UNA MUJER CON ESTILO

- "Hola, ponme un Bombay Sapphire con tónica..."
- "Insolence..."
- "¿Te acuerdas?"
- "Ese perfume no se puede olvidar".

Y se ha ido con su copa y una sonrisa en la boca.

Andará por la treintena, se la ve inteligente, guapa, no de póster, discretamente maquillada y con clase. Una tía que se perfuma así tiene clase.

No es de las habituales, pero tampoco es raro verla por el bar; nada en ella me había causado un interés más allá de lo normal, pero una noche de jaleo la olí. Cuando ví quien era la portadora de esa fragancia no pude contenerme:

- "¿Cómo se llama?"
- "¿El qué?"
- "El perfume que llevas"

Ella se río.

- "Insolence"
- "Es genial"
- "Sí...¿qué te debo?"
- "Estás invitada."
- "Muchas gracias".

Siempre que viene nos miramos con complicidad, no por nada, dejaros de películas, pudiera ser pero no lo es, al menos de momento; simplemente es que recordamos la situación en la que por primera (y única) vez intercambiamos unas palabras diferentes a las programadas ("qué quieres" "esto" "6 euros" "gracias") y hablamos como personas, esto es, seres curiosos que cuando se encuentran con algo bello tienen interés por conocer su naturaleza. "Te ha quedao campanuda la última frase, Kufis" "Sí, me parezco al puto De Prada".


Para una hermosa mujer. Y para la nube que la envuelve.

Al menos los sábados por la noche.