jueves, 23 de septiembre de 2010

NOS LO TRAJO E.T.






El presidente de la FIDE, el hombre de la perpetua sonrisa, ha declarado que cada vez hay menos dudas sobre la procedencia extraterrestre del ajedrez.

No estoy de acuerdo con Kirsán. Yo no tengo ninguna duda.

Un ARTE tan complejo, hermoso y verdadero no ha podido ser inventado por los tatarata-tá-nietos de los monos. Imposible.

En el ajedrez (el juego de la fría lógica, del orden dentro del caos, de la kryptonita de la mentira) cada pieza tiene su valor a priori, aunque éste pueda variar con el desarrollo de la partida hasta el punto de que un peón puede llegar a ser más importante que la dama. Lo que jamás puede ser un peón (ni una dama, torre, alfil o caballo) es rey; para serlo hay que nacer. Y el objetivo del juego es capturarlo. A cualquier precio. No gana quien más piezas tenga al final, sino quien "mate" al rey.

Un juego muy poco democrático, antiguo y en blanco y negro. Un juego "fascista".

Lo descubrí con 9 o 10 años; mi querida tía, y madrina, Loli me regaló uno por mi cumpleaños. Un tablero de madera, tipo Staunton, con los trebejos y piezas en tonos marrones, una auténtica preciosidad.

Aquel verano tardío pasamos las vacaciones en Gandía, mis padres, mis hermanos, la yaya y yo. La "yaya" es mi abuela materna, jamás le gustó que la llamaramos abuela, "llamadme yaya, no abuela", bueno, ¡qué le vamos a hacer!, supongo que fué el año que murió su marido, mi querido abuelo (éste sí) Marcos, y le convendría salir por ahí, yo que sé, desde entonces no ha parado de andar de acá para allá, después se hizo fanática religiosa, de "Comunión y Liberación" creo, ella...en fin, la vida es así, creo que fue la única ocasión que se vino con nosotros, pero me estoy yendo por las ramas.

Mi padre alquiló un bonito apartamento cuya terraza daba a un cine de verano. Recuerdo que por las noches podíamos ver la película mientras cenábamos, allí fue cuando ví por primera vez "Apocalipsis now", con su impresionante secuencia del ataque con helicópteros, nos quedábamos de piedra; después mi hermano Marcos y yo nos líabamos a jugar al ajedrez, partidas que, indefectiblemente, acababan a puñetazos.

No duró mucho; para que a un chiquillo le dé por el ajedrez sólo hay tres opciones: o tienes un talento extraordinario, o tienes problemas físicos o no tienes amigos, y nosotros no entrábamos en ninguna de las tres categorías. A la vuelta de las vacaciones el hermoso regalo de mi tía quedó abandonado en un rincón, como tantos otros.

Pasaron los años y una tarde leyendo el periódico ví un diagrama con una posición del Campeonato del Mundo que se estaba disputando entre Kasparov y Anand en Nueva York. Me llamó la atención. A la mañana siguiente fuí a la biblioteca, pillé un libro que te explicaba lo básico y el sistema para leer las partidas, me fuí a casa, encontré el abandonado tablero de mi niñez y me puse a desarrollar partidas de maestros. Me gustó. No entendía nada, claro, pero había algo tan hermoso en el movimiento de las piezas que me hipnotizó, me dió fuerte, empezé a echarle mis horas libres y aprendí a jugar como hay que aprender: viendo partidas entre maestros y estudiándolas con calma. Todavía no tenía ningún jugador favorito, claro está que los primeros que sigues son a los que están en la cresta de la ola en ese momento, Kaspárov y Kárpov por entonces, pero no tenía ninguna fijación especial, cosa rara en mí.

Hasta que ví el libro de Fischer.

Era pequeño, de bolsillo, con tapas amarillas, "Fischer. 222 partidas", jamás había oído hablar de él, venía una pequeña reseña biográfica, a continuación su "inmortal" y después la 221 restantes.

Hice la "inmortal". Me quedé con la boca abierta. Esa sensación de maravilla, de sorpresa, de estar ante algo verdaderamente grande, la he tenido muy pocas veces en mi vida, muy pocas. Leí los pocos datos de su vida. Me gustó aún más. Volví a ver la partida. Una vez, y otra, y otra, y otra...increíble. Cuando supe que había jugado de esa forma con sólo 13 años y ante uno de los más fuertes maestros estadounidenses terminé por rendirme. Ya tenía mi ídolo. Ya tenía mi monomanía. Ví todas las partidas del libro, compré material por mi cuenta y perfeccioné mi juego, aprendí de él, lo suficiente para ser un buen jugador aficionado, durante unos años jugué y leí mucho, hace tiempo que la fiebre pasó, pero aún puedo darle algún susto a cualquiera que me tome por un "potzer". Ahora juego muy poco y cuando lo hago es por internet, pero no es lo mismo, te aburres, lo suyo es tener al rival delante, observarle, sus gestos, sus "tics", sus nervios, su cara cuando le ganas...desde fuera puede parecer que no haces nada, que estás tocándote los cojones, pero si juegas en serio contra alguien de tu nivel, para ganarle, puedo deciros que acabas cansado, con la cabeza como un bombo. Para que el ajedrez resulte divertido tienes que medirte con alguien que te pueda ganar, sino es un aburrimiento. Como en la vida.


La mejor definición sobre lo que es el ajedrez se la leí al genial Bobby, ese descendiente de los extraterrestres: "El ajedrez es una forma de masturbación mental."


Y en ocasiones es mejor una buena paja que un mal polvo.

9 comentarios:

  1. Gran compositor.

    Durante su vida, su obra fue siempre aclamada por público y crítica...por si acaso.

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  2. Por la cuenta que les traía, Oswald.

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  3. Escribió obras para todos los instrumentos, excepto el corno inglés, la corneta y el cornetín.

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  4. Vaya, increíble que te hayan baneado, de ser cierto. Lo lamento, te seguiré leyendo en tu blog, que está bastante bien.
    Menorquí

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  5. En India se jugaba mucho al ajedréz. Hasta hace dos días, que llegaron los móviles y los ordenadores, era muy frecuente ver jugar y también jugar. En cualquier rincón, tomando té con leche. Sataranch es la palabra tradicional y chess la más utilizada, pero era originario de allí. Parece representar el sistema de castas, en el que el brahmán es el jugador.

    Menorquí.

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  6. Hola menorqui, muchas gracias.

    El actual campeón del Mundo, el indio Viswanathan Anand, ha dicho en numerosas ocasiones que él aprendió a jugar al ajedrez en la calle, en los cafés (o como se llame lo que haya allí). Eran partidas rápidas (a 5 minutos como mucho) y quien ganaba seguía jugando, por esto la legendaria capacidad del campeón hindú para el blitz y sus nulos problemas de tiempo en ajedrez clásico.

    Un gran tipo y un extraordinario jugador, creo que sigue viviendo con su mujer en Collado Mediano, Madrid.

    Oye menorqui, muchas gracias por visitar mi casa, me encantan los relatos de tus viajes, has debido de llevar una vida muy interesante. Anímate y cuéntanos cosas.

    Saludos amigo.

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  7. Estoy contigo. El puto amo. Felicidades Kufisto.

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  8. Me ha gustado mucho conocer más de este hombre, también con el artículo de Juanma Rodríguez. Creo que Tobey "Spiderman" Maguire va a interpretarle en una peli. La dirige David Fincher. Paw Sacrife.

    Muy buen artículo. Gracias.

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  9. Gracias mrsambo.

    Esperaremos acontecimientos.

    Un saludo

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