sábado, 26 de mayo de 2012

NEVERENDING MOTHERFUCKERS




Hace algún tiempo que cumplió el medio siglo pero lo más suave que escucha es Led Zeppelin, y eso porque es lo más duro que pongo en el bar, no creo que los laseé en su lar, aunque es de la vieja escuela, quizá siga pinchando, benditos vinilos, añoradas pizarras, pero si quieres oír lo último que se esté friendo en el harinoso aceite del jevi tienes que hacerlo en Cd; solo las grandes momias del rollo pueden permitirse escribir sobre pizarra sus penúltimos refritos, tan pasados y caducos que no hacen sino confirmar mi convicción de que debería prohibirse hacer Rock (o sus múltiples hijos bastardos) para todos aquellos que hayan cruzado el temido Rubicón de la treintena, nada os digo cuando sus nietos ya andan endrogándose en las Universidades más elitistas de aquella sociedad que tanto decían despreciar. En fin, es lo que hay.

Es amigo de mi tío el rockero, otro que de la cueva no sale, a veces se juntan con sus hachas en la cochera de uno de los dos, el prota de esto a las cuatro cuerdas y mi pariente a las seis, le dan un rato al tema y luego Dio va a la mía y me lo cuenta entre risas mientras le pongo su vinito tinto y la cañita sin alcohol de su chica, unas tapitas y un ratito después la despedida: "¡Adiós, Jimmy Page!", "¡adiós, Dio!".

Lleva una locomotora, cuando trabaja, claro, cuando no conduce un escarabajo blanco con el logo de Dio en el capó, bien grande, que se vea, a fin de cuentas no tiene más bandera que esa, el jevi, y no recuerdo haberle visto jamás sin alguna camiseta de sus héroes. Nunca. Sea verano o invierno, sobre su pecho no encontrarás otra cosa que tejido negro y la fotografía o el dibujo de algún Príncipe del Ruido, aunque no creo que le gustara mi definición, más por lo del Príncipe que los del Ruido, es más rojo que un vómito de sangre, pero eso es cosa de la que apenas hablamos una vez y con cuidado, lo que nos une es el Rock...bueno, tampoco, él sigue siendo jevi y yo no, primos segundos como mucho, o terceros, pero no importa. Lo que cuenta es que es un buen tío y con eso basta.

La verdad sea dicha: su modo de vida está en las antípodas de las sacrosantas leyes del género. No bebe, no fuma, es monógamo, corre un par de horas diarias y abomina de las aglomeraciones que solo se salta cuando va con su chica al Foro para ver en directo alguna banda que por su insignificancia en el mainstream jamás actuará en el Bernabeu, o en el Calderón, siquiera en las Ventas del Espíritu Santo, salas pequeñas, medianas todo lo más, a fin de cuentas es ahí donde más se disfruta. Los campos de fútbol son para jugar al fútbol, y las plazas de toros para torearlos. Bueno, eso era antes, ¡menudo San Isidro llevamos!, a ver si llega el 25 de Junio y José Tomás se abre de capote en Badajoz, porque vaya aburrimiento...:

- "¿Cómo están los toros hoy, Jimmy Page"
- "Como siempre: más acabaos que la Falange"

Y se mea de risa mientras se lleva el plato de filetes empanaos.

Durante algún tiempo saqueé la mula para bajarme material, tanto para él como para mi tío; decenas, centenares de videos con actuaciones en directo, auténticas joyas para los amantes del género aunque para mi no llegaran ni a piedras pómez, salvo contadas excepciones. Pero es cosa buena hacer feliz a la gente buena, y a fin de cuentas no me costaba nada: la electricidad que gastara la máquina durante su continuo tostamiento, llegué a tenerla sin parar durante semanas. Que se joda, nació para ello, no sirve para otra cosa. Si fuéramos dioses haríamos pastillas del jabón con el resto del mundo.

Tanto me bajé para su disfrute, tanto gusto les di, que como buenos chicos acabaron por hacerme un regalo: una memoria externa de ésas, no sé su nombre, un chisme con un cable que lo enchufas al ordenador y succiona el material importante para tenerlo a salvo de virus y demás enfermedades, cosa que hice nada más recibirlo, pero como tantas otras ahí sigue, en un rincón, durmiendo el sueño de los justos, cubierta de polvo y mijo pelado por la periquita, "así puedes verlo donde vayas". ¿Y donde voy a ir sino recuerdo la última vez que salí de aquí?. El día que lo utilice no va a recordar para qué sirve.

Una tarde, medio en broma, le dije que a ver si me traía una camiseta de los Zeppelin ("que no sea negra") cuando viniera de uno de sus rutinarios viajes, él dijo que lo diera por hecho y ahí quedo la cosa, no le di demasiada importancia, estoy acostumbrado a esperar de la gente lo mismo que ellos de mi, por eso cual no sería mi sorpresa cuando a la semana siguiente lo vi aparecer con una pequeña bolsita: "toma, para ti". La verdad es que me sorprendió, fui al water y me la puse, era marrón claro, de tela fina, cosa que agradecieron un montón mis esclavizados poros, salían Jimmy y Robert en acción, en sus buenos tiempos, cuando a pesar de ser dioses no convirtieron en jabón de Lagarto al resto, cuando todavía tenían la edad correcta para escribir el mejor Rock que se haya escrito nunca...fueron Cervantes y Quevedo escribiendo a pachas. Pero claro, tal cosa no podía durar, no puede durar, y acabaron como acabaron. Ahora tenemos un buen surtido de dinosaurios tras el meteorito, tantos que es tonto dar nombres, ahí están, ahí siguen llenando estadios de fútbol, a cada cual más grande...también Cela escribió el Duarte y acabó bailando con una petarda ante una reunión de protestantes y haciendo jeroglíficos en la Tercera del ABC.

Luego, sin yo pedírsela, me compró otra, negra, sudorosa, no me gustó tanto pero tampoco me la quiso cobrar. Tiempo después paré la tostadora, ya no sabían como rellenar la tostada, y una noche en la que se me cruzaron los cables por algo que terminó siendo una tontería maté a la mula, aunque no pude hacerlo de un solo golpe: "¿está seguro que desea desinstalar este programa?", "sí", "si lo hace no podrá...", "¡QUE SÍ, COÑO!"...

La maté porque era fácil y era mía, al menos una pequeña parte, pero eso pasa siempre. Tuyo, tuyo, de verdad...tu madre. Y también es compartida, pero aquí tu trozo sí que es grande: no podrías comerlo ni aunque fueras inmortal.


Así que, Dio, tron, tu bien escrita ficha que con letras de molde (cuando quieres algo nadie escribe como los médicos),  me pasaste el otro día...está durmiendo el sueño de los justos junto a la memoria que me regalasteis.


Y es que todo tiene su momento, colega: mira donde está Ronnie y como está el pobre Iommi. Con la entrada para el estadio que nunca se llenará.


2 comentarios:

  1. Grandioso Ronnie James Dio. Para mi ha sido el cantante más grande de heavy metal. Y siempre con gran dignidad, aunque actuase en una sala para 1000 personas. Gracias Kufisto

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