lunes, 18 de marzo de 2013
SON CUATRO, NUNCA ME CONVENCERÁS
A veces vivimos como si dos por dos pudieran ser cinco, como si por más que lo hayamos cantado, por más que lo hemos comprobado, siempre quedara abierta la posibilidad de que en algún momento, como por arte de magia, nuestro eterno cuatro pudiera ser un error, y claro, pasa lo que pasa: que yerras nada más que creyendo en la posibilidad.
El mundo que nos ha tocado vivir desea signos de interrogación, no personas, y menos aún contenido entre aquellos. Una pregunta sin palabras, sin respuesta. Una pregunta para que no preguntes.
No es difícil saber lo que te conviene, al contrario, es algo tan sencillo que por eso buscamos algo más cuando siempre será menos, que el tronco del árbol no se mueve de donde echó raíces, sólo crece y le salen ramas y hojas que vienen y van, pero la base, lo primordial, seguirá anclada hasta la muerte en la tierra que le dio la vida .
Las piernas de los árboles son las más fuertes porque no pierden el tiempo yendo de acá para allá: no necesitan dar un sólo paso para saber que dos por dos nunca serán cinco, por mucho que un poco más allá vea a otros con mejor aspecto en apariencia. Es ley de vida.
Eres de donde caes. Y no intentes caerte en ningún otro sitio o llegará el momento en el que no te queden fuerzas para volver a casa.
Algunos son tal que árboles trasplantados, lo suficientemente fuertes como para soportar una muerte momentánea, pero una vez allí, una vez que se reaniman con su nueva tierra, no dejan de mirarla con una cierta auto-suficiencia, sobretodo los más jóvenes, los que apenas tuvieron tiempo de echar buenas raíces en su tierra madre, quizá fueron extirpados porque no era lo suficientemente buena, quien sabe...Pero una vez lejos de ella, una vez que has podido sobrevivir a algo tan terrible, uno puede empezar a pensar que dos por dos pueden ser perfectamente cinco.
Todos miran al árbol que más agita el viento, y admirándole se entregan sin saber que tal vez su agitación provenga de sus malas raíces, no tanto por débiles, al contrario, suele acontecer que quien vence una dura batalla cree haber ganado la guerra, pero sí por retorcidas.
No sé como será el mundo en la quinta dimensión, o en la novena, o en la inacabada...
Pero sí que en este la distancia más corta entre dos puntos es una recta.
Y dos por dos son cuatro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Dos por dos puede ser lo que te de la gana. Tú preguntale a Brcenas y verás como no son cuatro. Cuatro es para el resto, para los tontos del culo que dejamos que en este país haya cientos de miles de Barcenas, unos más grandes, otros más pequeños, pero muchos. Esos, echan raíces donde les parece, ni tierra necesitan. Se alimentan de la bondad o de la tontura de los que están a su alrededor. Pero que no se confíen, a ver si dos por dos va a ser cero.
ResponderEliminarMe cago en mi puta....
...vida, que ya se acabó mi día.
EliminarY la mañana ni te cuento
Razón tienes Paco,razón tienes.
EliminarSaludos.
Pelín determinista te veo.
ResponderEliminarY sí, la matemática es exacta. Pero la vida no. Entiendo la analogía, y entiendo lo q quieres decir, pero lo comparto parcialmente. Si fuera tal como dices, ya estaría muerta.
La libertad, casi siempre dolorosísima, de desarraigarse para buscar lo que creemos q queremos (q no siempre es lo que necesitamos) o recibir lo q nos encontramis (q no siempre es lo que queremos) es lo q nos hace hombres.
De nosotros depende honrar esa libertad o ensuciarla.
Allá cada cual.
Nadie es perfecto, pero lo honorable es intentar esa bonhomía. Un poco como el principio kantiano: "obra d tal manera q tus actos pudieran convertirse en máxima universal".
Aunque no nos salga muy bien.
Claro q esa es MI postura. MI naturaleza. Lo q no es ni bueno ni malo, ni necesariamente LA postura.
Lo dicho: allá cada cuál.
Y aquí lo dejo. Hoy ha salido algo denso. Pero me gusta contártelo. A riesgo de cansar, cosa que ya he vivido antes.
Un beso, Kufis. Y los rayos de sol de primavera que adornan la ciudad en la que vivo…
Acaba de nublarse, preciosa...como lo que acabo de escribir.
EliminarUn beso
Echar raíces en tu tierra es lo natural,lo que te pide el cuerpo.Si tus raíces se mueven a otro lugar,por el motivo que sea, crecer,florecer,supongo que será cuestión del clima y la tierra de ese nuevo lugar.Pero son suposiciones,preguntas sin respuesta.A veces pasa que cuando andas de acá pa´lla sientes que no eres de ninguno de los dos sitios, andas perdid@,simplemente vives sin raíz,sin base,por lo tanto débil.Supongo.
ResponderEliminarBesos.