lunes, 10 de mayo de 2010
¿HABRÁ ALGUNA VEZ UN ARCO IRIS?
Mejor dormido que despierto.
Mejor soñando que viviendo.
Mejor sano que enfermo.
Y es que los males de la azotea se inician con la falta de salud: resacas, gripes, alergias, bronquitis, insomnio y demás hierbas. No recuerdo la última vez que estuve una semana sin alguna mala historia, aunque de todas las movidas de la única que no tengo culpa es de la alergia. En fin, cada uno tiene lo que se merece.
Un fin de semana pestoso; colocamiento extremo el jueves, resaca y principio gripal enmascarado por aquella el viernes, poca venta, confirmación del gripazo el sábado una vez superada la 2666 resaca, poca venta, mala hostia, borrachos pesaos de última hora, a dormir como un pajarillo en Alaska, amanecer del domingo más muerto que vivo, pastillas, sobres, caramelos para la garganta, no puedo dejar de echarme algún pito, aunque cada vez que le doy una calada creo que voy a echar los pulmones por la boca, mala venta, me cago en la puta, insomnio, susto nocturno y despertar del lunes sabático. Me lavo y escupo verde, infección, farmacia, "dame un antibiótico fuerte" le digo a la momia con cara gelatinosa, "luego te traigo la receta", tengo un amigo médico que se tira el rollo y soy uno de los mejores clientes de ése fan de "Saber Vivir"; me lo da mirándome como a un judío de Auschwitz: barba de varios días, ojeras del calibre "jiménez del oso", toses, mocos y sudoroso...vamos, para que me echen a los leones, otro pito al salir, más moco verde, compro una barra a ver si consigo comer algo después de tres días con sus noches, compruebo las primitivas, certifico por enésima vez que la suerte olvido contarme entre sus hijos, echo las nuevas para toda la semana (creo que es en lo único que aún mantengo la fe) y regreso a casa.
Hoy va a ser un día tipo "año nuevo": zumo de naranja, películas, agua, tabaco, medicinas, malmeter un rato por interné, comer algo suave, toses y dolor. Mucho dolor. Te vendo un poco. Te lo regalo.
Ésta noche pasada, con la fiebre y eso, he tenido unos sueños maravillosos; todo se solucionaba, todo se arreglaba, "felicidad que bonito nombre tienes", otra vez sale el sol sólo para tí, risas, abrazos y caricias...luego despiertas en compañía de tu sudadísima y maloliente almohada, todo vuelve a la normalidad, sigues sólo, gilipollas, y enfermo, y de mala hostia, y desesperado.
Estoy con Monty Burns y su autobiografía, "¿Habrá alguna vez un arco iris?"
¿Llegaré a verlo?
Mejor dormido que despierto.
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