas hostias son tan poderosas que me sacan del sopor en el que me encuentro, hostias voladoras, hostias que viajan en el tiempo, gana el inglés y paso otra vez a la cocina, enciendo otro, nada de calle, tampoco me gustan los que tengo ahora, hoy no me gusta nadie, me leo el del perejil. Curioso.

Al salir entra la mujer del perfume, con la carabina, me alegro de verla pero menos que ninguna otra vez, ella está preciosa y me sonríe, ¿por qué me sonríes hoy?, me parece que lleva otro perfume, quizá esté equivocado, últimamente mi olfato no anda demasiado recto, no le digo nada, de todas formas huele como siempre, huele a lo que nunca volveré a tener, quizá esté equivocado, últimamente mi cabeza está como la canción, "dazed and confused"...

El Tyson de los buenos tiempos está reventando a todo el que se le pone por delante, pegaba con toda su alma, no era un boxeador, era un guerrero, cuando sacaba los puños éstos llevaban en los nudillos toda la fuerza de su cuerpo, hasta del talón, es hermoso de ver, hay cosas que son hermosas a pesar de que una de las partes sufra lo indecible, bien pensado, para ver algo hermoso alguien tiene que sufrir, como en los toros. Curioso.

Llegan cuatro putillas aficionadas, una de ellas es una auténtica borracha, una golfa descompuesta, se cree muy lista, me la jugó una vez pero hoy no va a ser, hay otra que está bien, tiene un par de polvos pero ella se cree que tiene un adosado en el coño, quizá lo consiga, el mundo está lleno de imbéciles que no reconocerían la mirada de una zorra ni aunque le vieran el amarillo en los ojos, las otras dos son simples deshechos de tientos, a escarbar en el fondo del cubo nenas...

Adentro, otro, ahora el del ajo molido, los ajos no tienen ojos, sólo dientes, y éste ni eso, es en los ojos donde está el peligro, una Humanidad sin ojos sería el ideal de Dios, nadie le podría echar en cara nada nunca más, dejaríamos de causarle dolores de cabeza, podría abandonar su adicción a las aspirinas, pero la jodida serpiente nos quitó las legañas y lo estropeó todo, tuvo que elegir a un bicho listo, no a un topo ni a un ornitorrinco, y es que a todos nos gusta jugárnosla de vez en cuando, poder perder, ¿sino dónde está la sal de la cosa?, sólo los viejos deben vivir sin sal, se transforma en veneno con el paso de los años, por eso a la vejez ya no le gusta jugar. Pero siempre recordará que le gustó.

Llegan los pijos, se unen a la chica del perfume, empiezan a hablar de morcillas y chorizos, durante las próximas dos horas chorizearán y morcillearán sin pensar en ninguna otra cosa mientras Tyson continúa repartiendo chuletas como si no costaran, miro la botella, el tiempo pasa tan lento como a los rivales del Ogro de Brooklyn, quizá un trago fuera capaz de darle un empujón, un taburete donde sentarme y tomar aire, quizá la chica del perfume me recogiera con su chisme volador como hizo Moe con Homer, nos largaríamos por ahí, yo ya he recibido bastante, que se ponga otro...

Mejor no, el alcohol es una buena cagada sin papel con el que limpiarte, tienes que andar con la mierda en el culo para buscar otro rollo, no es muy agradable, y cada borrachera pasada más largo se hace el pasillo, mejor adentro leyendo lo del colorante, ese veneno, napalm en la paella, el azafrán es tan caro, y a fin de cuentas ya tenemos el gusto tan perdido que cada día que pasa menos sabemos apreciar lo bueno, Melendi canta "Angie" y no lo meten a la cárcel, nada es mejor, todo es igual, pós bueno, pós fale, pós malegro...

Una pareja de cuarentones, feos, acabados, él la mira como pensando en el por qué alguien que amó se ha convertido en esa cosa, y ella le mira como pidiéndole perdón mientras no para de hablar estupideces, ella tiene miedo, miedo de quedarse sola, él también tiene miedo, miedo de ser culpable de su estado, beben y beben, ella habla y fuma sin parar, él hace como que la escucha, tienen dos criaturas pequeñas, a veces es más fácil seguir sufriendo que intentar ser feliz otra vez. A veces no, casi siempre.

A última hora llega un amigo, le pongo una copa y miramos una peli, una ciega y un poli, al final acaban juntos, no decimos nada, es tan tarde y todos estamos tan cansados...


Cierro y me voy, llego a casa, el gato me da las "dame jamón york" de costumbre, se lo doy y voy al water, echo una buena cagada...


y por quinta vez en los últimos días tengo que ir a por papel de cocina con la mierda pegada al culo.

2 comentarios:

  1. Gran realidad, que sea más fácil seguir sufriendo que intentar ser feliz...o como renunciar a ser uno mismo, aunque sea bebiendo o jodiendo con lo primero que se presente y claro como bien dices acabar con una mierda pegada al culo, pero para siempre.

    ResponderEliminar
  2. Tu estilo me recuerda a Bukowski, aunque en ocasiones roza lo esperpéntico, te lo digo desde el máximo respeto, te seguiré el blog desde hoy.

    Sobre este texto podemos extraer muchas cosas, pero básicamente frases como hay quien vive tanto en el pasado que justifica cualquier presente.


    Salud compañero de letras.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.