domingo, 20 de mayo de 2012

EL PADRINO TUVO LA CULPA



Ganaron los ingleses. Nicholas Cage en la tele muda.

Salí a caminar porque iba a dormirme. Sobrio. Bebí un gran vaso de vino para espabilarme. Su temperatura no era la correcta, tampoco la mía, pero me hizo bien. Muy bien. Pillé la tetralogía del Padrino y marché en dirección a mi casa, porque ésta, a pesar de los años que llevo viviendo en ella, no es mi casa ni lo será nunca, lo sé. Tu casa solo tiene su significado cuando esperas turno para pasar al water.

Había luz, estaban en casa, ahora casi siempre están allí, van haciéndose viejos, metí la torcida llave verde en la cerradura y otra vez me dejó pasar, creo que me conoce, la puerta, digo, es la misma de siempre, la misma que hace años, cuando éramos unos críos tontos, aguantó tantos malos tratos sin denunciarnos, ya ves tú la culpa que tendría la pobre, ahora la cerramos con cuidado, con cariño, se lo coges a cualquier cosa que haya pasado el tiempo suficiente contigo. Hasta a una sencilla puerta de los años setenta.

No oí "¿quién?", no dije "yo", así funcionaban las cosas cuando vivía allí, así funcionaban las cosas en una familia numerosa, la madre despierta, esperando sin dormir, "¿quién?", "yo. Me voy a acostar", a veces no lo decías como se escribe, pero al menos estaba en casa, aunque todavía faltara por llegar el otro, o los otros, o quizá fuera el último y ya pudiera irse a dormir...

En silencio subí las escaleras, vi luz en el water, y cuando llegué arriba salió mi madre. Estaba desmaquillándose, tan hermosa como siempre, con la sonrisa que solo ella me da desde hace tres años, "¡hijo mío...eras el último que esperaba ver!", "sí...", la besé dos veces y le dije que venía para traerle a papa las películas del  Padrino, "¿tienes la uno y la dos?" me preguntó esta mañana mientras hacía de tripas corazón detrás de la barra, "sí", "luego me las dejas...¿puedes esta noche?".

Mi padre nunca decía puedes, mi padre decía tráemelas, mi padre está haciéndose viejo. Mi padre siempre ha sido mi sueño. Y lo será. Y lo es.

Vi luz en la cocina, al final del pasillo.

- "¿Está allí?"
- "Sí, está preparando la cena...¿quieres quedarte con nosotros?"

Nada me gustaría más, y mientras escribo esto me dan ganas de ir para allá y comerme las sobras, aunque me extraña conociéndole como le conozco, pero bueno, ya voy por la tercera de Johnnie, me encuentro cada vez mejor, ahora hasta podría hablar interesadamente, ahora hasta podría ser gracioso, pero ahora él ya no puede beber, no podríamos echarnos unas copas, beber con tu padre, como los hombres, ¿recuerdas cuando le compramos el mueble-bar?, ¿la noche en la que llegó de trabajar y nos encontró a TODOS despiertos para darle la sorpresa?...no era su cumpleaños ni nada de eso, simplemente lo hicimos porque sabíamos que le hacía ilusión y podíamos hacerlo entre todos. Una cosita pequeña, bien, elegante, con botellas y copas escogidas, durante un par de meses le dimos buen uso: él y yo llegábamos del bar, quizá un mal día, de esos en los que tragas y no cagas, pero ahí estaban esperándonos su mujer y mi madre, y sus hijos mayores y mis hermanos medianos, "¿y los pequeños?", "durmiendo", y entonces él nos preparaba unas copas, entre risas, mi madre se tomaba un dedillo de algo dulce y charlábamos bajito, a veces repetíamos, y claro, llegaban los decibelios, "hablad bajo" decía ella, y mi padre se reía, y nosotros nos reíamos, y al final acababa por aparecer alguno de los dos pequeños cabrones, "mama...". Y se acababa lo bueno.

- "No...me he puesto ciego con los macarrones que ha subido papa...buenísimos"

Y entonces le he dicho que iba a pasear un rato, esto de los cambios de turno me descoloca tanto...¡y un sábado noche, nada menos!

Sábado noche...llevo tantos trabajándolos que ya no quiero ni verlos.

Me fui de mi casa no sin antes darle una voz a mi padre, sin respuesta, ¿también está sordo?, claro que los anuncios del descanso de la Copa de Europa atruenan a cualquiera, pero aún así...bueno, a fin de cuentas le llevé lo que me pidió. ¿Solicitó?. ¿Rogó?. Me cago en la puta...

Dos besos más (besaré tus cenizas si te lleva antes), y a la calle.

¿Y por dónde voy?. Es de noche, yo soy de día, odio la noche, ¿¿¿POR DÓNDE VOY???...¿igual que la mañana? vamos a ver...

La noche no es la mañana, las canciones no suenan igual, el atardecer del otro sábado fue realmente glorioso, aquello de "la rutina es el flotador del solitario" es lo mejor que he escrito, aquello estuvo realmente bien, y ahora noto que estoy congelado mientras camino entre mis nubes soleadas por los faros de los coches. No me gustan los coches, no me gustan las putas motos, no me gusta lo que va rápido, no me gusta lo que tiene que hacer ruido para que se enteren los demás...


A menos que sea con quienes te crearon a ti.


"La letra con sangre entra"


¿Y la sangre? esa sí que no se va con nada. Ni nadie.


Nunca olvidaré esta canción, nunca le doy bareta en el mp3, siempre la escucho entera, siempre me recuerda a ti, tú con mis años, con esa mujer y cinco hijos, con el mejor bar de la ciudad, con tu esclava de oro, tu peluco de oro, tu mechero de oro, tu Cruz de Caravaca en tu pecho de lobo...eras oro. Eres oro.


Tanto como cuando te decíamos que la pasaras otra vez, ¡nos gustaba tanto ver como lo tarareabas!


Siempre serás mi Comodín.


Puto Puedes...






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