JOSÉ TOMÁS

En esta España de zapateros y rajaos, de pepiños y cospedales, de borbones y mitrofanes...cuando la verdad se muestra de golpe, brutal, el personal sanchopancesco se asusta y protesta; prefiere el calorcito calefaccioso y embotador de los sentidos que es la mentira porque no puede soportar la pureza de la verdad.

El toreo de José Tomás es de verdad, no hay lugar para poses, pegapases o "duendes"

La personalidad de José Tomás en la plaza y aledaños (que es la que conocemos y la única que debiera importar al aficionado) es clara, seria y naturalmente trascendente, sin afectaciones, ya que se juega la vida de verdad (cosa que el 99´99% del personal no podemos ni imaginarlo)

José Tomás es el torero más grande de la época. con esto no admito discusión; es más, es el único torero realmente importante. Estoy convencido de que sin él la Fiesta ya estaría en estado terminal en todo el país y no sólo, como ahora, en Cataluña, lugar donde si hay alguna mínima posibilidad de supervivencia para los toros es por el de Galapagar.

José Tomás no se "vende", no va de chupapollas por la vida, de "ponedor", de "untador" de infectos periolistos (auténtico cáncer, junto con los políticos, de nuestra sociedad); él no habla porque lo que tiene que decir lo dice en el ruedo (es como si le hubieran dicho a Beethoven: "sí tío, no está mal tu música, pero como no vengas a explicarnosla para que nosotros ganemos pasta con la gente que pague por escucharte...te hundimos"); no se deja televisar porque no le sale de los cojones que unos mierdas se forren mientras el se está jugando la vida (me parece perfecto), si la pestosa TVE saliera a la palestra y dijera: "señores, queremos televisar a José Tomás" y éste se negara entonces sí que no lo entendería, pero mientras sea la mafia prisaica quien controle el mundo taurino prefiero no verle torear a que se baje los pantalones y pase por el aro.