miércoles, 20 de julio de 2011

EL DON A LAS PUERTAS





Es un viejo dinosaurio que reza porque su meteorito llegue lo más pronto posible para llevárselo con su dinosauria, al menos eso cree él, de hecho es en lo único que puede seguir creyendo: cuando el pedrusco del espacio exterior le reviente la cabeza podrá olvidarlo todo, ser absuelto del Juicio y volver a ver al amor de su vida; de nada sirve no ir al Infierno si no te encuentras a quien amastes, Dios está bien, pero ella siempre será mejor.

Además, Dios tiene muchos asuntos pendientes, muchos juicios que resolver, muchos alegatos y defensas, también a Él le vuelven loco los abogados, esos verdaderos hijos de Satanás, maldito cabrón, ¡y parecía tonto!...el viejo dinosaurio se conforma con lo que tuvo, solamente quiere volver a tenerlo, nada más, y cree que le será concedido sino se va antes de tiempo, de motu proprio, nadie te pregunta si quieres nacer y nadie debería marcharse por voluntad propia, para eso está Él y su incomprensible secretaria, a veces el viejo dinosaurio se pregunta como alguien omnipotente puede confiar una de las partes cruciales de su trabajo en una tipa tan veleidosa e injusta, pero entonces recuerda que sólo es un viejo dinosaurio y que a Dios no le gustan las preguntas. Bastante tiene tratando de sacar la verdad de la mentira. Duro trabajo.

En sus buenos tiempos el viejo dinosaurio tenia por nombre Don, con mayúscula, era todo un personaje, el macho dominante de la manada, a su alrededor revoloteaban algunos otros don (con minúscula): don Telesfóro Médico, don Manolo Banquero, don José Cura y don Emiliano Maestro, pero él era Don Gustavo Alcalde, él era quien cortaba el último bacalao del Régimen en el pueblo, durante muchos años estuvo haciéndolo, después llegó la Democracia y él se marchó, perdió el nombre y pasó a ser su apellido, como un cualquiera más, las fuerzas vivas mantuvieron el suyo, ya se sabe que las hostias se las lleva quien da la cara, los que están detrás enseguida se hacen a bien con el nuevo macho-alfa, repentinamente se convirtió en un demonio cuando hasta un cuarto de hora antes era considerado como un benefactor por los mismos que ahora renegaban de él...cosas que pasan.

Cuando yo lo conocí él ya iba para viejo dinosaurio, yo era un pequeño renacuajo pero me daba cuenta de quien era porque a mi alrededor se le seguía llamando por su antiguo nombre, y eso siempre choca en oídos acostumbrados a apodos, recuerdo que me ponía nervioso cuando lo veía, ¿se sabe de algún renacuajo que no temblara ante la visión de un dinosaurio que todavía conservara la dentadura?, lo llamaba por su nuevo nombre, por el antiguo, me trastabillaba, me ponía colorado, me hacía la picha un lío...

Hace tres o cuatro meses le cayó un meteorito en la cabeza mientras escuchaba la palabra del único en quien todavía cree, del único a quien no puede ver, pero no fue demasiado grande, unos pequeños ajustes en el hospital y a seguir arrastrándose, aunque eso sí, con bastantes kilos de menos en el cuerpo y bastante menos luz en la quijotera.


Anoche estuvo por el bar, solo, ya nadie lo llama por su antiguo nombre, ni yo, sus viejos amigos se le acercan, le llaman por su apellido, le preguntan por la salud, le dan una palmada en la espalda y rápidamente se van, molestos ante la visión de alguien que no quiere seguir vivo pero no puede quitarse de en medio porque cree que de esa forma terminaría por joderlo todo, ahora que está tan cerca, después de demasiados años soportando una vida que carece de interés para él...


Estábamos los dos solos, afuera había un par de mesas, esto es la ruina, mirando un partido de baloncesto por la tele:


- "¿Cuáles son los nuestros, Kufisto?"
- "Creo que los blancos, Gustavo?"
- "Ahh...¿pero es un campeonato de algo?"
- "El Europeo sub veinte, me parece, pero no me hagas mucho caso..."


Estuvimos un rato en silencio, mirando algo que nos importaba una mierda a los dos, después miró su tercer vino blanco y lo terminó.


- "Este vino es para féminas...flojísimo..."
- "Es el que bebe todo el mundo, no me queda frío del que te gusta..."


Pagó y me dejó la propina de costumbre, nos despedimos y salí a ver como arrancaba el coche, la otra noche lo dejó en punto muerto y casi se da un golpe con uno que había aparcado algo más delante.


Pero anoche no lo dejó en punto muerto.


No tengas prisa ahora que estás a las puertas, viejo dinosaurio.


La llevas en la cara.


Y muy pronto estará en tu corazón.

3 comentarios:

  1. La condición humana no ha cambiado en el último millón de años ni lo va a hacer en el próximo. Hay que ser mas beligerante con la basura izquierdista. Hay que volver a sacar la dialéctica de los puños y las pistolas. Hay que enarbolar el orgullo de ser fascista. Hay que defender la raza y la identidad de patria, y en eso entra sin problemas un negro que sea guineano o un chamaco boliviano o de Veracruz o Santa Fé. Nunca hubo dos Españas. Eso es mentira. Hubo una España y una antiespaña, igual que sigue habiendo ahora. Estuve un tiempo en el blog de Pío pero me dió de baja de forma muy sui géneris, aprovechando que dije que me quitaba de enmedio ante tanta cursilada y ante tanto tío tonto. Si no eres katacroc dale al menos un repaso a pajillero manuel, éste es un chupatintas de baja por depresión o cojo de nacimiento o esquizoparanoide, vaya pollo y no es el único; ahora Pío lo protege y en otras rachas no le echa ni cuenta. Gracias por tu hospitalidad. Mas que la pelirroja de la portada me gustaba de esa película la de las ciruelas amarillas. Una vez tuve oportunidad de un tandem así, pagando, y te digo que mejor es una a una. Se pierde bouquet tres a la bulla. En una misma tarde dos, separadas, perfecto. Y calza dabuten: grabando y viéndolo luego. Es caro pero es barato. Tienes para pajas tres años. Saludos.

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  2. Nada Kufi, una pena. Y mira que tienes un blog bueno. Es buena señal que lo bueno no se aprecie en los tiempos de lo malo. Los de la tecla de aquí nos tienen miedo porque saben que la guerra la ganarán quienes disparen sin miedo, o sea: ellos no. Pero así se divierten. Pío sabe que cuando diga: Apunten, salen todos corriendo. Y eso a Pío le disloca. Es un ser atormentado. Porque es un visionario. Siempre fue de los nuestros. Siempre lo supo. El amor le cegó.

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  3. Kufisto, que te veo un poco depre hombre, abre un poco la ventana para que entre luz.

    Muy bueno eso de "..y su incomprensible secretaria..".

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