lunes, 30 de enero de 2012
LA PROPORCIÓN AÚREA
La gorda hipermaquillada se sorbía los mocos ante las cámaras, llorando a lagrimal batiente, "¿QUÉ VOY A HACER AHORA?", lograba bufar entre moco y moco; un cincuentón feo, calvo y con bigotes proclamaba indignadísimo que podrían habérselo comunicado con tiempo para que se buscaran la vida...terminé por devorar el cocidito materno, glorioso, resucitador, irrechazable, "vamos a tener que ir pensando en cobrar menos" me dijo mi hermano, "pues nada...". Me levanté, besé a mi madre, me despedí de los demás y fui para mi piso con un tupper de macarrones, otro de garbanzos y un tarro de consomé.
El estómago empezó su turno, le dí lo suyo a los pulmones, miré algunas noticias en la Red, "una tormenta solar amenaza la Tierra", "de Prada gana el IV Premio Internacional de Cáceres por su artículo Cáceres bajo la lluvia"...apagué el segundo cigarrillo y me tumbé en el sofá, agarré "El ocaso de los ídolos" de donde lo había dejado al mediodía y me dormí poco después.
Al salir a la calle me dí cuenta que había dejado encendido el mp3, no me iba a durar ni cinco minutos, intenté aprovecharlos escuchando "Sister morphine" en modo A-B, se quedó en el guión, lástima, puse la radio en el teléfono, música de Maurice Jarre, pues va a ser que no, lo apagué, ni intenté buscar otra opción, parafraseando el legendario disco de Dylan, "Shit on shit", en el dial no hay nada fuera de radio clásica.
La "batidora" (una junkie cuarentona) tiraba hacia atrás de un viejo borracho que iba a cruzar la carretera como si fuera Julio César de regreso a Roma tras una de sus campañas, "¿qué hace ésa con ése?", volví la cabeza, consiguió hacerlo entrar en un garito, maldito mp3...
En el parque ví a uno de guardia junto a los lavabos, salí por la segunda puerta, los del turno de noche en el instituto estaban de fumada junto a los coches, "marihuana", el sábado me regalaron una bolsita con unos cuantos cogollos, me fumé dos flojitos con las últimas copas de la aurora, una charla agradable, ella dijo que de los restos de mi rosario haría una pulsera, también que estaba invitado a ir con ellos a su pueblo cuando pudiera, la creí, me sentaron bien, los canutos, digo, hacía siglos que no fumaba maría, pero a la tarde siguiente le dí el resto a un amigo.
Casi nadie por las calles, negocios cerrados, "se vende", "se alquila", "se...". Algun@s paseaban a sus perros, pequeñitos la mayoría, insignificantes, no está el tema como para dejarse la pasta en una bestia de 50 kilos, pero para tener un chucho así mejor no tener ná, siento vergüenza ajena cuando veo a un maromo paseando a un animalejo de esos. Y siento que él siente vergüenza de sí mismo: agacha la cabeza, saca el móvil y le da un correazo al animal cuando nos cruzamos, como queriendo demostrar que sí, que eso es un perro de mierda, pero todavía es lo bastante hombre como para tirar de la correa de la mascota de su mujer...
Llego a casa y me desembarazo de casi todo el cocido que me comí. Hay que joderse lo poco que necesita el cuerpo para funcionar, a fin de cuentas la mayoría es mierda, papel de estraza, envoltorio floreado.
"¿QUÉ VOY A HACER?"
¡CAGA!
¡COÑO!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me gusto mucho el post, cuidadín con la maria.
ResponderEliminarSaluditos.
Gracias, Zorro Bob.
ResponderEliminarNo hay miedo, ya soy demasiado mayor para regresar a según qué lugares
Ay con la maria, se me cae el alma a los pies cuando escucho a algun criajo decir que no hace nada y tal.
ResponderEliminarY los perros grandes, que asco les tengo.. a las llamadas razas peligrosas. Si ya en ciudad me ponen los pelos de punta al ver pasar esas moles junto a mi hija-..cuando me los encuentro en el campo me gustaría tener una escopeta a mano.
A una persona normal no le dejan ir con una navaja, pero llevar a un animal de 50 kilos capaz de triturar huesos,...eso sí.
Pais
¡Bien hallado, don Ogro!
ResponderEliminarCreo que con la maría no íbamos a estar de acuerdo, pero entiendo lo que quieres decir siendo padre como lo eres
Y por lo que dices de los perrazos...ya sabes que estoy contigo. Cuando veo a uno paseando a una bestia de esas me siento como si me encontrara con Josu Ternera
Un abrazo
Pues en esto de la maría yo estoy con Escohotado, que mi hijo se fume el primer porro conmigo antes que con cualquier idiota que le de a fumar basura.
ResponderEliminarA mi se me cae el alma a los pies cuando la gente se asusta de la maría pero le da todo tipo de comida o bebida basura a sus hijos, les regala motos y coches de gran cilindrada para que hagan el bestia , pistolitas para que vayan practicando, animales a los que maltratar, malcuidar o abandonar, juegos de guerra.
En fin cada cual sabrá como meter mejor la pata con la educación y convivencia que tiene con sus vástagos.
Bastante de acuerdo con Anónimo
ResponderEliminarA mi tambien me gustaria en ocasiones llevar una escopeta cargada por la calle... pero nunca se me ocurria usarla contra un perro... o si...
ResponderEliminarContra el amo, lorena, esa es la diana correcta
ResponderEliminarKufis...
ResponderEliminarMi santa esposa quiere encasquetarme un beagle... y yo ando loco por un Bullterrier.
Solución, una pecera.
Muy buena entrada, kufisto.
Jajaja...pero que bueno, conio.
ResponderEliminarCuidao con los polvos del papeo, cuando era un crio liquide sin querer a unos cuantos por exceso
Un abrazo