miércoles, 23 de marzo de 2011
EL HOMBRE DE LAS PIERNAS MUERTAS
El hombre de las piernas muertas dice que está aprendiendo a pintar.
Me ha visto a la segunda, yo las dos veces. Respondió a mi segundo saludo, estábamos más cerca, si las piernas están muertas la vista pierde interés, se atrofia. Unos ojos sin piernas son como el sol de una postal. Hemos tenido que hablar.
Conduce su máquina mientras camino, desde abajo me dice que pinta, yo escucho y digo que sí, le doy la razón, cuando un hombre tiene las piernas muertas hay que darle la razón.
Lleva una pequeña manta sobre sus piernas muertas. Es raro que sientan frío estando muertas. Pero la lleva.
Nos despedimos en la esquina de la calle donde vive con su madre, la misma calle donde nos reuníamos para jugar al fútbol cuando éramos chavales, nos damos la mano y por primera vez nos miramos a los ojos. Siempre que veo los ojos del hombre de las piernas muertas me parece como si lloraran, como si pidieran perdón por ser vistos, como excusándose por no levantarse.
El hombre de las piernas muertas es llevado por la máquina hacia la casa de su madre.
Yo sigo mi camino, andando rápido, bajo un cielo de nubes grises, bajas, amenazantes.
El viento me empuja, me intenta frenar pero no puede, mis piernas aún son fuertes, lo suficiente para poderle.
El hombre de las piernas muertas mira a través de la ventana. Pero ve algo que los demás no pueden ver. Ve a críos pateando una pelota, corriendo y riendo, enfadándose y pegándose, haciendo las paces y volviendo a empezar, a correr, a saltar, a caminar.
Los ojos del hombre de las piernas muertas tienen una excelente visión; pero sólo si miran para atrás.
Cuando sus piernas hacían lo que tenían que hacer.
Lo peor de perder algo es tener que verlo siempre.
Y ver que no hace lo que solía hacer.
Para un buen amigo que no mereció lo que le pasó.
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Muy buen homenaje a ese amigo tuyo.
ResponderEliminarNo le digas que le das la razón por tener las piernas muertas.
Un saludo Kufisto
Saludos y gracias, Menta.
ResponderEliminarLo que se piensa y lo que se dice no tiene nada que ver.
No me ha gustado. Demasiada exhibición de vitalismo por tu parte, en este caso totalmente innecesario. Y el estilo regular. Te lo he visto brillante, en este caso no lo es. Esta metáfora tendrías que haberla guardado para mejor ocasión. Es muy bella: "Unos ojos sin piernas son como el sol de una postal". ¿Qué coño tiene que ver? Un paralítico refuerza más sus sentidos, como un ciego agudiza el oído o un sordo la vista. Mejor para un ciego: "los ojos del ciego son como el sol de una postal". Te la copio y me la quedo.
ResponderEliminarQué se le va a hacer. Nadie acierta siempre; solo los genios: Velázquez, John Ford, Hitchcock. Y pocos más.
Mañana, o pasado mañana, o el año que viene, acertarás. Ya lo dijo Borges: "un solo verso puede salvar toda la obra de un poeta". Tú ya has acertado otras veces así que hoy te jodes.
Si, sómo esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros actos..o algo así.
ResponderEliminarUn saludo.
Ja ja ja...gracias Pedro. Hoy toca joderse. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarGracias Menta. Otro abrazo para ti
Realidades, que para algunos parecen ciencia ficción.
ResponderEliminarGracias Doramas
ResponderEliminarLo malo de tener las piernas muertas es que se contagie al corazón. Si se te muere (metafóricamente) el corazón, entonces sí que estas jodido.
ResponderEliminarMe acuerdo de un tipo de mi ciudad, que además de ir en una silla de ruedas impulsada por una manivela manejada con las manos, además tiene cierto retrado mental.
Sólo lo conocía de vista (llama la atención) y me lo encontré en una calle que tenía la forma de una hondonada bastante pronunciada en forma de V (algo extraño en mi ciudad). El tipo me pidió ayuda ya que desde abajo , no tenía fuerza para subirla. Le ayudé, y hay que ver como pesaba el condenado. Lo que tuvo cojones fue que a la que llegó arriba, el tió aceleró a toda pastilla y sin decir ni mú, se largó a toda velocidad.
Ya sabía como era el tipo, pero me salió de dentro un "de nada cabronazo".
Cosas del destino, al cabo de meses, me lo encontré en otra de las pocas calles cuesta arriba de mi ciudad (más empinada todavía). Le ayudé, pero dios sabe la de pensamientos que tuve.. mi mujer, que ya conocía la historia, mientras, descojonándose de mi mientras sudaba empujando el artefacto ese.
Tampoco dijo ni mú cuando le llevé donde quería.
Cabrón.
Ja ja ja...muy bueno Ogro. Yo también conocí a un tipo parecido. Si era malo de cuerpo entero lo fue peor cuando se quedo sin piernas y sin un brazo tras un "accidente" en el metro (lo empujaron).
ResponderEliminarUno no siempre sabe cual es el motivo por el que alguien sufre una desgracia, pero, en ocasiones, está más que merecida.
Saludos amigo.
Justicia temporal, le llaman...
ResponderEliminarBonito nombre para evitar que no pierdan la cabeza.
ResponderEliminarSaludos.
Eso pienso yo, debería ser definitiva...
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