lunes, 17 de enero de 2011

UNA FULANA ENVIDIOSA





Rubén tenía seis años cuando una pared se le cayó encima y lo mató.

Era una mañana fría y ventosa, acababa de salir del cole e iba caminando de la mano de su madre, de regreso a casa para comer con su padre y su hermana pequeña. "Hace mucho viento, ¿lo recojo yo con el coche?", "no, déjalo, cuida de la niña y estáte pendiente de la comida".

Ese día nadie comió.

Nosotros estábamos en casa, de vuelta del cole, esperando a que nuestra madre terminara su trabajo para que nos diera de comer. De repente la oímos gritar y llorar. Subió de la tienda, corriendo, con una cara que no se la he vuelto a ver: "¡¡¡Vuestro primo Rubén!!! ¡¡¡mi hermana!!! ¡¡¡se les ha caído una pared encima y están muy mal!!! ¡¡¡poneros a rezar hijos míos!!!". Mi padre llegó enseguida del bar, recogió a mi madre y se fueron disparados hacia el hospital. Así fue como por primera vez en nuestras cortas vidas nos quedamos solos en casa; yo tendría 11 años y mis hermanos 10 y 8. Nos pusimos a rezar padresnuestros.

Regresaron a la media hora, silenciosos, como zombis...

- "¿Qué tal están?"
- "Ruby ha muerto"

Rompimos a llorar. Yo me lié a darle puñetazos a la puerta del salón. No recuerdo lo que hicieron mis hermanos. Mi padre intentó calmarnos. Vino una tía mía y se quedó con nosotros. Mis padres volvieron a irse. El resto de aquel día me viene a la cabeza como un sueño, como una pesadilla, irreal.

Lo enterramos. Su madre no se enteró hasta pasadas unas cuantas semanas. Estaba en el hospital, inconsciente, con una pierna destrozada. Cuando despertó preguntó por su hijo, "no te preocupes, está bien, la que tiene que recuperarse eres tú". Años después me confesó que desde el primer momento sabía que estaba muerto.

Era un niño bueno, guapo, serio, con una mirada un tanto triste, como si supiera que su paso entre nosotros iba a ser corto, que iba a darnos un disgusto muy grande, que su madre estaría a punto de volverse loca por su pérdida, que tendría que hacer su viaje en solitario demasiado pronto...recuerdo muy bien su cara, su mirada.

Con el paso del tiempo, después de que no quedaran más lágrimas, más reproches, más ¿y si hubiera...?, después de infinitas tardes ventosas escuchando el ulular del asesino de su hijo, "como riéndose de mí", tardes capaces de enloquecer al más templado de los hombres, mis tíos tuvieron otra niña, Sonia, un ángel escapado del cielo, una bendición. Ahora está terminando su carrera universitaria, es una preciosidad de mujer, adorable, cariñosa y buena. Como lo era su madre.

Un cáncer se la llevó hace un par de años, todavía no había cumplido los cincuenta. La enterramos junto a su hijo, una bonita tumba perpetuamente llena de flores, flores para el polvo, para los gusanos si aún tienen algo que rascar; pero ellos no están allí, andarán por otro sitio, en otro lugar donde no haya muros cochambrosos a la espera de un empujoncito del viento para joder un montón de vidas.

La muerte jamás hizo bien su trabajo, yo creo que está eternamente borracha, va dando tumbos, armada con su guadaña, de un lado a otro, segando sin conocimiento, con rabia, donde más injusta pueda ser. Es el pago a su fealdad, hace tanto daño porque nadie la quiere, quizá sea quien más amor necesite de todo el Universo, quizá así pudiéramos hacerla cambiar, amándola...


Tal vez de esta manera se decidiera a hacer su jodido trabajo con un poco de sentido de la Justicia.


¿Pero quién es el valiente que quiere abrazar un saco de huesos podridos?

14 comentarios:

  1. Una triste historia pero uno de los mejores post que te he leído.

    Un saludo.

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  2. Hermosa o fea, ahí la tendremos siempre pendiente, eterna como una peli del Saura.
    Todo es cuestión de los ojos con que se le mire. A Álvaro le pareció hermosísima. Evidentemente a Rubén seguro que no.
    Y tengo que reconocer que a mí tampoco.
    Precioso relato, para variar.
    Un abrazo
    castelar

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  3. por cierto, la foto con la que has ilustrado la entrada me parece brutal.

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  4. Me gusta la idea de la Muerte como una borracha que va dando tumbos. También das en el clavo cuando insinúas que cuando se lleva a algún inocente muy a destiempo, de paso también se está llevando unas cuantas vidas más... hasta que pasados unos pocos años vuelve para llevarse lo que queda de ellos.
    Muy buena entrada Kufisto. Un abrazo.

    Puskitas

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  5. A veces la muerte va dando tumbos, segando aquí y allá, pero yo creo que son más las veces que va siguiendo la estela de idiotez que el ser humano va dejando.

    Un reguero de idiotez en forma de muros mal hechos, de malas inspecciones, de mirar a otro lado, de "ya lo cambiaremos", de "me gustan los deportes de riesgo", de "voy a pisarle que controlo", etc...

    Hace unas semanas en mi ciudad, en un edificio de casi 20 plantas nuevo, se desprendió un cristal externo que pesaba 50 kilos. No pilló a nadie gracias a Dios. Nadie hizo nada, el ayuntamiento dijo blablabla, la constructora dijo blebleble. Hace 1 semana o 2, cayó otro cristal del mismo edificio; de nuevo milagro, no pilló a nadie. Ahora por fin parece que están haciendo algo, pero sin prisas, que si esto cuesta mucho, que si a ver quien lo paga,... y mientras la parca esperando a ver si se cae otro cristal y por fin parte a alguien por la mitad.

    Sí, la muerte a veces da bandazos, y nada se puede hacer o prevenir, pero la mayoría de las veces lo único que tiene que hacer es seguir a la estupidez humana, un camino enorme, brillante y en constante expansión.

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  6. - Gracias Caste. La foto la pillé con gúgel, buscando "La Parca" en Imágenes.

    - Gracias Puskitas, leí tu comentario en el blog de Caste. Impresionante. Un abrazo amigo.

    - Absolutamente de acuerdo, Ogro. La muerte tiene casi más seguidores que la Vida entre nosotros. Es la única forma para que alguien con esa inmensa melopea pille algo: ponérselos a huevo. Saludos amigo.

    Gracias a todos.

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  7. Cada día escribes mejor, en serio; que te vengo siguiendo desde hace tiempo. Me da la risa pensando la primera vez que vi tu enlace en el blog de Moa (hará ya cosa de un año, igual) y te dije que fueras a colgar las putas a otra parte. Además te puse un vínculo a una página pornográfica por si necesitabas ayuda. Jajajaj.

    Pero habrás de reconocer que poco después, cuando escribiste algo que no tenía que ver con tus lumis, te alabé el gusto. Y debí de ser de los primeros, que la gente es muy mala y cicatera y le cuesta alabar los méritos de otro. Aun me acuerdo: “A cada cual sus méritos. El cuento es muy bueno, y muy bien escrito”. Debió de ser allá por marzo del año pasado. “Gracias. No me lo esperaba”, me dijiste.

    Cada día escribes mejor, jodío: estilo propio, sin agarrotamiento, con frescura; y además talento, porque las crónicas son buenas; no tanto por lo que cuentan sino por el cómo, que ahí está el arte. Con ritmo y siempre directo al grano, sin revueltas ni jeribeques. Si tuviera un periódico te abría una sección para ti, una columna (y seguro que te echaba a perder).

    Son crónicas sinceras, poco importa que se atengan a la verdad, porque son buenas, sin más. Yo digo que son crónicas kufistianas, no relatos ni cuentos. Crónicas. Una columna para Kufisto. “La crónica de kufisto”.

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  8. Por cierto, de la crónica anterior: soy de Pink Floyd. Nunca soporté el heavy. A mis 18 años causaba furor Deep Purple. Dios, qué pesadez.

    Nunca me gustó ni el heavy ni la ópera; unos se dejan la garganta como un montón de grava y en los otros no veo mas que a dos hiperpulmones con mal de amores. No critico a quienes les gusta, ojo. Además reconozco que tengo una tendencia a lo hortera; no porque yo lo sea sino por todo lo contrario. No sé cómo decirlo. Es como lo cursi, que todos llevamos un cursi dentro; el mío, por ejemplo, se llama Roberto Carlos. Y su imagen me parece muy apropiada a sus canciones: me encantan esos foulard largos y anudados un poco al lado del cuello, y esos pelos de vieja estúpida, alocada y demodé. Tengo muchas cintas de Roberto Carlos: “y el ruido ‘enloquesedor’ de su auto, laaralalara” o “eu daría minha vida pra no veite mais...”. Las mariconadas me encantan. Como no soy cursi, me encanta lo cursi. Debe de ser eso. Además el amor siempre es cursi, ¿o no? Siempre lo es. ¿Quién no ha hecho el ridículo estando enamorado? Qué tiempos. Qué pena estar de vuelta de todo eso.

    Es que mis gustos se parecen mucho a los del periodista Carlos Herrera. Coincido mucho con su gusto musical, incluida la copla, claro.

    The Who no estaban del todo mal. ¿Viste “Quadrophenia”? A mí me encantó, aunque tenía 19 años, hoy no creo que pasara el filtro. Todo lo contrario que “fiebre del sábado noche”, que me sigue pareciendo buena porque tiene una historia detrás. Es la exhibición de un hortera, pero un hortera con vida, con ilusiones y fracasos, con su barrio, su familia, sus amigos. Me gustó mucho.

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  9. ey Kufis, a que el priede te los ha puesto de pajarita eh???
    Grande el mini relato del triunvirato Labordeta, Priede, Jegel en el blog del HSE. Lo que me pude reir (y en momentos de estos...)
    Y luego viene diciendo que tú también escribes de PM. No hay mejor alago viniendo de quien viene amigo...
    Quadrophenia... no, no hubiera pasado el filtro. Ni la Naraja Mecánica. Ni tantas otras...

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  10. La muerte no tiene la última palabra...pienso.

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  11. - Vengo bastante borracho, aunque no lo suficiente para darme cuenta de las cosas.

    El primero que vió algo en mi FORMA de escribir fue Pedro. Unas cuantas veces nos mandamos a la puta mierda. Estuvo bien.

    Cuando ví que alguien como él me leía y me animaba a seguir me dije: "¡coño! no seré tan malo"

    Pedro cabronazo de la pradera; gracias por todo.

    Pero el del pavo real te lo metes por los cojones.

    Forever Julio Milglesias.

    Carlos Herrera es un mierdón.

    The Who mierdón y medio.

    Y Quadrophepphonia una estupidez dentro de una idiotez. Me cago en ella.

    Un abrazo tan fuerte como lo puedas soportar, amigo mío.

    - Amigo Caste: el puto relato que el cabronazo de Pedro colocó ayer merece el jodido Nobbel. Con dos bes. Sin discusión.
    Pero como es un PUTO IMBÉCIL DE MIERDA QUE NO TIENE KOJONES A MONTAR SU BLOG se perderá en el infinito.

    "La naranja mecánica" es la polla con cebolla; aún con sus estúpidas cámaras lentas-rápidas. Ni se te ocurra comparármela con los Gú y su puta madre buscan piso en Alcobendas.

    - Sinretorno, amigo mío, te lo certifico: LA MUERTE NO ES EL FINAL.

    Un abrazo para todos.

    Muchas gracias Pedro.

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  12. oye tron, el que va hoy con las de emergencia puestas soy yo.
    hasta la mazorca
    he entrado en casa con los pies por delante
    solo comentarte, si no te molesta, que he dado tres o cuatro votos a la doncella. no lo volveré a hacer, espero.
    es para que te cosques por si no conocieras que es es posible que alguien, en su sano juicio o nooorl, adultere los resultados de la encuesta.
    sin más, un abrazote muy gordo.
    up the irons!!!
    madre, qué pedal...

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