13...Y CONTANDO, CABRONES

¡Dios!, ¡Joder!, ¡Me cago en la puta!...

¡Pero si basta con verlo de refilón para recargar las jodidas pilas!

¿Somos una pila? ¿Soy una batería defectuosa?

Ahí estaba, lo vislumbré mientras echaba la primera meada, antes de subir la persiana, casi no podía creerlo: "¡SÍ, COÑO, SÍ...ME CAGO EN SAN..."

Azul, todavía no del todo, también él estaba levantándose, pero azul...AZUL. Hostia ya.

"Venga, rápido, date bulla, Kufisto" Ni me afeité, abrí las nueces conduciendo, no preguntéis como.

- Hola, buenas, dame un Golden Virginia
- ¡¡¡Hola, ¿eres fumador...?!!!
- No quiero nada -le contesté a una chica-anuncio, toda ceñida, que jamás se dignaría a mirarme fuera de allí
- ¡Pero si no me has dejado decirte...!
- QUE NO, COÑO, NO INSISTAS QUE NO QUIERO NÁ, ¿qué te debo? -le dije a la gorda
- Ocho setenta
- Dame papel del corto y cobra diez.

Dije adiós y las dos devolvieron la despedida. Me quedé como Dios.

"Vamos, Kufisto, coño...media hora"

Me faltó poco para hacer un trompo, ná, de hecho no sé porqué no lo hice; después de todo sólo eran dos basureros echando otro pito.

"Vamos, vamos..."

Quité el contacto, cerré bien y me puse los auriculares...Saltó Let it bleed: yo siempre empiezo el melón musical como Dosto su jodida Biblia. A lo que salga.

Subidón.

Me costó un poco centrarme, tanto que no creo que lo consiguiera, cosa de la que ahora estoy seguro, pero fue tan bueno, tan inesperado...Pasé por delante de la tienda de animales, esa donde pedí una puta pala para rescatar a mi tabaco de su prematura tumba, y me sonreí, y casi reí mirando al cielo, azul, azul...Tan azul como la vida.

Azul, coño, azul...

Llegué hasta el cementerio, cementerio que parecía un cuadro de Rubens, y le tocó a Sister Morphine, uno de Caravaggio, y como no iría que parecióme el de aquel mamón setentero, el de Barrio Sésamo, ése que dibujó los carteles del PSOE, un hijoputa que no sabía llevar el bigote...

Rodeé una farola por primera vez en mi vida y regresé sobre mis pasos...Jajajaja...Me cago en...

Más Stones, Honky Tonk Women, sólo faltaba Tumbling Dice, pero no, vino otra vez Hermana Morfina. ¿Por qué cojones tanto Stones? ¿Qué te pasa, HAL? ¿Acaso quieres dejarme tirado antes de llegar a Júpiter? Cambié y entró la Creedence, aquel tema del Gran Lebowski, ese en que se hostia contra un coche...Me quité las gafas de sol, tan descuadradas. Casi lloro de la risa.

Ya en el bar hice mis cosas, y cuando las terminé salí a la puerta para fumar cigarrillos, casi siempre acompañado, a mi me daba igual, yo sólo quería estar al sol...El Barcelona...el Madrid...el Alcalde...el borracho de...la zorra tal...

Me suda el nabo, coño.

Pasé la tarde echando unos tragos, algo tenía que hacer ahora que se había ido la luz de donde yo estaba.

Pero hoy, a no sé cuantos de febrero, he olido lo bueno. Otra vez.

Así que le den por culo a lo demás.