viernes, 15 de junio de 2012

UNA DECISIÓN EQUIVOCADA




Hay amaneceres en los que ves a Dios hasta en una nube de mosquitas, pero hoy no ha sido uno de ellos.

Y es que hubiera debido seguir durmiendo cuando desperté a eso de las cinco y media, o al menos intentarlo, he llegado a pensarlo mientras me ataba los cordones de las zapatillas, en ocasiones no hay nada como un buen desayuno para volverte a la cama, la paz interior empieza con la del estómago, pero...

Anoche terminé realmente cansado, no tardé ni cinco minutos en dormirme, cosa inaudita en alguien que como yo necesita horas y varios levantamientos de cama con sus correspondientes pitos para lograrlo, a no ser que llegues completamente borracho, entonces sí, entonces no tardas ni 0´2 en planchar la oreja, pero lo malo es que también despiertas con el alma planchada. No es un buen sistema.

Fue una buena noche, la gente se animó con la Selección, yo también, es increíble lo que están logrando estos chicos, hasta a mi, que paso olímpicamente del fútbol, me emocionan sus triunfos, y más aún por como los consiguen. Las formas, siempre las formas. Aunque pienso que esta Selección es para el país lo que José Tomás a los toros: su canto del cisne. Tan hermoso que bien podrían darles una prórroga. A los dos. Pero me da a mi que va a ser que no.

Sigamos con la nuestra...

Nada más salir me he dado cuenta de que iba a sobrarme el abrigo. Todos estos días saliendo a pelo, pasando un poco de frío al principio del camino, y hoy que tomo la precaución no me hacía falta. He pensado en regresar y dejarlo, solo eran dos minutos, pero soy como el conejo de Alicia: siempre se me hace tarde. Aunque sean las seis de la mañana y duerman hasta los pájaros.

No he tardado mucho más en darme cuenta que hoy tocaba poco que rascar, más aún cuando en Radio Clásica estaban emitiendo música brasileña, no samba, ni batucadas, ni gilipolleces de esas, no, música sinfónica escrita por brasileños, lo cual me causa la misma sensación que ver "Pastel de Queso" en una carta de postres: un sindiós. Fuera cascos, a ver porque palo se arrancan hoy los pájaros...ná, tampoco.

Sí, ya se veían los dorados cabellos del sol y toda esa mierda, el verde riachuelo paseando bolsas de plástico y botes de bebida, el coche del último polvo de la noche con las luces puestas, de vuelta a las respectivas casas, galgos o podencos abandonados trotando estúpidamente en busca de comida, me ha parecido ver una liebre, tal vez fuera una rata, todo se parece a estas horas, mejor fiarse del oído, más aún cuando O Pastel de Queso continuaba con su empalagosa tabarra a través de las ondas hertzianas, he creído oír a una rana pero puede que fuera un cocodrilo, me dolían las piernas y encendí un cigarrillo, vi a los cipreses del cementerio ponerse de puntillas en busca del sol, es lo malo de estar enterrado aunque solo sea por los pies, ¿qué será lo bueno?

Que te funcionen las piernas es lo bueno. A casa, a dormir.

Y me juego doble contra sencillo que ahora no puedo.

Hay amaneceres en los que no verías a Dios ni aunque apestara a zarza ardiendo.

8 comentarios:

  1. "música sinfónica escrita por brasileños, lo cual me causa la misma sensación que ver "Pastel de Queso" en una carta de postres: un sindiós"

    francamente : mediócre

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  2. No hagas caso a los "tontosdelculo". Es una delicia leerte...

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  3. sí, mais:
    http://www.youtube.com/watch?v=NxzP1XPCGJE
    enviado por menorqui desde menor-k

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    1. Ese era uno de ellos, menorqui, ese era uno, "el padre de la música brasileña"...no me dice gran cosa, la verdad, mais...tengo una extraña teoría sobre la música, pero es demasiado para alguien que se acaba de despertar y ya se tiene que ir.

      Un abrazo desde Laman-cha, amigón.

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  4. Hay días en que mi que se te apareciera Dios padre en todo su esplendor omnipotente…

    Pero luego de un día viene otro.

    Y con suerte es aquel en el q una nimiedad te enternece, y piensas q no todo está perdido. Que esta Sodoma y Gomorra de cemento y cristal aún tiene una oportunidad.

    Una voz amiga, una sonrisa franca, unas palabras brillantes.

    Un post de Kufis.


    Un beso,


    R

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    1. Gracias a que te tengo.

      Al menos aquí.

      Otro para ti, preciosa.

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