domingo, 23 de enero de 2011

LOS VIEJOS NO MIRAN EL SOL





He visto a un viejo malcaminar,
bajo un divino sol de invierno,
todo azul, blanquecinas motas soñadoras,
brillante, embriagador, dionisíaco,
martillo para los tristes,
melancólicos o débiles...

iba el viejo arrastrándose,
ayudado por la tercera pata,
nadie quiere tres patas,
bastan dos si son fuertes,
la otra mano temblorosa,
temerosa,
quizá ella ya vislumbra,
el final de la escapada.

Mirándolo le he dejado atrás,
dos segundos me dejó la gran bola de fuego,
para pensar en él,
su Luz en mi rostro,
cruz en mis ojos,
"no me mires más, siénteme,
dame las gracias,
a tí aún te quedan,
muchas curvas por recorrer,
ese que atrás dejas,
enfila la recta de llegada,
y no es demasiado larga.
Vivió lo suyo,
hizo mal e hizo bien,
su fin está cerca y teme hasta mi Luz...
a todos os pasa,
a todos les pasará,
cuando véis la línea de meta,
lo daríais todo por regresar a la de partida,
pero así es el juego,
¿acaso puede existir uno que no tenga final?...
Sigue tu camino y olvídalo,
nadie te espera aún en las gradas de llegada.

Pero te esperarán."


Olvida y camina.


Aún nos falta mucho para romper la cuerda.

5 comentarios:

  1. Pobres viejitos, ya no les quedan ni obras
    Para dirigir
    Tranquilo kufis, yo voy a pasito lento y mu ciego
    Tardaré en llegar
    Un abrazo

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  2. Otra para tí, amigo.
    No es bueno tener prisa.

    "Paranada" que diría la pija.
    Saludos.

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  3. Mi hija mayor, !qué mayor! 9 añitos, el otro día me hablaba de que si desaparece la Tierra, entonces desaparecemos los humanos, ¿todos?, ¿los pequeños no nos quedamos?, ¿y cómo desaparecemos?. Luego me dijo que si podría llegar a los 100 años, ¿a la abuela cuánto le queda?, ¿los niños se mueren? ¿y los que tienen hambre y no comen?. Uffff, me ha encantado tu poema pero me ha hecho recordar todas estas preguntas, algunas, si son mal contestadas, le generan angustia y temor. Quería incluso cumplir muchos años seguidos hasta llegar a los de su abuela para que no se fuera sola, y por último ¿y dónde vamos si estamos muertos?.......contesta anda, es broma.
    Un beso.

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  4. aun pasando las de Cain celebro leer algo tan cierto.
    un abrazo
    castelar

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  5. - Hola María,

    las preguntas de los niños son los dolores de cabeza de esos señores tan seriotes llamados filósofos: no conocen niguna respuesta, pero escriben y hablan tan pomposamente que algunos incautos se los creen. A quien jamás podrán convencer es a tu niña; siempre tendrá otra pregunta por hacer, hasta que el pobre filosofador pida clemencia a los dioses ;).

    La Vida se alegra cuando un niño pregunta y los mayores siguen sin poder darle una respuesta.

    Un beso preciosa.

    - Gracias Caste. Ánimo.

    Un abrazo, amigo.

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