jueves, 29 de septiembre de 2022
RAIN
viernes, 23 de septiembre de 2022
¡TÚ SÍGUEME!
Ahí están. Son los Beatles. Es 1969 y se han reunido para grabar un nuevo disco, un documental y un par de conciertos en la BBC. La imagen es inmejorable, algo casi fantástico. "¿Pero como puede ser esta calidad?" Mi amigo Cujo dice que fue grabado en formato cine. Y Cujo entiende de estas cosas.
martes, 20 de septiembre de 2022
CANDIDIASIS
Desperté sediento y todavía borracho. Agarré el teléfono para mirar la hora. Medianoche. Encendí la lamparita del dormitorio. Miré por una botella de agua que tal vez hubiera traído conmigo antes de acostarme y no vi ninguna que no estuviese vacía. Ofuscado me levanté para ir a la cocina. La gata maullaba tras la puerta. "¡Maldita gata de los cojones! ¡Tú me has despertado! ¡Siempre igual, coño!" Abrí la puerta y allí estaba.
miércoles, 14 de septiembre de 2022
SOL DE OTOÑO
martes, 6 de septiembre de 2022
FUERA DE TI SE VA HACIENDO DURO VIVIR
Entre voces y risas en el desierto bar, las dos mujeres se congratulaban de tomar las mismas medicinas ante la estúpida mirada del marido de la más joven. Los dos hijos de la pareja, niño y niña, miraban embobados horrorosas canciones en los teléfonos hasta que a la pequeña se le cayó el suyo al suelo. El padre la riñó, la chica se entristeció un tanto y la mayor de las mujeres, una gitana, la arengó para que arrancara a bailar la música que había estado viendo.
- ¡Baila, chiquilla! ¡Eso! ¡Alegría!
Alegría. Mi abuela también lo decía cuando ocurría algún leve contratiempo.
"¡Alegría! -exclamaba- ¡No ha pasado nada! ¿Veis? ¡Ya está arreglao! ¡Alegría!"
La chica, contenta, bailaba empujada por la música del teléfono y los ánimos de la gitana. El chico, más pequeño, envidioso de la atención de su hermanita, dejó el móvil y tan torpemente como todos los chicos bailó como pudo junto a su graciosa hermana ante el jolgorio de los tres adultos. La madre, una mujerona rubia, muy blanca y de ojos claros salió a hablar por teléfono. El padre, un bruto inocentón, se acercó a la barra y pidió un chupito de ron miel, algo que no tengo, decidiéndose tras serias dudas por uno de crema de orujo. La gitana pidió una copa de lo mismo, todavía con la rubia fuera. Los chicos seguían bailando pero ya eran ellos quienes tenían que animar a los adultos para que los mirasen.
Oí la llamada que recibió la gitana. Ella le decía que viniera para acá, para mi bar. "Oh, Dios..."
La rubia volvió a entrar sin dejar de llevar el teléfono pegado a la oreja, andando de acá para allá con mirada nerviosa en su rostro vulgar. Los chicos empezaban a jugar, gritar y corretear.
Un disminuido psíquico entró y enseguida supe que era quien había estado al otro lado del teléfono de la gitana. Tuve la sensación de conocerlo, aunque no lo miré mucho. La gitana, desde el ventanal, dijo que le pusiera un café con leche. Poco después la gitana pidió otra copa de crema de orujo. Apenas diez minutos más tarde todos se fueron. Eran las tres y media de la tarde. Una hora más y estaría fuera. En mi casa.
sábado, 3 de septiembre de 2022
EL BUEN DIOS
"Si ya tenéis huevos para salir, también los tenéis para trabajar. Y sino, no salgáis"
jueves, 1 de septiembre de 2022
AMISTAD
En otro tiempo un reencuentro como este me habría afectado de manera parecida al relato de un concierto perdido por el trabajo, como aquel de Pink Floyd en Anoeta. Escuchar las aventuras vividas, ver sus rostros y como, excitados por la memoria reciente, unos se pisaban a otros poco menos que entre gritos para dejar constancia de sus sensaciones era algo complicado de presenciar sin dejar una amarga huella.
La amistad es una cosa que cambia con los años. Cuando uno es joven y un tanto introvertido es algo casi religioso. Sentirse cercano a alguien por uno mismo, por ser lo que eres, es algo muy hermoso. Claro que esas cercanías, esos sentimientos compartidos, estaban potenciados por el alcohol; pero todo el mundo bebía y no por ello hablabas con cualquiera a corazón abierto.
No conservo contacto con ninguno de aquellos amigos. Unos eran de verano, otros se fueron y algunos volvieron, pero ni aún entre los que se quedaron aquí tengo más conocimiento que un breve saludo cuando no una mirada hacia otro lado. Es como si vernos nos diera vergüenza. Es como si nos culpáramos los unos a los otros de las vidas que llevamos.
Es en Navidad cuando vuelven al bar los amigos que se fueron del pueblo. Pasan la Nochebuena con la familia y el 26 ya están de regreso a Ibiza. Y en esos tres días los veo por el bar.