martes, 19 de junio de 2012

BIENVENÍO, MÍTE SERDON





La enfermedad de los ladrillos locos empezó inmediatamente después de las Navidades de 2007, que yo lo vi, que hablo de veras, que no me lo han contao...

Y es que lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible, que dijo el torero cobarde y sabio.

Llegaban sobre las diez de la mañana, veinte o treinta juntaladrillos, con sus monos llenos de mierda, sus voces roncas, su rancio hedor y su nula educación, un par de cervezas y un par de pulgas, algunos café y copa, o copas, según fuera su grado de alcoholismo, hay que tener un cierto pulso hasta para pegar ladrillos, y tres cuartos de hora después regresaban a lo suyo dejando lo mío hecho una pocilga mientras el jefe de la cuadrilla fanfarroneaba con los aparejadores de la obra.

Era un tipo alto y fuerte, un bruto alcoholizado, llevaba tanto oro encima como los negratas hip-hoperos que salen por la tele, su peluco valía un año de mi piso, siempre pagaba él, "¿QUÉ TE DEBO?" voceaba sacando un enorme fajo de billetes, "PON OTRA RONDA", hubiera estado así toda la mañana si no fuera porque los otros decían de marcharse, pero por las tardes, después de la comida y las putas, no había límite, ya estaba todo el ladrillo vendido, y entonces era una cinta sinfín: cubalibres, chinos, chistes, sus queridas, sus hijos, su santa...era todo un sentimental.

No era de aquí, vivía en un pueblo cercano, durante treinta años lo había hecho en su estado natural, esto es, sorbiéndose los mocos, hasta que los ladrillos perdieron la cabeza y se fue al Ayuntamiento con el carnet del Partido en la boca. Poco después era millonario.

Un juntaladrillos levantaba 2.500 euros, 4000 si se iba a Madrid, tan así era la cosa que las putas y los camellos merodeaban las obras, a un currito lo pillaron chingando en el despacho de uno de los aparejadores, lo echaron, todo tiene un límite, vale que trabajes medio chispao, que no se te caiga el canuto de maría de la boca, que le eches uno rápido detrás de aquel encofrado, ¡pero que encima lo hagas en la mesa donde dibujo mis planos!...como que no. Aunque no creo que tardara mucho en encontrar algo, en Madrid mejor, con un poco de suerte ahora cambiará los ladrillos por las cartas si la momia yanqui se decide a instalar su Eurovicio en la capital del muy católico Reino de España. Cuando lo haga, si lo hace, las putas y los camellos seguirán estando allí: donde se huele la pasta. Igual que los del Ayuntamiento.

La obra terminó poco antes que ZP ganará por segunda vez, estuvieron unos cuantos meses haciéndose los remolones para que coincidiera con esa fecha, que me lo dijo el aparejador jefe, "las cosas funcionan así: se inaugura cuando le interesa al que paga". Inaugurar y desaparecer todo dios fue cosa de un instante.

Y a partir de entonces las grúas y su infernal comparsita desaparecieron del paisaje urbano. De la noche a la mañana todo quedó en silencio, seguían allí pero calladas. Hasta que también ellas fueron desaparecidas, pero no así sus medios-obras, ahí siguen, esperando que alguien las remate, como un monumento funerario a la locura de un pueblo que creyó ser otro.

No es posible que pasemos de ser los limpiapajas de Europa a productores de las películas en diez años, por mucho que tanto el bigotes como el nublao se empeñaran en hacérnoslo creer. Para lograr eso, para que alguien pase del arroyo a la piscina privada sin más equipaje que su trabajo honrado, tienes que haber nacido en un país que desde luego no se llama España. Y no porque los españoles seamos especialmente peores que el resto, no lo creo, sino que quienes nos gobiernan sí son bastante peores que quienes gobiernan al resto que pintan algo en este melodrama. Y como vemos lo que hacen quienes deberían ser ejemplares nosotros no les vamos a la zaga: uno ve normal lo que es normal dentro de casa, aunque sea una aberración. Solo saliendo de ella se le caerán las legañas y conocerá la verdad:

Que papi y mami no eran tan buenos como parecían.

Y ahora llega Mr. Sheldon con su bótox  para que la vieja puta aún pueda sacarles los cuartos a cuatro despistados en busca de toros, paella, sol, mar y flamenco. Y tute subastao.

La España Eterna.

La España de Monipodio.

La España que ya no da más de sí: el typical spanish ya no les hace tanta gracia a los guiris tontos que no saben una mierda de ná.

2 comentarios:

  1. ...
    "Y no porque los españoles seamos especialmente peores que el resto, no lo creo, sino que quienes nos gobiernan sí son bastante peores."
    ...

    amigo mío, los que gobiernan los ponen los españoles.....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo mío...los ponen quienes tienen intereses en ponerlos. Nosotros solo señalamos con el dedo, pero no hay sino serrín dentro del muñeco. Serrín obediente con sus ponedores, por supuesto, hasta ahí llegan.

      Un sorprendido saludo. Gracias.

      Eliminar