sábado, 24 de diciembre de 2022

EL TIMBRE

Salí a fumar. No tardó en seguir mis pasos.


- Buena tarde ha quedado -dijo

- Sí -respondí mirando el blanco edificio de enfrente.


Sí, había quedado una tarde esplendorosa, impropia de la fecha. Un cielo azul, despejado, y un sol tan dorado como el lápiz amarillo de un niño feliz. Sí. Una preciosa y templadísima tarde de Nochebuena que, sin remedio, estaba yéndose a inusitada velocidad para dejar paso a la gran noche del año.


- Otro día en la vida -dijo.


Le miré.


- Sí -dije- "A day in the life"

- ¿Qué?

- Pues eso, que otro día en la vida, como la canción de los Beatles.

- ¡Ah!...


Ni puta idea. Por edad él estaba más cerca que yo de conocerla, ¿pero qué puede esperarse de un solitario que te llama "campeón" cuando le sirves una cerveza?


- Vivo ahí enfrente -dijo señalando al edificio- Me he divorciado hace poco. No soy de aquí.


"¿Divorciado a los sesenta años? Joder..."


Feo, bajito, escuchimizado, solo y viejo entró al bar en el ocaso de las cañas. Se había acercado a la barra por una cerveza que se llevó a una de las mesas altas del ventanal, todavía sin recoger.


- Gracias, campeón -dijo cuando le llevé la tapa y aproveché para recoger el vacío dejado por los anteriores.


¿Qué clase de gilipollas le llama campeón a un camarero que pronto cumplirá medio siglo? ¿Campeón? ¿Campeón de qué? ¿De tu puta madre?


- Sólo es un día más -dijo.

- Sí. Y una noche más...-respondí ya casi cegado por el reflejo de los oblicuos rayos del sol en la blanca fachada del edificio de enfrente.

- Sí...Una noche más...


Inhalé una profunda calada.


- Allí siempre han habido putas.

- ¿Qué? -dijo.

- En tu edificio. Ahí donde vives. Siempre ha habido algún piso de putas. He conocido a unas cuantas. Seguro que hay alguno.


Tiré el cigarrillo y pasé para adentro.


- Ponme otra caña -dijo al entrar.


Se la puse y otra vez me tildó de campeón.



Cuadrillas de amigos bebían y comían festejando la tarde de Nochebuena. Los hijos, ya mayorcitos, buenos chicos, hacían acto de presencia para pillar algo de pasta con la que funcionar entre sus colegas. Uno de ellos, un chaval al que conozco desde su nacimiento, un crío un tanto raro y arisco en su infancia que por esas extrañas cosas de la vida, la medicación y el tiempo ha devenido en uno de los escasos muchachos a los que da gusto ver, se despidió de todos tan contento y feliz como lo fuimos nosotros.



- ¿Y dices que allí hay putas?

- Sí, joder. O al menos las ha habido siempre. Sólo tienes que ir tocando timbres.



 https://www.youtube.com/watch?v=YSGHER4BWME&ab_channel=TheBeatles-Topic




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