domingo, 30 de octubre de 2011

LAS MUJERES CON CUATRO OJOS





...y cuando ellas terminaron de hablar apagué el televisor, encendí el brasero, me tumbé en el sofá y poco después dormí una larga y pesada siesta. Tan larga y pesada que al despertar no recordaba ni el día que era. Cosas del exceso de garbanzos, pensé, siempre he sido muy bestia comiendo. Tampoco aprenderé a hacer eso de otra forma. Hasta que me "aprendan". Así aprendemos la mayoría: cuando no queda más remedio.

Aún tenía tiempo de sobra antes de ir a trabajar, podría haber navegado por la Red, fumarme unos cuantos cigarrillos, ver la tele, leer algo...pero tenía tal nube en la cabeza que decidí darme una ducha y largarme con el coche a un sitio tranquilo, a fin de cuentas la tarde se veía espléndida a través de la ventana, estaría mejor fuera que dentro, y es que sólo somos tontos para lo que queremos, para lo que no queremos.

Aparqué el coche, apagué la música, me hice un pito, salí afuera y me senté en un banco mientras miraba la ciudad lo suficientemente lejos como para hacerlo con cierta indiferencia. La distancia hace que todo pierda importancia. Lo suficientemente lejos para que no te encuentren y lo suficientemente cerca para no perderte.

A lo lejos se oían trompetas, por un momento pensé que quizá fuera la pareja de perroflautas que me encontré al llegar, estaban con su camión de mierda y su perro de mierda, los portones abiertos, apestaba sólo imaginarlo, así que me aparté todo lo que pude, no quiero nada con esa gente, no quiero nada con nadie que no quiere saber nada más que como colocarse sin moverse y que sólo corren cuando necesitan quedarse quietos. Y en silencio. Estúpidos.

Poco después llegó un coche con una pareja joven dentro, él conducía y ella hablaba lo suficientemente alto como para que pudiera oírla a pesar de que me encontraba a 50 metros. Pararon. Me vieron. Al menos él. "Vámonos a mi casa", imagino que le dijo porque ella empezó a ametrallarle al instante, "¿PARA ESTO ME HACES SALIR?...¿PARA ÉSTO ME SACAS DE MI CASA?, ¿NO DECÍAS QUE NOS ÍBAMOS A FUMAR UN PORRO? ¡HÁZTELO! ¡YO NO ME VOY A TU CASA! ¡ESTOY HARTA DE ESTAR ENCERRADA! ¡SI TE VAS A TU CASA DÉJAME EN CASA DE MIS PADRES! ¡ESTOY HARTA!...". El chico arrancó el coche, puso el ruido discotequero y se fueron. Sonreí. Yo también tenía que irme, subí al mío y regresé por el mismo sitio, los perroflautas se habían ido, nunca sabré si las trompetas eran suyas porque ya iba con las mías, las que me gustan, además que tampoco sonaban tan estupendas como para buscarlas. Y menos aún cuando por delante te esperan diez horas de trombones solistas y tubas solistos, las buenas orquestas se escuchan en los buenos teatros, en los bares están las pachangas, cada una haciendo la guerra por su cuenta, así suenan, como si estuvieran afinando los instrumentos, pero el problema es que nunca arrancan a tocar, siempre están afinando, o al menos creyéndolo, aunque lo único que hacen es desafinarlos cada vez más por sus ansias de sobresalir sobre el resto, así que en el corral de comedias que son los bares sólo se oye a quienes lo hacen mal, aunque de vez en cuando escuches una bella nota perdida entre la vorágine de ruidos, cosa que tampoco te valdrá de mucho, tú eres el director de la función y no puedes abandonarla a no ser que quieras que destrocen tu pequeño retablo de las maravillas, debes seguir con lo tuyo, dándoles más para que se crean mejores, viendo, oyendo y callando, únicamente de esta manera es posible dirigir una orquesta de aspirantes a borrach@s: anulándote, dejándoles que trago a trago se dirijan por su cuenta, ya se cansarán y se marcharán a las últimas titiriterías abiertas, allí donde el violín se toca con los dientes y la flauta con los pies, allí donde la memoria se queda en la puerta...entonces será tu momento para sacar a escena a Herbert von Aspirina y dejar que haga su trabajo para que vuelva a colocar tus neuronas en su sitio. No hay otro como él.


Al llegar a casa recordé a las mujeres que tienen dos ojos en la frente (von Aspirina estaba haciendo bien su trabajo, como de costumbre), escuché sus quebradas voces, ví sus lágrimas, lágrimas que tienen más años que vida disfrutaron sus hij@s, lágrimas que aún caerán de sus ojos cuando sólo queden las cuencas, lágrimas que pudrirán prematuramente la madera de sus ataúdes, lágrimas que fertilizarán la tierra que las acoja en su último viaje, lágrimas que ojalá y hagan crecer buenos frutos...


porque esa es la Lluvia de la Justicia, de la Memoria y de la Dignidad, la Santa Lluvia que no cae de las nubes, la Sagrada Lluvia que nace de la tierra donde muchos inocentes dieron su sangre para que nosotros podamos seguir dejando nuestra memoria a las puertas del último garito de la noche.


Una noche tan oscura que dará asco cuando miremos para atrás.


Ahora sé que no fueron los garbanzos.

6 comentarios:

  1. Precioso, kufisto. Gente que tiene las cuencas ya secas, que apenas tienen lagrimas porque las han sacado todas, que no tienen sueños porque ya no necesitan soñar, soñaban antes de que les dejaran solos, huerfanos por arriba y por abajo. Y ahora, unos tipos que vinieron en un maldito tren(o que vinieron por culpa de aquel tren) les dicen que si firmamos las tablas,que un empate es un buen resultado, que hemos de perdonar a quien no nos pide perdon.
    Y vuelven a dispararles, pero los suyos.O tal vez estos no sean suyos sino del contrario.
    Enhorabuena kufisto

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  2. Tienen que pedir perdón y aceptar su condena, como Raskólnikov en "Crimen y castigo".

    Sólo así.

    Saludos, amigo.

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  3. Raskolnikov habia matado a una vieja y estos han querido matarnos a todos. Tienes razon,pero el juez que ellos eligieron(¿o no eran ellos los que lo eligieron?) quieren que firmemos el empate porque lo prometieron y ellos cumplen sus promesas(prometieron arruinarnos y lo han conseguido)

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  4. Como dice el dicho: "Prometer hasta meter. Y una vez metido olvidar lo prometido".

    O como dice Borgnine en "Grupo salvaje": "¡¡¡LA PALABRA NO IMPORTA!!! ¡¡¡IMPORTA A QUIEN SE LA DAS!!!"

    O el clásico "Roma no paga traidores"

    ...en fin

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  5. IMPORTA A QUIEN SE LA DAS. Lo que importa es no dársela a los canallas. A los canallas cárcel o bala.
    Saluditos.

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  6. Se le puede dar, Zorrete, pero después se hace lo conveniente. No hay que tener miramientos con los malnacidos.

    Saludotes

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