lunes, 4 de febrero de 2013

SORT




- "¿Quieres un gatito, Kufisto?" me dijo la hermana pequeña de mi ex, "la gata de una amiga ha tenido una camada y si no encuentran a alguien que los quiera van a tener que sacrificar a unos cuantos...¡con lo graciosos que son!...¡qué pena!...¿quieres uno?"

Bueno, apenas llevaba medio año viviendo en el piso, solo, claro, pero se me llenaba de mujeres los fines de semana, aunque decir llenar quizá sea mucho decir, que si bien esto no es el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles tampoco es el zaquizami de Raskólnikov, y tres o cuatro (¡o cinco!) chicas jóvenes pueden llenar hasta Maracaná, más aún cuando tú eres el único macho. Y vale que la hembra-alfa estaba tan clara como que el Urdanga hizo lo que vio, como todos, no me des, ponme donde haya, ¡pues menuda era mi ex-nena!, pero las otras no dejaban de tener sus cosas, que rara es la que no las tiene con veintipocos años, y ahí estaba yo, entre medias, o a los laos, pero estaba, que a veces me acuerdo...

Ya por entonces tenía una cierta experiencia con el mundo gatuno, no en vano habíamos tenido gata en casa de mis padres, todavía vive la jodía, está encanijada, arrugada, como las abuelillas...como toda la vejez del mundo.

Recuerdo una noche que mi hermano llegó un tanto colocado. Dormíamos y lo demás en la planta baja, en una habitación que nos hicieron cuando de familia numerosa pasamos a equipo de futbito, siete personas y un solo cuarto de baño. Ojalá no exista el cielo de las tazas del water.

La gata, gatita todavía, hacía lo que quería, con quien quería y cuando quería, como todas, pero no era raro que se bajara con nosotros, se ve que ella también andaba alborotada, que hormonas tiene todo lo que respira, y no sería normal ver a la de el baile del gorila con Luis María Ansón, aunque tal y como está el patio no tardará en serlo, así que pasaba de pasar la noche con los viejos y sus Crónicas Marcianas para irse con los chicos, su buena música y sus petardos de la risa y la calma, los únicos que me han gustado, que tanto iré a las Fallas como al casting de La Voz.

He dicho que llegó un tanto pasaete y os digo que al cogerla para jugar con ella se le meó encima de tan fuerte como la estrujó, que una gatita puede estar cachonda pero no tanto como para soportar a según quien, y sino imaginaros a la rubia de King Kong, y fue la cosa que mi hermano se volvió loco, literalmente, y al atraparla (la pobre no tenía escapatoria) empezó a estamparla contra el radiador

- "¡PERO QUÉ HACES!"
- "¡¡¡HIJA DE PUTA...!!!"

La hubiera matado de no estar yo allí.

En el forcejeo, no sé como, se abrió la puerta y salió disparada hacia el almacén del que os hablé ayer. Y mi hermano detrás, que no pude hacerme con él.

Lo siguiente fue que un buen rato después apareció con ella entre sus brazos, acariciándola, dándole besos...y juntos durmieron. Y desde entonces, siempre, se iba a dormir con él, en su almohada. Yo los veía al despertar y no lo podía creer...Yo, que una mañana la cacé al vuelo cuando por curiosa andaba colgada de las cuerdas de tender la ropa, "¡¡¡MIAUUUU...MIAUUUU...!!!", que me dejó el pecho como a Cristo bendito por salvarla de otro hostión mortal...no era digno de compartir almohada. Pero sí quien estuvo a punto de matarla. Aunque sólo fuera una vez. Así son las gatas, así son algunas gatas, así es la gata de mi hermano...o era, que ya os dije que está muy vieja y desde hace algún tiempo no se separa de madre: contra la marcha de las hormonas (y de todo lo demás) no hay ni buena música, ni petaldos que valgan. Telecinco por la vena.

Cuando la hermana de mi ex bajó del tren que nos la devolvía de Alicante no lo hizo sola, aunque las normas de la RENFE  sean tan claras como que el Juancar es un homicida, un traidor, un ladrón y un bribón, pero claro, no hay interventor que no se crea el magnánimo Rey del Universo al ver a una chavala de veinte años y con unas piernas que ya las quisiera el Partenón con un lindo gatito en sus manitas, por lo que la dejó ir, e hizo bien, ¡qué coño!. Quien no es capaz de saltarse una estúpida norma ante tamaña belleza no merece vivir.

- "¡¡¡MIRA, KUFISTO...!!!"

Me sobraba mano. Y no llego a peso medio.

Naranja, blanquísimo, los ojos del color de la miel, tan pequeño...¿cómo no sonreír? La vida naciente es tan hermosa que por un momento te olvidas que se acaba.

Va a cumplir siete años, todavía le queda, en proporción vital estamos más o menos igual, creo, aunque si lo comparo con la puta gata de mi santa madre es aún más joven que yo. Pasa sus días entre el salón, su habitación, la del invitado fantasma y el pasillo, que le cierro las demás, es muy pelón y eso de encontrarte pelos por tus ahís...como que no.

Hace lo que quiere, cuando quiere y con...migo. Hace tiempo que no le queda otra, a no ser mi asistenta quincenal y alguna que otra chica de alquiler. Hubo una, muy estirá, que nada más entrar me dijo que era alérgica a los gatos, "lárgate" le respondí, estaba un poco colocado, le abrí la puerta y llamé a otra, "¿eres alérgica a los gatos?", "¿qué?", "que si tienes algún problema con los gatos?", "nooo...", "pues vente"

Y esta tarde, al despertar de una gloriosa siesta sabática, una siesta digiriendo el glorioso cocido de mi siempre santa madre, lo he visto tirado ante el ventanal que da a la calle, tomando su baño de sol de casi todos los días, que esto es La Mancha, ¡joder!, que aquí las nubes tienen poco que nublar, y viéndolo he recordado el mío matinal, simplemente memorable, casi podías oler la primavera, esa que huele igual que la chica de Insolence, inconfundible...Y estando en lo alto del cerro, fumándome un pito, contemplando ese horizonte que es el mío, una abeja se posó en el suelo, cerca de mi, puede que fuera una avispa, siempre me hago un lío con eso...pero he recordado al abuelo, no le hagas nada y no te hará nada, y no le hice nada y no me hizo nada, sólo estuvimos mirándonos un rato, un rato que me pareció un ratón, y tuve la sensación de que sí, de que ella me estaba mirando, porque no hacía otra cosa, no movía sus patas, no movía sus alas, como yo...y casi fui yo el que aparté la vista, como cuando chicos, pero llegó otra y se fue con ella.

En fin...al menos le abro las ventanas para que no todo sea a través del cristal, que la única vez que salió de aquí fue para que le arrancaran los cojones. Pocas veces me he sentido peor que cuando lo vi aquel mediodía.

Tus huevos por una vida cómoda.

Después de todo es lo que les espera a quienes nos enterrarán.

Que las verdaderas cobayas somos nosotros.

Los que aún teniendo cojones, no los utilizamos ná más que pá las tontás.





12 comentarios:

  1. Hoy... ¡Genial! Kufisto

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  2. Recuerdo una vez que me trajo mi hija un gatito a casa. El cabrón se meaba y arañaba todo o que se le ponía por medio.Lo mandé a hacer puñetas regalandoselo a uno que después se cagaría en mis muelas.Los animales son para estar libres, no mirando el sol desde un cuarto piso en una ventana. Encima vas y le quitas media vida amputandole las ganas de follar. Si es que no tienes corazón. Y encima dices que te ha gustado el escritito.
    Me cago en mi puta....

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    1. ...vida

      ¡¡¡JAJAJAJA...JÓOOONNN!!!

      Un abrazaco, crackón

      jajaja...

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  3. "...no era digno de compartir almohada. Pero sí quien estuvo a punto de matarla. Aunque sólo fuera una vez. Así son las gatas, así son algunas gatas, así es la gata de mi hermano..."

    Malditas gatas...

    Ahora, los gatos, los animales digo, machos o hembras, me encantan aunque nunca haya tenido uno.

    Un saludo.

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    1. No he visto gato que parezca gilipollas, como la mayoría de individuos de las demás especies.

      Incluída la tuya y la mía.

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    2. Sí, los gatos me recuerdan a veces a Clint Eastwood en "Por un puñado de dólares", "La muerte tenía un precio" o "El bueno, el feo y el malo". No hacen mucho ruido, pero saben un webo.

      http://www.youtube.com/watch?v=CpZjvbSC9_M

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  4. Esa gata era como una metafora de alguna mujer, que las hay que tampoco nos consideran dignos de compartir almogada y se van con quien mas daño les hacen.
    a mi me ha gustado, que quieres que te diga.
    Y esos molinos, me recuerdan tanto a Campo de Criptana y a una chica de Elda que vivia alli y con la que soñé varias noches consecutivas.

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    1. Si no hay molinos, no es La Mancha. La auténtica.

      Todavía hay en nosotros mucho del mono. Y de la mona.

      Un saludo, amigo.

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  5. Pues no soy muy de gatos, pero he compartido juventud con ellos. Igual ya lo he contado. Iba a pasar parte del verano con mis tíos en la playa, en un chalé inmenso con perros y gatos varios. Mi prima (hoy una d mis mejores amigas) tenía una que se llamaba Pitu. Pasó con ella la época d la facultad y era muy suya; se tumbaba en la mesa de estudiar. En verano dormía siempre en mi almohada, y me despertaba su ronroneo. Algo muy agradable. Gata callejera total, parduzca. Tuvo camadas q repartimos casa vez (menudo trabajito) y la adistimos en los partos (que nervios, oiga!).
    Leíamos con ella en nuestro regazo y era muy agradable…
    Cuando volvíamos de juerga estaba plantada en la silla. Maullaba y nos delataba la muy…
    La recuerdo con un gran cariño.
    Pero los perros de mi familia…ay los perros de mi familia…ADORACIÓN.

    Los gatos y las gatas son así. Muy idiosincráticos…ahora te quiero, ahora paso de ti. Y no se puede dejar de quererles…como a algunos que conocemos, que todos tenemos nombres para ese caso…

    Me vas a mandar a barrer la playa con los rollos q te escribo!!!!

    Un beso Kufis!!!

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    1. No, querida, la verdad siempre es de agradecer, y los gatos son tal y como lo cuentas. Por eso me gustan.

      Quizá tengo más de perro que de gato, seguro...pero me gustan más. Es curioso.

      Un beso, preciosa.

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  6. Es humano mirar hacia atrás en sentido "cualquier tiempo pasado fue mejor".En mi opinión,nada más lejos de la realidad.Creo que la mayoría de pasados son lastres a eliminar.No lo hacemos por comodidad,falta de ilusión,miedo...etc...Deberíamos crear día a día el futuro,disfrutando del presente,que por muy malo que sea seguro algo positivo tendrá...Y sino nos lo inventamos...:)
    En cuanto a los felinos,me encantan,son animales inteligentes,independientes,misteriosos.

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