domingo, 18 de abril de 2010

UN DOMINGO CUALQUIERA





Los negros corren como quien duerme.

Iba paseando por el parque cuando, a lo lejos, he visto acercarse un negro corriendo. Al cruzar nuestros caminos me he fijado: gorro, chambergo, guantes, pantalones largos...todo desastrado, claro, nada de últimos modelos o pollas en vinagre, no sé que coño se pondrá en Navidad, aunque, claro, viniendo de donde vienen todo tiene su explicación. Recuerdo este invierno pasado (gracias a Dios) cuando cayó una de esas nevadas; estaban refugiados en mi bar un par de ellos, de éstos que se malganan la vida vendiendo pelis y cd´s (jódete Teddy Bautista); había que verles las caras: igual que un niño, son como los niños:

- "¿Qué te parece?"
- "Bunitu jefe, mu bunitu" me decían con una sonrisa de oreja a oreja.

La mayoría de los que conozco vienen del Senegal; son musulmanes, abstemios y buenos chicos. Con nadie se meten y a nadie que no sea un gilipollas les molesta. "Pilículas, música..." "no", y a otra cosa; no son como los moros de pesaos. Últimamente no venden una puta mierda; también anda chungo el negocio del pirateo, pero siempre están sonriendo. "¿Como están las cosas en tu país, chaval?" "Mal, jefe, mu mal" "Tómate algo" "Grasias jefe. Té con leche jefe. Y 2 asucar, jefe. Muchas grasias, jefe". Y así. Podríamos hacer un intercambio: mandar al África a todos los piji-progres que abominan de Occidente y ensalzan el continente negro (negrísimo), a cambio de chavales como éstos. Seguro que saldríamos ganando.

Por mi zona el jefe de todos los negros-piratas es Lí; éste es un chino bajito, educado y listo. No tiene nu puta idea de español aunque lleva 7 años por aquí. Lí es quien consigue el material y quien lo reparte entre los negros, quienes al final de la noche tienen que rendir cuentas ante el chino. Yo los he visto algunas veces y es un show: el puto Lí en el medio, haciendo cuentas rodeado de chavales negros de 2 metros de altura. No sé como coño se entenderán, aunque habiendo pasta por medio y sabiendo algo de Matemáticas todo es más fácil. Lí marcha bien, se ha comprado un piso en una buena zona y vive con la que dice es su mujer y la hermana de esta; yo creo que son sus esclavas y que se folla a las 2. "¿Como van las cosas por China, Lí?" "Regula, musa jente, musa, musa jente". Lí es de Shanghai (se pronuncia Sanjái, con suavidad en la j). "¿Es grande Sanjái, Lí?" "Ooooooooh, sí, muso glande Sanjái" "¿Más que Madrid?" "Ooooooooooh, sí, sinco o sei ma glande". O sea, el puto infierno. Me dió la dirección de su casa familiar en Sanjái. "Cuando baya, lo que quiera, todo..." Es buen tío Lí.

Bueno, a lo que iba; después de cruzarme con el negro que corría por el parque (como el 90 % de ellos, medía 2 metros) me he topado con un especimen de la raza ibérica; un treinteañero que no tenía otra cosa mejor que hacer un domingo por la mañana que irse a penar al parque, porque lo suyo no era correr, era sufrir, aunque, eso sí, equipado a la última, con un cable de esos que llevan alrededor del pecho, unas tiras debajo de las rodillas, un cinturon mágico donde sólo le faltaba llevar un infernillo, y tal...Durante mi paseo el negro desastrao lo ha pasao 3 veces como quien lava, mientras nuestro compatriota iba con la lengua fuera y la cara roja.

Y es que los domingos se hicieron para otra cosa...

Los domingos se crearon para follar (o hacer el amor, para los espíritus sensibles).

Durante la semana hay que currar, relacionarse, hacer el idiota y todo eso; el sábado hay que ponerse (tampoco hasta las cencerretas porque sino jodemos el tema) y el domingo hay que dedicarlo por entero a la jodienda. Ése es el asunto.
Te despiertas, abrazas a tu chica, se la restriegas por el culo, le magreas las tetas, le mordisqueas la orejilla, oyes como se despereza con gusto y ... a darle al rollo. Después un pito a medias, ella abrazada a tí, "que tal cariño" "te quiero" "yo también" "vamos a comer algo". Poco y ligero, se jode mejor con el estómago suave, un poco de tele en el sofa para hacer la digestión, "¿Vamos a la cama?" "Sí", se echa otro, dormimos un rato, otro, otro, otro...eso es una pareja que funciona. A la mañana siguiente, comienzas la semana con una sonrisa de oreja a oreja y sin desear el mal de nadie. Todo funcionaría mejor si se follara más y mejor. Ahora el 95 % de las parejas no soportan estar juntas, que si tele, que si fútbol, que si me voy a correr, que vamos a misa, que vamos a tomar una caña...cero. Ya no se quieren. Se soportan porque hay miedo a la soledad, pero el amor ha desaparecido. Nos tienen rodeados de gilipolleces para que no nos demos cuenta de lo que realmente importa; es como un juego de manos. Es un puto juego de manos. Aquellos que de verdad están enamorados no necesitan nada más. Nada más que el uno al otro. Ya está. Lo demás sobra.


Hoy no va a pillar cacho el ridículo españolito pre-infartado, ni el grácil negro devora-kilómetros, ni el puto Teddy Bautista, ni quien esto escribe...hoy el único que estará haciendo lo que hay que hacer es el chino Lí.

Seguro que les está dando lo suyo a sus 2 esclavas.


Está claro que el Conocimiento viene del Oriente.

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