viernes, 8 de agosto de 2014
MATE PASTOR
- Jajaja - me reí.
Un tipo acababa de contar en un foro que iba a empezar a hacer la dieta del nigga:
Blabla...comer pollo frito...blabla...fumar yerba...blabla...hip-hop...blabla...14 o 16 horas diarias durmiendo...
Jajaja...Quince horas diarias de buen dormir. Nadie duerme tanto si lo hace mal. Quince horas...Me acordé de aquel informe científico, otro, ese que dice que pones a un negro solo en una habitación sin estímulos y se duerme en cero coma dos.
Jajaja...
Coño.
Cuando desperté por segunda vez, la definitiva, el sueño de la primera todavía seguía allí: apenas había dormido cinco horas juntando los dos asaltos. Había sido tan fuerte que no pude olvidarlo ni volviéndome a dormir.
Y eso que fue un pimpán, despertarme y dormirme otra vez...pero se quedó conmigo. Aún dos horas después, ya con una de paseo muy matutino, no se me iba de la puta cabeza. Quité al mierda de Radio Clásica y su francofilia de hoy y puse el BBC de los Zeppelin a toda hostia. Inmigrant song, tan cruda como una naranja metálica, consiguió disipar la nube que, todavía, tiene poder para asfixiarme desde el reciente actimel hasta el viejo diente de ajo que, por cierto, hoy no me he comido.
Quince minutos después llegué a casa con Good times, bad times en modo aleatorio.
Siempre me gustó así: a lo que salga de lo que me guste.
Me cambié las ropas exteriores, me rocié con desodorante y, con todo el tiempo que me ha faltado desde marzo, más o menos, me fui al bar no sin antes parar en la frutería del moro.
- ¿Tienes los limones gordos?
- NO, AMIGO...¡NO HAY, NO HAY...!
Ya van dos semanas que me asegura tenerlos para el finde y no los tiene.
- MUUU CAROS, MUUU CAROS, AMIGO...
- Me da igual, traémelos. Una caja.
Y no la trae.
- ¡NO HAY, NO HAY!
Hijoputa.
Bah, que ten den por culo.
- Te dejo esto aquí mientras hago la compra -le dije una tarde de descanso.
- ¿Y esto? -me preguntó al ir a pagar las bolsas con sus tomates, sus manzanas, sus limones y sus naranjas sobre el cuchitril que tiene por mostrador.
- Miel. Miel de la buena.
No hacía ni quince minutos que la había comprado en la tienda pija, una que lleva una obesa que parece asustarse cada vez que entro, aunque ya menos. Cosas de comprar las cosas cuando vienes de andar las montañas del pueblo. Y ahora que lo pienso...ná, ni yendo de frac. En la mirada no llevo más que cinco horas de regular sueño. Y eso con suerte.
- Ahhh...-dijo el moro
- Es cara, pero es buena -dije yo
- ¿Cuanto?
- Doce euros. El kilo.
- ¿Donde la ha comprado? -preguntó admirando esa obra de arte que contenía a ese don de Dios.
- Allí, en una tienda al lao del Cristo de...
- Ahhh...En mi país, la miel, trenta euro kilo.
- ¿Quieres que te traiga uno la próxima vez?
- Sí. Por favor -y pensé que si la gorda me mira como a un salvaje a este lo miraría como a un moro. Acepté.
Y a la semana siguiente la tenía allí.
- Muuuchas gracias.
- De nada.
- ¿Cuanto?
- Doce euros
Le di el ticket.
Su hija pequeña, una niña muy blanquita de apenas ocho o nueve años, me miraba sonriendo sus grandes ojos negros. Le hice una carantoña y me fui para la cercana casa del sol poniente. La mía.
La tarde ha pasado como ese primer gin-tonic retardado, reposado por la obligación: no recuerdo haber echado un primer trago mejor. Qué rico.
Muy a gusto he estado con todos los pocos que luego han sido, hasta mezclando mis bebidas; ora gin, ora whisky y ora cerveza, ora que te ora, error de principiante, pero ya soy veterano y no hay más tiempo para cambiar lo de siempre.
- ¿Ajedrez? -me preguntó uno que ya iba un poco tostaete.
- Ajedrez -respondí desde el ordenador- Las Olimpiadas -no le dije de Tromso porque no le estallara el cabezón.
- Yo jugué en el equipo provincial, de chico...Jugamos por el título de Castilla la Mancha...No sabía hacer más que el mate pastor...¿se llama así, no?
- Sí (oh, Dios Santo...¿qué has hecho conmigo?)
Fui al water. Meé. Miré en el lavabo. Podría haberme hecho un chino con los restos de la antigua estrella del ajedrez manchego. Pasé.
Y viendo la partida entre Caruana y Carlsen leí un comentario en inglés sobre lo que acababa de hacer Grischuk, el segundo tablero ruso.
¡Qué partida!...qué partida...qué manera de jugar al ajedrez...
Al salir del bar vi a un escuchimizado cuarentón del terreno, andando, musitando al aire, sin auriculares, mientras acariciaba los setos de un jardín que no era suyo. Unos pasos por detrás, dos gitanas, madre e hija, enormes ambas dos, hablaban a gritos mientras la más gorda de ellas empujaba el carrito de la carne de su carne como si fuera otro melón.
Ya en el 24 horas me atendió la chica jovencita, la que sonríe como si todavía fuera demasiado joven como para parecer zombi. Pagué y no me sonrió como otras veces: la gobernanta estaba escondida al cargo de la registradora. Y me fui sin tontear demasiado.
Dos piernazas del este de Europa, dos columnas que no tenían veinte años, emergieron como la apertura Orangután a los ojos de Botvinnik.
- Oh, Dios Santo...
Reconocí al tipo que estaba sentado al volante del coche grande. Un niño pijo de cincuenta años, gordaco, bribón e hijo de puta, pero con dinero
- Oh, Dios Santo...
Oh, Señor...
Al menos nos dejas a Grischuk.
En verdad que tus caminos son más inexcrutables que la variante de los cuatro peones en la defensa de Alekhine.
Dormir...soñar...
Dame mi parte, padrecito.
Dame mi parte buena, coño.
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Ya que hablas de chicas me estaba riendo de lo bestias que son algunos, y también de lo necesitados que andan. Es como para copiar el texto y enviar por SMS a un programa de feministas. El hilo va de quiénes son las españolas más bonitas:
ResponderEliminarIniciado por Smoker:
ve a magaluf y te follas a guiris
Responde un tal Sonny:
Pues sí, hay que ir a lo fácil, a por hembras que han perdido la consciencia ya sea por el alcohol o porque acaben de hacer un balconing fallido.
Es que me recordó un chiste olvidado de cuando tenía 17 años, pero ya no tengo edad para contarlo, y no lo haré.
Y coincido con la mayoría: las andaluzas y canarias son las más bonitas.
Kufisto, dime una cosa, ¿por qué te muestras tan reacio a todos y tan agresivo? Saltas de la compasión al odio, pero nunca te detienes en lo que no merece ni lo uno ni lo otro, y que es lo más importante. Es que son gente que no te ha hecho nada, simplemente están ahí. Pareces una lorealista, que sólo le valen los guapos, ricos y simpáticos y siente asco de todos los demás. Pero en tu caso ni eso. Nadie te satisface.
ResponderEliminarDa la impresión de que te obligaran a vivir y acostarte con ellos cuando lo que tú quieres es no vivir con nadie, sólo los Zeppelin, Dostoyevski, Bach.
Como no vas a cambiar de vida lo mejor es que te pongas en la situación del que sabe que no puede cambiar nada y simplemente contempla los tejemanejes de un mundo que le es ajeno por completo, como el que mira la vida detrás de un cristal.
Digo esto porque tengo ganas de que escribas algo más meditado, sin exabruptos ni fanfarronería, y de eso eres más que capaz. Eso mismo que has escrito, que está muy bien, si reprimes los exabruptos y los desprecios, te quedará mucho mejor. Con esa gente seguro que no te comportas como nos cuentas aquí. ¿Por qué ese civismo te vale para la vida y no para escribir? Si necesitas descargar la hipocresía que lleva toda convivencia, hazlo también con hipocresía, pero más refinada, con arte. Si la vida es un mierda y encima te mueres que repetía siempre un albañil que conocí, ¿para qué extender más mierda cuando uno escribe? El realismo sucio es eso, añadir más suciedad.
Por ejemplo: prueba a contar lo del moro frutero de otra manera. Dirás que no lo sientes así. Eso es medio verdad, que es peor que falso: no lo sientes así antes de escribir, pero es posible que después de escribirlo el frutero te resulte otro diferente al que tenías delante. Puede que incluso más parecido al verdadero frutero que ése que tú no pones aquí a parir. Además, ¿qué nos importa a nosotros si eres fiel a la descripción que haces? Y si a nosotros no nos importa cómo es el moro en realidad a ti debería de importarte menos. Hay un moro frutero que ejerce de moro frutero. No lo juzgues; cuéntalo y ya está. Es buen camino ése también, no juzgar. Lo decía Cela sobre su Viaje a la Alcarria: poco importa sentir compasión porque el perro tiene moquillo y no hay quien le cure. Estaba a la entrada del pueblo y así me lo encontré. Que seguro que ni estaba y él lo colocó allí porque le venía bien para la narración.
Algo leí ese hilo de las mujeres más guapas, coincido en lo de Andalucia, concretamente que conozca las de Málaga y Córdoba. De Canarias no sé gran cosa, aunque en un supermercado de mi barrio hay una con un acento extraño que podría ser de ahí, muy morena, gordita... y muy guapa también. A Kufisto le gustaría, fijo.
ResponderEliminarQué maja la gatita, lleva por lo menos una semana que no se separa de mi, me persigue a todas partes haciendo sus miau y otros ruidos, no para de rebozarse... si salgo del recinto donde estoy se sube encima de una barandilla a mirarme y si me alejo se sale conmigo, menos mal que consigo despistarla cuando tengo que irme para que no venga detrás.
Ahora mismo la tengo en la puerta haciendo pequeños ruidos, como lloros, como si me estuviese pidiendo por favor, qué gracia...
Cuando te trasladen la echarás de menos. Es posible que te la lleves a casa. A los gatos les encanta tener compañía. Y encima no piden más que eso y un poco de comida. No los tienes que sacar a pasear ni preocuparte de que se pasen el día solos en casa. Además si la operas ya no tendrá celo y no exigirá salir, aunque tienes que esperar a que tenga al menos una camada de gatitos, porque si no se vuelven agresivas. Conozco casos. Y esa castración es diferente a los machos, que al desaparecer la testosterona cambian mucho de carácter; en las gatas (si ya han parido), no es así.
EliminarMi banco va y me cobra ahora en mis dos cuentas una movida que es "liquidación de cuenta" que me han sisado 24 € por la cara, 6 en una cuenta de ahorro y los otros 18 en la otra para gastos que me la han dejado al descubierto y yo sin saberlo hasta ahora. ¿Pero esto qué coño es? nunca me habían cobrado nada. A ver el lunes qué coño me dicen.
ResponderEliminarPero qué hijos de puta.
Para Menorqui:
ResponderEliminarhttp://www.nydailynews.com/news/world/indian-businessman-wears-gold-shirt-stroll-mumbai-article-1.1894976#c6wI5sleLrhCuzhL.97
Hace ahora un año la prensa norteamericana anunciaba que la CIA armaría aun más a los mercenarios de Siria:
ResponderEliminarhttp://www.washingtonpost.com/world/national-security/cia-begins-weapons-delivery-to-syrian-rebels/2013/09/11/9fcf2ed8-1b0c-11e3-a628-7e6dde8f889d_story.html
Añádase la amenaza de bombardeos de la OTAN, como en Libia, que así la han dejado. Arman y entrenan a los islamistas de Irak.
Razonamiento católico español y moabita: eso es falso, porque hoy dos aviones han bombardeado baterías de artillería de "los rebeldes"
Tres millones de católicos (caldeos y maronitas, y católicos, no protestantes) que vivían en Siria e Irak, se han ido, porque decapitan incluso a los niños. ¿Qué hace Francisco I? Pues el bergoglio, que es una mezcla de jesuitismo vasco (cuatro décadas apoyando a los sanguinarios etarras) y milonga porteña.
Razonamientos católico-moabita: Son todo "chorrrradas" y "conspiranoias" fruto de mentes "perturbadas". El problema de Occidente es moral, y mientras no volvamos por la senda marcada por Dios y no reconozcamos la aportación del Franco, nada conseguiremos.
A una actitud mezquina responde con otra que además de mezquina es mentira de principio a fin:
ResponderEliminarDebe quedar claro que en ningún país árabe, en ningún país del mundo, se producen estos días agresiones públicas contra Israel y los judíos como en España. Sin que nadie del Gobierno les haya hecho frente, como ha sucedido en otros países con menor causa. Si a Cruz y Bardem fue Hollywood el que les enseñó lo que es intolerable en el mundo civilizado, aquí una jauría en política y medios lleva estos días su agitación judeófoba a cotas de náusea y espanto.
Ahora el Ayuntamiento de Segovia cancela jornadas de cine, dice que «por el holocausto en Gaza». Las dos mil muertes de Gaza, no queridas por nadie, las equipara el Gobierno de esa ciudad con los seis millones de judíos exterminados industrialmente. Esta despreciable manifestación de Segovia, como otras muchas y la propia pasividad gubernamental, parecen volcadas a echar lodo sobre nosotros. Nuestro grado de encanallamiento comienza a ser notorio allende nuestras fronteras.
http://www.abc.es/historico-opinion/index.asp?ff=20140808&idn=1613171433646
Buen relato de Cristina Peri Rossi. No sé si será autobiográfico. Habla de la tiranía de un padre que nunca pega ni grita, pero somete a su mujer y a su hija a la humillación de la indiferencia:
ResponderEliminarhttp://sobrelaescritura.blogspot.com.es/2011/10/la-sintaxis.html
Bueno, al margen de cómo escriba o de lo que escriba, me parece que a Kufisto le hace bien escribir. Que no paralicemos con nuestros juicios más o menos acertados, y siempre personales (y por lo tanto discutibles), una necesidad que así se manifiesta y se calma.
ResponderEliminarY a nosotros creo que también nos hace bien saber de él. Y no sólo porque nos cede amablemente este espacio, que es suyo.
...Y no sólo POR QUE nos cede...
EliminarDiscrepo. Necesita lectores exigentes, lo mismo que los jugadores de fútbol. "Cría fama y échate a dormir", y luego pasa lo que con Casillas o Cristiano Ronaldo, que uno se cree imprescindible, algo así como el alma del madridismo. y el otro vive para sí y cree que los demás se lo tienen que alabar. Para eso que busque unos lectores como Muñoz Molina, que son como los de Heterodoxias pero más pelotas.
EliminarYo le he leído escritos no buenos sino excelentes, y es cuando se detiene a pensar. No todo es calentarse y dejarse llevar. Y eso lo sé bien por experiencia propia. La mitad o más de los hilos que he escrito ponen al lector a la defensiva, en el mejor de los casos en una actitud de cautela ante lo que están leyendo, lo cual impide que se centren en el texto. Y los hilos más logrados lo son precisamente por todo lo contrario.
Es sólo forzarse un poco, un voy a contar lo mismo pero sin enfadarme. Incluso puedes zaherir a quien te apetece pero sin necesidad de mostrar tanta animadversión. Es que precisamente eso provoca en el lector el efecto contrario y que tome partido por aquellos a quienes hostiga.
SABIDURÍA
ResponderEliminarCuando miro hacia allá, veo que los resultados y las glorias retroceden y se apiñan, siempre constreñidos,
Allá las horas, meses, años; allá los oficios, pactos, establecimientos, aun los más pequeños;
Allá la vida cotidiana, el lenguaje, utensilios, política, personas, propiedades;
Allá también nosotros, yo con mis hojas y mis cantos, confiado, maravillado.
Como un padre que va a ver a su padre, llevo conmigo a mis hijos.
Walt Whitman.
http://www.youtube.com/watch?v=2EAgbW1u00M#t=95
ResponderEliminarImpresionante... Al orgullo humano sólo le faltaba tener alas. Alas de verdad.
EliminarPedro tiene razón: esta no me ha salido bien. No se puede escribir así, en ese estado de excitación.
ResponderEliminarNo es que sea mala, sino que podría haber sido mejor. Pero pasa lo que pasa.
Párate a pensar en lo que piensas cuando lees a Dostoyevski. Estás en tensión imaginativa, abstraído, pero en ningún caso enfadado. Ese mismo estado has de buscar cuando escribes. No es fácil, porque ya tienes el hábito y del hábito al vicio se pasa muy rápido.
EliminarYo te lo digo porque el lector agradece mucho que la narración no le ponga a la defensiva, sino que el mismo lector deduzca. Si el frutero es moro y ejerce de moro frutero, no tienes que ponerle como si fuera un hijoputa. Piensa en las palabras que usaste con él en la frutería, que en ningún caso son las que das a entender aquí. Seguro que no. Lo único que tienes que hacer es contar lo mismo reprimiendo los tacos, los insultos y los desprecios. Te va a costar, porque pensarás que pierdes 'naturalidad', frescura. No es así, te equivocas. No se trata de escribir como si fueras Wilde sino de pulir las bravatas y el cojonudismo. No eres un comentarista al pie de las noticias del Marca, para eso ya están allí otros.
Y eso de "que pasa lo que pasa" es una disculpa infantil. No se escribe enrabietado, sólo para echar demonios fuera, sino para domarlos, para manejarlos. Como dice Albiac y otros el 'yo' no existe, no es más que la asimilación de lo ajeno y luego el viaje de vuelta, la salida desde el individuo. No es exactamente un reflejo (de ahí viene reflexión), un reflejo exacto, como el de un espejo, pero tampoco es lo que 'nuestro yo creador construye'. Así que uno está obligado a ser también espectador de lo que hace, lector de lo que uno mismo escribe. No se escribe tal y como se vomita, se escribe para leerse uno mismo y quedarse satisfecho; y eso no se consigue duplicando la rabia, sino sorprendiéndose uno mismo antes de que lo hagan los demás, lo cuales no saben si cuentas verdad o mentira. Y además les da igual.
EliminarLo que escribimos no tiene que ser un reflejo de nuestras neurosis o de nuestros malos rollos con el prójimo. Si hay mal rollo se puede contar, pero no es de recibo crear mal rollo en el lector. ¿Por qué tenemos que darte la razón en eso que cuentas?
Y creo que no hará falta recordarte que sé bien de lo que hablo porque esos defectos de los que te hablo yo los practico, aunque menos. Y por eso mejor pulirlos cuanto antes y así no tener que avergonzarse de lo que uno mismo ha escrito. Si yo pudiera borraría la mitad de lo que he colgado en la red. Por lo menos la mitad.
Sí, Pedro, la exigencia es buena siempre (salvo la excesiva o desmedida, que es inadecuada y dañina). Pero la comprensión ayuda a saber lo que podemos exigirle al otro. El problema de Kufisto no es su forma de escribir. Y es ese otro problema lo que determina el modo en que escribe y sus preferencias.
ResponderEliminarSería excesiva o desmedida si la mollera no le diera para más. A todos nos pasa, todos tenemos una limitación, unos más allá y otro más acá. Kufisto puede dar muchísimo más de sí. No es un camarero sin más. ¿Cuántos camareros conoces que lean literatura, hablen inglés y escuchen a Bach? Y si bebe mucho como si se le da por la zoofilia, allá él. La literatura está llena de autores psicópatas, canallas, ególatras, ludópatas, alcohólicos, drogadictos. Eso no tiene nada que ver con pulir el estilo, con tener un cuidado a la hora de escribir. En cuanto lo corrija le saldrá con 'naturalidad'. Salvo alguna vez que se mame, claro, pero en ese caso con decirle que se vaya a la mierda por falta de respeto a quienes le leen, pues ya está.
EliminarNo sé, yo hablo de Kufisto. Nada más. No sé si es Poe o Baudelaire o Gorki.
EliminarY no sé si es bueno empujar a alguien a ser lo que no sé si es. Eso sí, dejar de beber le hará bien. Seguro. Después de lograrlo, será libre para ser lo que quiera. Entonces, tal vez, deje de escribir. Quién sabe.
Con que reprima los insultos, desplantes, desprecios y bravuconadas, ya le saldrá otra cosa bien diferente. La adjetivación es difícil de corregir, porque es la que da color a todo. Josep Pla decía que él fumaba para buscar el adjetivo, y que por eso fumaba tanto. Y no sé si era Balzac o Flaubert el que bebía café continuamente. Le calculaban que al día tomaba más de treinta tazas, así que estaba sobreexcitado todo el día. Pero su prosa no reflejaba esa excitación. Necesitaba estimular el cerebro precisamente para imaginar y pasarlo a la página. Decían de Flaubert que era capaz de pasar una tarde buscando un adjetivo.
EliminarKufisto tiene que aprender a perdonarse a sí mismo, cosa que no hace, y por eso proyecta en los demás tanta mala hostia. El uso de la lengua es una buena terapia. No tiene la obligación de escribir todos los días, sólo cuando le apetezca. Incluso tomarse días para trabajar un texto de veinte líneas. Es buen camino no hablar de lo ocurrido esa misma tarde y que aun está caliente; mejor lo que pasó hace muchos años, de tal manera que uno puede modificar a su antojo, o mejor dicho según imponga el relato. El pasado, sobre todo el personal, el que sólo está en nuestra memoria, en nuestros afectos, es puro relato. Dicho en plan médico pedante: lo que está en nuestro sistema límbico cerebral y el neocórtex tiene que relatar, construir. Pero Kufisto echa mano de la inmediatez e incluso del cerebro reptiliano, que es el más elemental, el instintivo, el de aquí están mis cojones y los demás sois una mierda. Si fuera imbécil no perdería el tiempo criticándole esa conducta; como no lo es, sino todo lo contrario, por eso le critico.
Añado: no se escribe con la obligación exclusiva de contar a los demás lo que uno es o más bien cree ser, sino también lo que uno le gustaría ser, y que también está ahí, en nosotros, en nuestros deseos, que forman parte tan activa de nosotros como nuestros recuerdos. Se escribe también para constuirse, para leerse uno mismo, para reedificarse, sobre todo cuando la vida propia ha estado o está lejos de provocar satisfacción. Para eso están también las palabras, para recordar, imaginar y construir.
EliminarTus comentarios, Pedro, son muy sensatos, pero insistes en un planteamiento que adolece de cierta falta de realismo. Te mueves en el deber ser; y Kufisto está instalado, como todos, en el ser. Si Kufisto se perdona poco, como así es, imagínate si le obligamos a ser un gran escritor, a escribir de modo pausado, mesurado, reflexivo. La escritura en Kufisto es hoy, ante todo, descarga, sí, como un vómito; en el mejor de los casos, como una eyaculación. Que podría escribir de otra forma, que tiene talento para hacerlo de otro modo, es indudable. Pero en todo hay que ver desde dónde se parte, del ser. A alguien que se persigue a sí mismo con saña, no podemos decirle que se persiga más, aunque sea para su bien, porque lo único que lograremos es fortalecer sus debilidades. Contra las adicciones hay que luchar siempre desde la adicción misma; nunca con subrogados, pues éstos no son más que compensaciones parciales de aquello que te tiene sometido. No es buena salida beber o drogarse de forma sistemática para poder escribir bien. Se crea con la cabeza fría y con pleno dominio de la voluntad. Pensar lo contrario es caer en mistificaciones ridículas sobre el artista y la creación, muy en voga desde hace doscientos años, ya con el romanticismo.
EliminarPor eso hay que exigir siempre sabiendo dónde está cada persona: se trata de encauzar esa tensión sanísima que todos poseemos hacia la propia realización o plenitud. Todos tus consejos son de lo más sensatos; el problema es: ¿Kufisto puede siquiera pretender cumplirlos? Y ese cumplimiento no se basa sólo en el talento o la inteligencia, que es cierto que en Kufisto es más que sobrada. Uno de los pacientes afectivamente más destrozados que tuve en el despacho fue alguien con un C.I. de 181. Era espectacular; una auténtica máquina; hubiera sido capaz de cualquier cosa. Y eligió con plena consciencia y por propia voluntad mantener sus heridas afectivas sin resolver.
Ojalá que esa no sea la elección de Kufisto, aunque ello conduzca a que deje de ser escritor o pretenda serlo. Decía Rilke que se sabe cuando se es poeta, más allá de crisis pasajeras de creatividad, cuando se necesita imperiosamente escribir. Si después de lograr ese autodominio sobre sus impulsos, es decir, si después de dejar la bebida, Kufisto sigue necesitando de forma impostergable escribir, es que es escritor. De momento, hoy escribir es una forma de huída hacia adelante, de exorcizar parcialmente demonios interiores. La escritura sólo es terapéutica cuando se enfrenta esos fantasmas que nos rondan; pero en Kufisto prevalece la descarga, el quitarse de encima el dolor como sea, del modo más expeditivo posible. De ahí su estilo; de ahí su predilección por Bukowski, otro gran adicto. Y la sola escritura no puede hacerlo. Aunque queden para la historia de la literatura intentos extraordinarios y bellísimos de ello.
...se sabe cuÁndo se es poeta...
EliminarPor cierto: Boga, nunca voga.
EliminarGracias a los dos.
ResponderEliminarCreo que escribiré algo decente la próxima vez.
Se acabó la inmediatez. De hecho, también es por eso que escribo menos; la otra noche, releyendo algunos de mis textos, sentí el aburrimiento.
Historias, propias o inventadas. Pero no más exorcismos exprés.
Gracias a ti.
EliminarDoiraje:
ResponderEliminarDa lo mismo que beba o que no. Si deja de escribir seguirá bebiendo. Además los escritores alcohólicos no escriben borrachos, porque borracho no se puede escribir nada. Así que allá él. Yo hablo del estilo, y a veces el estilo te fuerza. No es algo que brote de dentro, es algo aprendido. Si luego se hace casi inconsciente es el hábito quien lo ha hecho así. Sabemos la tabla de multiplicar casi inconscientemente; ahora párate a pensar las horas que nos llevó memorizar la tabla. El estilo igual. No es una tabla, es someterse a las necesidades de lo que el relato exige.
Mira, nada mejor que un ejemplo: voy a copiar su texto y tan sólo quitarle exabruptos y faltonadas. Verás qué cambio
Ahí va. Tan sólo quité lo que sobra
ResponderEliminar(I)
- Jajaja - me reí.
Un tipo acababa de contar en un foro que iba a empezar a hacer la dieta del nigga:
Blabla...comer pollo frito...blabla...fumar yerba...blabla...hip-hop...blabla...14 o 16 horas diarias durmiendo...
Jajaja...Quince horas diarias de buen dormir. Nadie duerme tanto si lo hace mal. Quince horas...Me acordé de aquel informe científico, otro, ese que dice que pones a un negro solo en una habitación sin estímulos y se duerme en cero coma dos.
Jajaja...
Cuando desperté por segunda vez, la definitiva, el sueño de la primera todavía seguía allí: apenas había dormido cinco horas juntando los dos asaltos. Había sido tan fuerte que no pude olvidarlo ni volviéndome a dormir.
Y eso que fue un pimpán, despertarme y dormirme otra vez...pero se quedó conmigo. Aún dos horas después, ya con una de paseo muy matutino, no se me iba de la cabeza. Quité Radio Clásica y su francofilia de hoy y puse el BBC de los Zeppelin. Inmigrant song, tan cruda como una naranja metálica, consiguió disipar la nube que, todavía, tiene poder para asfixiarme desde el reciente actimel hasta el viejo diente de ajo que, por cierto, hoy no me he comido.
Quince minutos después llegué a casa con Good times, bad times en modo aleatorio.
Siempre me gustó así: a lo que salga de lo que me guste.
Me cambié las ropas exteriores, me rocié con desodorante y, con todo el tiempo que me ha faltado desde marzo, más o menos, me fui al bar no sin antes parar en la frutería del moro.
- ¿Tienes los limones gordos?
- NO, AMIGO...¡NO HAY, NO HAY...!
Ya van dos semanas que me asegura tenerlos para el finde y no los tiene.
- MUUU CAROS, MUUU CAROS, AMIGO...
- Me da igual, traémelos. Una caja.
Y no la trae.
- ¡NO HAY, NO HAY!
- Te dejo esto aquí mientras hago la compra -le dije una tarde de descanso.
- ¿Y esto? -me preguntó al ir a pagar las bolsas con sus tomates, sus manzanas, sus limones y sus naranjas sobre el mostrador.
- Miel. Miel de la buena.
No hacía ni quince minutos que la había comprado en la tienda pija, una que lleva una obesa que parece asustarse cada vez que entro, aunque ya menos. Cosas de comprar las cosas cuando vienes de andar las montañas del pueblo. Y ahora que lo pienso...ná, ni yendo de frac. En la mirada no llevo más que cinco horas de regular sueño. Y eso con suerte.
- Ahhh...-dijo el moro
- Es cara, pero es buena -dije yo
- ¿Cuanto?
- Doce euros. El kilo.
- ¿Donde la ha comprado? -preguntó admirando esa obra de arte que contenía a ese don de Dios.
- Allí, en una tienda al lao del Cristo de...
- Ahhh...En mi país, la miel, trenta euro kilo.
- ¿Quieres que te traiga uno la próxima vez?
- Sí. Por favor -y pensé que si la gorda me mira como a un salvaje a este lo miraría como a un moro. Acepté.
Y a la semana siguiente la tenía allí.
- Muuuchas gracias.
- De nada.
- ¿Cuanto?
- Doce euros
Le di el ticket.
Su hija pequeña, una niña muy blanquita de apenas ocho o nueve años, me miraba sonriendo sus grandes ojos negros. Le hice una carantoña y me fui para la cercana casa del sol poniente. La mía.
La tarde ha pasado como ese primer gin-tonic retardado, reposado por la obligación: no recuerdo haber echado un primer trago mejor. Qué rico.
Muy a gusto he estado con todos los pocos que luego han sido, hasta mezclando mis bebidas; ora gin, ora whisky y ora cerveza, ora que te ora, error de principiante, pero ya soy veterano y no hay más tiempo para cambiar lo de siempre.
- ¿Ajedrez? -me preguntó uno que ya iba un poco tostaete.
- Ajedrez -respondí desde el ordenador- Las Olimpiadas .
- Yo jugué en el equipo provincial, de chico...Jugamos por el título de Castilla la Mancha...No sabía hacer más que el mate pastor...¿se llama así, no?
- Sí
Fui al water. Meé. Miré en el lavabo. Podría haberme hecho un chino con(...). Pasé.
(y II)
ResponderEliminarY viendo la partida entre Caruana y Carlsen leí un comentario en inglés sobre lo que acababa de hacer Grischuk, el segundo tablero ruso.
¡Qué partida!...qué partida...qué manera de jugar al ajedrez...
Al salir del bar vi a uno del terreno, andando, musitando al aire, sin auriculares, mientras acariciaba los setos de un jardín que no era suyo. Unos pasos por detrás, dos gitanas, madre e hija, enormes ambas dos, hablaban a gritos mientras la más gorda de ellas empujaba el carrito de la carne de su carne.
Ya en el 24 horas me atendió la chica jovencita, la que sonríe. Pagué y no me sonrió como otras veces: la gobernanta estaba escondida al cargo de la registradora. Y me fui sin tontear demasiado.
Dos piernazas del este de Europa, dos columnas que no tenían veinte años, emergieron como la apertura Orangután a los ojos de Botvinnik.
- Oh, Dios Santo...
Reconocí al tipo que estaba sentado al volante del coche grande. Un niño pijo de cincuenta años, pero con dinero
- Oh, Dios Santo...
Oh, Señor...
Al menos nos dejas a Grischuk.
En verdad que tus caminos son más inexcrutables que la variante de los cuatro peones en la defensa de Alekhine.
Dormir...soñar...
Dame mi parte, padrecito.
Dame mi parte buena, hombre.
¿No queda de maravilla así? Y no hice otra cosa que quitar lo que dije que sobraba y que siempre le sobra en sus textos. El que escribe esto se ve un tipo con distancia sobre las cosas. Ve lo mismo que Kufisto, pero no se hace mala sangre con todo. Podemos decir que en Kufisto hay más sinceridad y en este otro más hipocresía, más cinismo. Pero es que la hipocresía y el cinismo son indispensables en la vida, lo cual no le convierte a uno en hipócrita y cínico. No se puede andar diciéndoles a los demás lo que piensas de ellos, porque durarías vivo quince minutos. Kufisto no lo hace. Entonces, si no lo hace en la vida, en la calle, ¿por qué tenemos que aguantarle aquí toda esa catarata de chuleos e insultos? Al lector hay que respetarlo. No hacerle la pelota ni contarle lo que le gustaría escuchar, porque acabará despreciándote; y lo hará porque no le aportas nada, cuando resulta que el lector te lee para encontrar algo que a él no le sucede y sobre todo porque no lo sabría contar. Por eso el escritor se ha de esforzar en darle trabajo y agrado al lector.
Aquí abajo pongo todo lo que quité:
Coño. (Lo quito porque con tanto insultos hasta ese coño sobra)
puta
al mierda de
a toda hostia
cuchitril que tiene por (valdría si no abusara de las descalificaciones. Pero es que además las palabras se graban en el subconsciente y fuera de contexto. La palabra 'cuchitril' ya es despectiva hacia el otro y hacia todo. Si dijera "sobre algo que llamaremos mostrador" pondría al lector en situación sin necesidad de meterle una pocilga en el cerebro, y eso aunque el mostrador esté como el suelo de una pocilga)
Hijoputa.
Bah, que ten den por culo.
-no le dije de Tromso porque no le estallara el cabezón
Una vacilada: (oh, Dios Santo...¿qué has hecho conmigo?)
Otra: con los restos de la antigua estrella del ajedrez manchego
escuchimizado cuarentón
Otra: como si fuera otro melón
Otra más: como si todavía fuera demasiado joven como para parecer zombi
gordaco, bribón e hijo de puta,
, coño (hasta este coño cansa de tanta 'jartura' de insultos)
Está mucho mejor con tu poda, Pedro; una historia más saneada.
EliminarDecía Vázquez Montalbán que el escritor ha de mantener siempre una máscara. Lo que escribe no tiene que reflejar lo que él piensa o lo que es. Cela también lo hacía. Y tantos otros, que incluso se acaban creyendo el personaje que de sí mismos proyectan ante los demás.
EliminarNo siempre tiene que ser así, aunque es más conveniente que lo contrario, porque los hay masoquistas.
En tu caso no tienes que crear ningún personaje para ti; eso no quiere decir que no debas pulir el texto. El ideal sería que el texto estuviese por encima de uno; que al acabarlo y ponerse a repasar uno pudiera decir: "qué bien me ha quedado esto. No me lo merezco". Sorprenderse a uno mismo narrando no como apetece sino como toca, como exige el relato.
Pedro:
ResponderEliminarTus consejos literarios son atinados, y a mí no me cuesta nada darte la razón en este aspecto. Pero creo que nuestro orden de prioridades es muy distinto. Estamos hablando de una tercera persona en su presencia; no sé qué pensará de todo esto. En cualquier caso, nos mueve a ambos nuestro afecto por él.
Simplemente no puedo asumir la premisa mayor: da igual que beba o no. Es más cierto si hubieras dicho que da igual que le corten las manos para poder escribir. Parece que das prioridad al escritor sobre la persona. Sé que es desde el más sincero afecto. Y desde el mismo, yo doy preferencia a la persona sobre el escritor.
Como amigo, me importa mucho más que Kufisto alcance un equilibrio afectivo, una vida plena o al menos suficientemente satisfactoria, a que elija bien los adjetivos o construya bien sus relatos. Si las dos cosas son posibles, tanto mejor. Si no (que no lo sabemos nadie -ni él-), que logre lo primero.
Estoy seguro que el infeliz Borges hubiera cambiado de inmediato toda su obra y su prolija inteligencia por cualquiera que se sintiera consigo mismo en paz, por la sencilla plenitud de vivir satisfecho. Aunque no supiera expresar esa sencilla felicidad.
Kufisto no se emborracha a diario. Lo que no sé es si necesita beber todos los días algo, aunque sea sin emborracharse; eso sería peor, porque ya estaríamos hablando de alcoholismo. Pero tengo la impresión de que sólo bebe el fin de semana, los viernes. Eso tampoco es tan grave. Yo me estuve emborrachando todos los viernes y sábados (y con frecuencia más días), desde los 17 a los 25. Y con unas cogorzas de no te menees. Por dos veces acabé en el médico. Una de ellas tuvo que ir a casa. Y después, también, pero sin llegar al escándalo. Y actualmente con frecuencia me acuesto 'ajumado' de Fidencios para dormir la siesta. Media botella. Me gusta la imaginación que me despierta, y así me acuesto y sueño sobre lo que estaba pensando. Luego, tras hora y media, me levanto con hambre canina y como. Y no soy alcohólico, puedo pasar semanas y meses sin beber ni una gota y no echarlo en falta lo más mínimo. No así con el tabaco, cuya adicción me acabará matando.
EliminarNo creas que lo que le digo no tiene ninguna relevancia psicológica para Kufisto; por el contrario, le puede hacer bien. Mal ninguno, desde luego, porque sólo tiene que escribir de lo que le guste ("lo que me salga de la puntaelnabo" que diría él), pero hacerlo bien, con estilo, con arte, y así verse capaz de escribir historias que son mejor que él. No tiene que hacer otra cosa más que reprimir esas zafiedades, ese culto a la gorrinada y a la chulería, ese desprecio hacia todo y a todos, porque lo demás ya lo lleva dentro. Si él fuera menor de edad y yo jesuita y su mentor, le daría de hostias hasta que abandonara ese vicio que tiene, prrecisamente porque lleva dentro todas las cualidades para no ser así. Por eso mismo no es de recibo que alguien como él escriba tal y como lo haría un pastor que regresa del bar y encuentra que las cabras se han salido del corral entrado en casa y papeado la colcha que le bordó su madre.
Jojojo...Qué bueno: el puto pastor borracho y sus jodidas cabras.
EliminarA lo mejor escribo algo esta tarde.
ENTONCES DE NUEVO
ResponderEliminarAunque mis versos a veces no los entendía ni mi amigo
(del mismo modo que hay seres que no pueden matar
aunque quisieran),
aunque completamente abandonado me desesperaba
(del mismo modo que algunas estatuas se aterrorizaron
de los pecados humanos hasta volverse de madera),
aunque no se me ofrecía nada más que el suicidio,
siempre sentí esto: ¡convertirse en nada,
para destruir hasta esa nada!
Entonces volví de nuevo a amar...
Vladimir Holan.
Nuevo ovillo
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