
Los Oscars son como la religión: te los crees hasta que empiezas a buscar por tu cuenta.
Siendo premios de la industria (que poco me gusta esta palabreja para un arte que quiero tanto) es normal que premien aquello que más la potencia, eso sí, para que cuele como "excelencia" las películas galardonadas tienen que tener un cierto toque "artístico". Por lo tanto, los premios Oscar tienen poco o nada que ver con el Arte.
Considero el cine como un arte; y al DIRECTOR como un artista, como un arquitecto, como un escultor. Lo importante es el director, no los actores, esos egomaníacos infantiloides que al salir del útero materno ya estaban preguntándole al médico si habían llorado bien. Un buen cineasta, o documentalista, podrá rodar una maravilla sin que aparezca un sólo ser humano. Los mejores actores del mundo, sin un buen director detrás, harían algo parecido a lo de Almodóvar en "Pepi, Luci y Boom...": un concurso para ver quien la tiene más grande. El ego en este caso. Hitchcock lo definió bien: "A los actores hay que tratarlos como ganado".
El cine es imagen en movimiento, nada más; ergo, el cine puro, básico, es el mudo.
Todos los grandes clásicos de la época dorada de Hollywood remitían a los maestros del mudo cuando les preguntaban por tal o cual "hallazgo": "eso ya lo hizo Griffith", "¿emotividad? mira a Eisenstein". Desde entonces todo es manipular lo que aquellos pioneros, esos inventores de un nuevo lengüaje (¡casi nada!), dieron al mundo: la forma de contar una historia con imágenes de tal modo que la gente se emocionara viéndola. Es como lo que dicen de Platón, "toda la filosofía posterior es un comentario a su obra".
Y es que el valor de los iniciadores, de los que abren el camino, es incomparablemente mayor a cualquiera de los que vengan después. Éstos podrán hacer obras más perfectas, más celebradas, incluso mejores, pero siempre quedarán bajo la sombra del que se atrevió a dar el primer paso. Por muy buen polvo que eches, el que seguro no olvidarás jamás será el primero. Aunque desde luego no fuera el más placentero.
Hoy en día decir que ves y que admiras el cine mudo es, más o menos, como confesarte coprófago: nadie lo entiende.
Lo que yo no entiendo es como alguien puede ver una película en la que el plano más largo dura tres segundos y a eso llamarlo "ritmo"; o que al uso indiscriminado del primer plano lo llamen "expresividad"; o que toda la acción se desarrolle entre bombas, explosiones y malabarismos para "dotar" a la historia de "gancho"...
Eso no es cine. Eso es como las drogas o la pornografía, cada vez necesitas sensaciones más fuertes para saciar tu inmenso vacío espiritual o afectivo. Eso es MIERDA.
Hay una secuencia en "Vértigo" (mi película favorita, porque considero "2001" como otra cosa) en la que Jimmy Stewart sigue a Kim Novak por las calles de San Francisco, y durante quince o veinte minutos no se dice ni una palabra. Ese impresionante ejercicio de estilo, en las manos de un director catalogado como "comercial", no lo hace hoy ni el más "arriesgado" de los gominolos posmodernos que casi necesitan paralizar un país y movilizar un ejército para rodar una jodida escena. Con esa maravilla, Hitchcock vuelve a demostrar de donde viene, cuales son sus orígenes, el por qué era de los pocos que sabían rodar sin que los loros hablaran: porque había empezado su carrera en el mudo, porque conocía el secreto: el cine es imagen en movimiento, lo demás es circunstancial. Que la "Academia" (¡hay que joderse con las palabras...!) pasara por alto el trienio mágico hitchcockiano, el que va de "Con la muerte en los talones" a "Psicosis" pasando por "Vértigo", sólo confirma una cosa: que, por lo general, los premios nunca los ganan quienes de verdad los merecen, sino quienes más convienen.
El cine ha pasado de ser un Arte ha convertirse en Propaganda. Esa es la función del cine actual. Hay excepciones, ¡cómo no!, pero básicamente es así.
Cuando algo como "Avatar" se convierte en un fenómeno planetario y arrambla con no sé cuentos Oscars, quizá es que ha llegado el momento que estaban esperando: la televisión no nos ha dejado una neurona viva y ya pueden convencernos de lo que quieran; el Nuevo Oden Mundial de Lobotomizados está preparado.
Eso (Avatar) es la mayor mierda que he tenido que ver (¡ay!) en toda mi vida, el mayor comecabezas realizado desde "El Triunfo de la Voluntad" de la grandiosa Leni Riefensthal. Pero algo vomitivo ideológicamente, como lo son ambas, al menos puede rodarse con talento. Y ahí está la gran diferencia; mientras que el encargo de Adolfito se convierte en una obra de arte (llena de basura, pero increíblemente hermosa) en manos de una artista, el engendro azul no pasa de una versión actualizada de los pitufos, donde Gargamel es todo aquello que nos ha traído hasta aquí, y papá Pitufo es el nuevo gurú de la Pacha Mama, paraíso de mosquitos, ratas y demás seres subterráneos, todo ello rodado igual que si Gloria Fuertes hubiera vuelto "ex profeso" del Infierno para ponerse tras la cámara: "el Futuro está en que os conforméis con poco, dejadnos lo demás para Nosotros, un nuevo Movimiento que os liberará de las cadenas del deseo, de ir un paso más allá, ya no hay nada por descubrir, somos muchos y hay que portarse bien con la Pacha y eso...vosotros a follar y a ver la tele".
Lástima de mundo donde el ¿pensamiento? fuertiano ha vencido a la ACCIÓN fordiana.
Todos:
Doña Pito Piturra
tiene unos guantes;
Doña Pito Piturra,
muy elegantes.
Doña Pito Piturra
tiene un sombrero;
Doña Pito Piturra,
con un plumero.
Dona Pito Piturra
tiene un zapato;
Doña Pito Piturra,
le vino ancho.
Dona Pito Piturra
tiene unos guantes;
Doña Pito Piturra,
le están muy grandes.
Doña Pito Piturra
tiene unos guantes;
Doña Pito Piturra,
Lo he dicho antes.
- "¿Duke?"
- "Dime papi..."
- "Parece que estos idiotas nos han ganado..."
- "Parece..."
- "Anda y que les jodan...¿qué más nos da? además, ¡estamos muertos!"
- "Como ellos papi..."
- "Oye...¿O´Hara ya anda por aquí?"
- "Pues no lo sé..."
- "Podríamos llamarla y hacer la segunda parte de "El hombre tranquilo..."
- "¿Para qué? lo que se tuvo que decir se dijo..."
- "Pues también tienes razón...¿nos emborrachamos?"
- "Vale..."
- "Oye Duke..."
- "Dime John..."
- "¿Te la tiraste?"
- "¿A quien?..."
- "¡A la pelirroja, coño!"
- "Viejo verde..."
- "Si me hubiera pillado con treinta años menos..."
- "Llena las copas...voy a buscar a Lee"