domingo, 17 de marzo de 2013

PORQUE SÍ




El maldito Ivanchuk había vuelto a ponerme de los nervios, otra vez igual, otra vez malgastando su tiempo como si no importara para al final tener que hacer doce jugadas en 37 segundos, me acordé de su extraña apertura, otra vez porque le ha salido de sus cojonazos, que sólo él tiene la culpa de haber elegido ese sistema...Y si lo haces, ¡hostias!, tráelo estudiado de casa.

Hora y veinte para sus diez primeros movimientos, de locos, de suyo, como si dispusiera del doble de tiempo que Aronian, el armenio, esa máquina imperturbable. Pero no, Basilio, a ver si te enteras de una jodida vez que juegas con el mismo tiempo que los demás, ¡coño!, que el Ajedrez, a pesar de todo, no es como la vida, que dijera el genio de Brooklyn: es más justo. Las mismas piezas, el mismo tiempo. Sólo que alguien debe empezar el juego. Nada más.

Y no le ha dado tiempo a llegar al control de las 40 jugadas, se ha quedado a cinco, justo como siempre: cuando mejor estaba.

Claro que el otro, sobrado de minutos, ha jugado mirando el reloj de Basilio más que otra cosa, y ha hecho bien, nada que objetar, aparte que en el medio juego ha rechazado con facilidad el caótico ataque de las blancas, como si quien llevara las negras fuera Pepe el Criminólogo en lugar del segundo jugador del mundo si nos atenemos al ranking oficial.

Y ha sido por eso, por jugar pensando en el poco tiempo que le quedaba a Ivanchuk, que Aronian ha estado a punto de cagarla después de crear una bellísima combinación que no han visto ni las máquinas, "la jugada del Torneo hasta el momento" decían los innumerables chateadores que estaban comentando la partida a tiempo real. Y a mi también me lo ha parecido: ha sido como si un oso pasara al bar y me pidiera un negroni sin agitar. Tan desconcertante como verdadero.

Si hubiera dispuesto de un sólo minuto habría alcanzado el salvavidas del primer control, sólo un minuto y entablaba la partida, uno de esos que desperdició pensando no sé qué ante jugadas obvias, claras, impepinables, el personal se lo tomaba a guasa, "¿se ha dormido? ¿está borracho?" No. Creo.

La gran mayoría estábamos con él, sufriendo por él, rogando por él, "¡Ayyy, Diossss...veeennngaaa!", los segundos de su último minuto corrían obligándole a jugar al toque, "¡LO VA A CONSEGUIR, LO VA A CONSEGUIR!", en inglés, claro, que si se te ocurre chatear en otra lengua no es que te ignoren, te banean, y eso que son siete ex-soviéticos y un noruego, maldito Imperio...

Era tremendo ver su estado de absoluta concentración, las manazas firmemente asentadas sobre las sienes, como si la cabeza quisiera largarse de allí, como una locomotora a toda mecha, a punto del descarrile...se me ha puesto hasta mal cuerpo.

Y eso es lo que ha pasado, era todo un poema trágico verlo ahí después de haber firmado las planillas: derrumbado en su sillón, la mano izquierda sobre la barbilla, la mirada perdida en el tablero, solo...

Si no hubieras malgastado tu tiempo al principio...

Y me he acordado de mi.

He salido a la calle a fumarme un pito, dentro sólo había un amigo y un viejo viendo el fúbol a un metro del pantallón del salón, no había de qué preocuparse que no fuera tragar un poco de humo para que se llevara unos cuantos nervios.

Y he visto el mejor arcoiris de mi vida. Impresionante.

- "¡Enrique!"
- "¡Qué!"
- "¡Sal!"
- "¡Para qué!"
- "¡Que salgas, coño!"

Ha dejado de leer por un momento el Estepaís y me ha obedecido.

- "¡HOSTIA PUTA!"

Ha sacado su iphone y se ha puesto a hacerle fotos, me ha recordado a los putos chinos, por un instante he pensado en hacer lo mismo, pero sólo ha sido eso, un instante...

Brillaba con tal intensidad que parecía como si fuera a explotar de felicidad.

Pero no, poco a poco ha empezado a difuminarse, primero la parte que caía hacia el Sur, podías darte cuenta, era lo suficientemente lento para nuestros ojos, "ya se va...", por un momento he mirado hacia la calle, muchos coches, aburridas parejas paseándose, estúpidos perros atados a elásticas correas, canis y chonis riendo como hienas, viejas atadas a sus bastones, todos yendo hacia alguna parte que se pueda alcanzar con los pies, ¿para qué mirar arriba si no tenemos alas?

El eterno para qué...

Quizá por eso se ha ido tan pronto, o puede que haya estado un rato más del debido al ver que por los menos había dos que estaban mirándole como se miran las cosas extraordinarias cuando tu reloj va pareciéndote una brújula en los polos...Si lo hubiésemos contemplado todos no se habría ido nunca.

Antes de que desapareciera por completo me he metido para dentro.

El viejo seguía en su sitio, "dale voz" le he oído decir a lo lejos, tanto que a pesar de oírlo no le he hecho ni puto caso.

Diez minutos después, ya solos, a su tercera requisitoria, con el mismo tono pero ya más cercana, le he dado gusto y hemos oído al par de dos que comentaban el Osasuna-Atleti.

Y yo en la barra y él casi abrazado al televisor, sin vernos las caras, hemos exclamado algunos uysss y algunos ohhhsss.

Aunque sin muchas ganas.

¿Para qué?


10 comentarios:

  1. Casi nadie mira ya el arcoiris Kufisto,mirarlo es de locos bohemios como tú,como yo,que todavía de vez en cuando sueñan,que aún les queda algo de niños dentro,aunque sea lo justo pá eso,para apreciar las cosas bonitas,llenas de magia.El arcoiris es efímero,otras cositas no.Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que todo lo es, pero me animo con que también es eterno.

      De vuelta con abrazos.

      Eliminar
  2. El ajedrez como la vida....hummmm...Me has hecho pensar....El menda Drakulea nació con la inteligencia de su parte,la concentración me sobra y como estratega pá manejar las DAMAS.... :))) Joder Kufisto¡¡¡ Me lo has puesto que me como el mundo¡¡ :))
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No "como la si vida", sino "la vida". Eso lo dijo Fischer, ser mitológico que vivió con los hombres durante algún tiempo.

      Un saludo, amigo

      Eliminar
  3. Yo estoy deseando coincidir con un arco iris y con mi nieto al lado. El otro día me preguntaba que cuando salían y si duraban mucho tiempo. Yo se lo advertí, Guille cuando vaya a salir uno te lo enseño, pero mucho ojo, que como todo, pasa rápido, muy rápido......, tan rápido que dentro de nada te acordarás del abuelo y lo comentarás como algo muy lejano. En cuanto a lo de Fischer tienes razón era un extraterrestre total. ¿De donde vendría?
    Me cago en mi puta.......

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja...yo creo que no era de este mundo, sinceramente. Fue de tal calibre la proeza que logró que me resulta muy difícil compararla con algo, de verdad. Es como Rambo en aquel pueblucho, solo contra todos, pero de verdad...Y vencerles. Y todavía me quedo corto.

      Oye, he leído tu comentario mientras paseaba una esplendorosa mañana y tengo que decirte que no lo olvidaré; es más, tu sueño pasará a mis escritos. Seguro. Algún día.

      Te ha salido algo realmente hermoso, de corazón te lo digo.

      Un fuerte abrazo, amigo mío.

      Eliminar
  4. Ver un buen arcoiris es una de esas cosas de las que nunca me aburriré. Cuando salgo por el monte suelo llevar una camara para hacer mis pajillas fotográficas (soy muy malo con los misterios de la fotografia, pero bueno... Me acuerdo como el único día que no la saqué, apareció el arcoiris más grande que jamás he visto; que cabrón el Murphy y sus leyes.

    Tambien quiero compartir un arcoiris con mi hija, le flipan, pero por ahora se conforma con los que pintamos y con san google image.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja...sí, siempre pasa lo mismo, cuando menos te lo espera salta el conejo (para variar), pero uno no puede andar por la vida como si fuera un caracol...y encima cornudo.

      Es mejor encontrar que buscar. Al menos para mi.

      Saludos, don Ogro.

      Eliminar
  5. Ay, Kufis…el ajedrez y su liturgia se ne escapa. Juego sin estrategia. Por jugar con mi prole. Leí hace poco una novela, cuyos personajes vivían en ese mundo. Tan lejano al mío.

    Arco iris. Es un regalo. O dobles arco iris. Mil leyendas, cuentos infantiles, mitos…son las pequeñas grandes maravillas que vale la pena disfrutar. Son efímeras, como casi todo lo bueno.

    Y sí, volver la vista a la realidad es una bofetada. Suerte que tenemos nuestros recursos: un poema, un texto en un blog, un mensaje en el buzón, unos ojos limpios infantiles, un tablero de ajedrez.

    Y un beso con afecto…el q te envío, por si lo quisieras…

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy como para no recogerlo...

      Muchas gracias, encanto

      Eliminar